Aporrea.org-Agencias

Nueva Delhi, 2 de septiembre 2016. – Millones de trabajadores indios de distintos sectores han iniciado este miércoles una huelga de 24 horas para protestar contra la política económica del primer ministro de La India, en particular los cambios en las leyes laborales.

Se estima que 150 millones de personas participan en la acción de protesta, quienes creen que las reformas realizadas por Modi podrían perjudicar las condiciones de trabajo de la gente común.
 

La jornada ha transcurrido sin mayores incidentes en la mayoría de las ciudades, aunque se han reportado enfrentamientos entre agentes policiales y manifestantes en el estado de Bengala Occidental (noreste), con un largo historial de luchas gremiales.

La huelga de los trabajadores se produce mientras hace dos días, Modi canceló otra iniciativa, la polémica Ley de Adquisición de Tierras, como consecuencia de protestas de la oposición en las calles de esta nación asiática.

A principios del año en curso, millones de mineros de La India realizaron una huelga de cinco días para protestar contra una decisión del Ejecutivo de permitir a empresas privadas invertir en el comercio y la extracción de carbón.

La Administración de Modi se comprometió en octubre de 2014 a realizar una serie de reformas previstas para reactivar la economía y industria del país, asimismo, pretende simplificar la legislación social que depende de un sinnúmero de leyes que, en algunos casos datan de la época de la colonización británica, y elaborar un código laboral único para el sector industrial.

Reproducimos el análisis de la organización New Wave acerca de la huelga y sus causas:

En mayo del 2014, las elecciones generales llevaron al poder a la coalición de derecha dirigida por el BJP (el partido Bharatiya Janata/del pueblo hindú). El gobierno anterior no fue derrotado porque derrotaron luchas, no fue la reacción la que se trajo abajo un gobierno supuestamente progresivo, sino la ira pública contra los ataques a los trabajadores pobres.

La inflación desenfrenada, la privatización, el aumento de la precarización laboral y los contratos temporales, el aumento en la explotación, la toma de tierras, la privación, la corrupción, todas llegaron a su apogeo durante la administración previa al igual que el enojo del pueblo.

Modi llegó al poder prometiendo “Achhe din” (buenos días), se esperaba que iba a acabar con la corrupción, la inflación, el desempleo y la explotación. Los que votaron por el BJP, votaron con la esperanza de que el nuevo gobierno al menos disminuyera los sufrimientos que habían vivido en el régimen anterior. Más importante aún, era una válvula de escape para su ira y escogieron castigar al último gobierno por seguir políticas pro-capitalistas.

Han pasado 16 meses desde que el régimen de Modi llegó al poder. En este tiempo, principalmente se ha comprobado una cosa, en todos los sentidos es igual de malo y en algunos es inclusive peor que el gobierno anterior. Este gobierno ha sido más descaradamente pro-capitalista, más reaccionario en sus ataques a los valores democráticos (como el secularismo y la igualdad de género) y es igual de incompetente a la hora de proveer a las masas. Si Modi y el BJP han comprobado una cosa es que la supuesta democracia de India se acaba en el momento en que un partido gana y comienza a gobernar.

En el poco tiempo de haber llegado al poder, han ocurrido tres cambios notables en la India. El primer cambio fue que hubo un aumento en la lealtad a los grupos étnicos por encima del conjunto de la sociedad, de esta forma han habido revueltas y polarización comunitaria sobre temas religiosos ocurriendo en todo el país. La discriminación contra los musulmanes y otras minorías no hindúes ya era grave, ¡pero empeoró mucho bajo el BJP en un período muy corto de tiempo! ¡A penas pasó un año desde que el BJP llegó al poder y Modi se convirtió en el Primer Ministro y la violencia comunal (musulmana-hindú) aumentó exponencialmente!

El segundo cambio que se dio en poco tiempo es que se intentaron aprobar muchas leyes anti-campesinas. La más notable de ellas es la Ordenanza de Tierra, que buscaba revertir la Ley de Tierras así como todas las garantías que habían sido concedidas al campesinado por el gobierno anterior. Por supuesto, estas concesiones se lograron a través de luchas implacables que obligaron al gobierno a realizar enmiendas en la Ley de Adquisición de Tierras original, que había sido formulada en los tiempos de la colonia.

El tercer cambio que fue sujeto de mucha agitación en los últimos meses, fueron una serie de leyes anti-obreras que buscaban incrementar las horas de trabajo, acabar con las concesiones de bienestar y dar a los patrones un poder sin precedentes sobre sus trabajadores. Es contra estas leyes anti-obreras que se está protestando y contruyendo la próxima huelga general el 2 de setiembre. Casi todas las centrales sindicales y sus afiliados se han unido al llamado de huelga. Sin embargo, al último momento, el afiliado de derecha Bharatiya Mazdoor Sangh (Asociación de trabajadores de la India) desertó la acción de huelga.

La burguesía india estaba eufórica sobre el Nuevo gobierno de Modi, celebraron a Modi y su modelo claramente explotador y pro-capitalista en Gujarat. Hoy, la burguesía se lamenta que el ‘brillo’ del gobierno Modi ‘se perdió’.

1) Las banderas levantadas:

Los sindicatos que dirigen, en su conferencia nacional en julio, acordaron una carta con 12 puntos para exigir y la estrategia de la construcción de la huelga general. Los 12 puntos en la carta son:

Medidas urgentes para contener el aumento en los precios a través del sistema de distribución público y la prohibición de la especulación en el mercado de materias primas.
Contener el desempleo a través de medidas concretas para generar empleo.
La aplicación estricta de todas las leyes laborales básicas sin excepción o exención y medidas punitivas estrictas en caso de violación de las leyes laborales.
Seguridad social de cobertura universal para todos los trabajadores.
Salarios mínimos que no sean inferiores a los Rs. 15,000/mes con la provisión de indexación.
Garantizar mejores pensiones que no sean inferior a los Rs. 3000/mes para toda la población trabajadora.
Detener la desinversión en los PSUs Centrales/Estatales [Empresas del sector público, dónde el estado es dueño de 51% o más de la compañía; N. de T.].
Detener la tercerización para trabajos permanentes, por igual pagamento y beneficios para trabajadores temporales que para trabajadores regulares por igual trabajo.
Que remuevan los techos salariales y en la elegibilidad de bonos, fondo de previsión; por el incremento del alcance de las gratificaciones.
Registro obligatorio de los sindicatos dentro de los 45 días de la presentación de la solicitud; ratificación inmediata de las Convenciones C 87 y C 98 de la OIT.
Contra las Enmiendas a la Ley Laboral.
Contra la Inversión Directa Extranjera en Ferrocarriles, Seguros y Defensa.

Lo que sobresale de esta carta es que las exigencias esta vez son más radicales y transicionales en su naturaleza que en huelgas anteriores. Ellas sirven como la base para futuras luchas en una dirección socialista y que cuestione el dominio del capital. Los trabajadores están buscando una alternativa al sistema que existe actualmente y los sindicatos están sintiendo la presión de este deseo de cambio.

Evidentemente, este cambio no va a venir de la acción sindical por sí sola. Un cambio en una dirección socialista requiere necesariamente de una dirección política. Es decir, necesitamos construir un partido revolucionario que logre disputar la lucha de clases y dirigir la onda hasta el cambio socialista y la abolición del sistema capitalista.