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25 de Junio de 2016.-El vicepresidente del grupo parlamentario del partido Rusia Justa en la Cámara baja del Parlamento de Rusia (Duma), Mijail Emeliánov, en unas declaraciones concedidas a la agencia de noticias cubana Prensa Latina, publicadas este sábado, ha defendido la “posición fundamental” de Moscú en respetar el derecho de los pueblos para determinar su destino y aplicar sus propias políticas en el territorio nacional.
El legislador ruso afirma que Washington no cree en ninguna asociación equitativa y busca complementar sus ambiciones. Aclara que su objetivo es apropiarse de las riquezas de otras naciones por lo que llama a todos los países a defender su soberanía y proteger sus recursos naturales, humanos, intelectuales y económicos.
Moscú se opone firmemente a la intervención de las potencias extranjeras en los asuntos internos de otros Estados, a que se organicen disturbios, golpes anticonstitucionales, bloqueos económicos y otras variantes negativas”, enfatiza Mijail Emeliánov, diputado de la Duma Estatal rusa.
Emeliánov aprovecha la ocasión para enfatizar que “Moscú se opone firmemente a la intervención de las potencias extranjeras en los asuntos internos de otros Estados, a que se organicen disturbios, golpes anticonstitucionales, bloqueos económicos y otras variantes negativas”.
Al referirse a América Latina y en particular a Venezuela, el diputado explica que la medida del golpe militar a la que recurría EE.UU. en las décadas anteriores está sustituida ahora por métodos más solapados.
“No tengo dudas de que muchos de los disturbios que ocurren en ese país (Venezuela) no son provocados por los venezolanos, sino por Estados Unidos”, observa Emeliánov.
Destacando los avances que el país suramericano logró conseguir durante los últimos 15 años gracias a las políticas y los esfuerzos del presidente fallecido Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, confirma que ese desarrollo perjudica los intereses de Washington.
El Gobierno venezolano se ha enfrentado a numerosos complots. Entre febrero y mayo del año pasado, Caracas, la capital venezolana, entre otras ciudades, fue escenario de violentas manifestaciones, incitadas por la derecha con respaldo extranjero, encaminadas, según las autoridades venezolanas, a propiciar un golpe de Estado contra el Gobierno de Nicolás Maduro.