Prensa Latina
5 de septiembre 2016. – El golpe de Estado en Brasil enseñó tres lecciones para tener en cuenta en Ecuador, una de ellas que cada gobernante debe tener un vicepresidente realmente leal, dijo el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
“Siempre habrá gente coherente, quienes pertenezcan y defiendan un proyecto político como la revolución ciudadana por convicción”, agregó.
“Debe haber vicepresidentes como Lenin Moreno y Jorge Glass (vicepresidente durante sus mandatos), sinónimos de trabajo, de patriotismo y de lealtad”, aseguró.
En el caso de Brasil, advirtió que Michel Temer, quien era el segundo de Rousseff, prefirió vender unos votos y traicionar a la dignataria solo por dos años de poder.
La segunda lección son los aciertos en la Constitución ecuatoriana, que contempla la Muerte Cruzada si el Legislativo determina destituir al jefe de Estado, pues en ese caso, habría que disolver al Congreso.
Muchos de los asambleístas que destituyeronn a Dilma y están acusados de corrupción, jamás hubieran sacrificado su puesto.
“Si esa figura hubiera existido en Brasil, no hubiera ocurrido el golpe de Estado parlamentario que separó a Rousseff de su cargo, después de ser electa por más de 50 millones de votos populares en 2014”, consideró.
Finalmente, Correa estimó que es muy importante, necesario, que el Gobierno cuente con mayoría en el órgano legislativo. En Brasil el Partido de los Trabajadores ganó el Gobierno, pero ni de lejos ganó la mayoría parlamentaria, explicó e hizo referencia a grupos políticos que se alían.
De ahí la importancia de que un proyecto político, histórico como son los de izquierda de nuestra América, tenga respaldo parlamentario, de lo contrario se vuelve ingobernable, advirtió.
No obstante, el estadista manifestó confianza en que Brasil retome el camino de la democracia. “Todo nuestro respaldo a Dilma, todo nuestro cariño a Lula, todo nuestro apoyo al pueblo brasileño”.
Sabemos que esta es una triste noche y que llegará muy pronto una aurora y sabrá Brasil salir adelante, liberado de tantos politiqueros, tanta traición y tanta corrupción, afirmó.
El pasado 31 de agosto, el Congreso de Brasil determinó destituir a Rousseff de su cargo de Presidenta por supuestos delitos de responsabilidad, los cuales no se han podido probar.
La jefa de Estado fue apartada de sus funciones desde el pasado mes de mayo para dar luz verde al juicio político en su contra.
Gobiernos, personalidades de la política y la cultura e instituciones internacionales condenaron la destitución y rechazaron el golpe parlamentario en su contra.
Este sábado, el Papa Francisco invitó a rezarle a Nuestra Señora de Aparecida “para que ella siga custodiando todo el Brasil, todo el pueblo brasileño, en este momento triste”.