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29-04-16.-El escenario desde donde hablaron Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores; Antonio Caló, de la CGT Alsina; Hugo Moyano de la CGT Azopardo y Pablo Micheli, de la CTA Autónoma fue emplazado en Paseo Colón e Independencia. Desde allí conmemoraron el Día del Trabajador y se pronunciaron contra las políticas de ajuste sistemático del gobierno de Mauricio Macri.

En el inicio del acto, el titular del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid leyó un documento consensuado entre las cinco centrales obreras titulado “Unidad para la Justicia Social” y en el que centraron sus demandas en seis puntos.

 

 

El primero de ellos fue, “atento a la caída del empleo”, respaldar la votación de la ley de “emergencia ocupacional”, que ya tiene media sanción del Senado y que la semana próxima se tratará en la Cámara de Diputados.

El segundo punto critica “el incumplimiento de las promesas de campaña” de Mauricio Macri sobre el “impuesto al trabajo” y subraya que “el salario no es ganancia”. En el tercero se reclama «la universalización de las asignaciones familiares», y en el cuarto la plena vigencia del 82 por ciento móvil para los jubilados y una solución integral de la problemática previsional”.

El quinto punto exige al Gobierno cumplir con “el respeto por el pleno derecho de huelga sin ningún protocolo de seguridad”, como el elaborado por el ministerio que encabeza Patricia Bullrich y que da carta blanca al accionar policial durante las protestas sociales.

El último ítem del documento pide “la no intromisión de ningún organismo externo en la vida de los sindicatos”. El texto, leyó Schmid, es “un llamado de atención a las fuerzas políticas para que asuman estos problemas”, también “al Gobierno, que debe anunciar anuncios concretos” para salir de la crisis y resaltó la “unidad sindical ante la gravedad de la situación”.

Además, demandaron al Poder Ejecutivo que «informe cuál es el plan antiinflacionario tan anunciado (en los últimos cuatro meses) y cuáles son los instrumentos» que se van a aplicar para ponerlo en marcha. «No podemos dejar cuentas pendientes» ni seguir apelando a «la herencia recibida. La justificación de que la culpa está en el otro, no nos sirve», sentenciaron.

El texto destaca, además, que «el movimiento obrero organizado se moviliza por primera vez en mucho tiempo» en una acción en la que «todas las expresiones gremiales actuaron en conjunto». Lo hicieron porque, prosiguió Schmid en su lectura, «el pueblo sigue con inocultable preocupación la evolución de las medidas económicas aplicadas» por el gobierno de Cambiemos, caracterizada por «la aceleración de la inflación» y el «traslado del costo (de la crisis) sobre las espaldas de los trabajadores».

Puntualiza, además, las «dudas e incertidumbres» del Ejecutivo para «hacer frente a la inflación» y los critica las «medidas de estricto orden financiero» aplicadas. «Creemos que (estas políticas) son el regreso de recetas que tuvieron tristes consecuencias», añade el documento y exhorta a que «las soluciones no se dejen libradas al mercado o al derrame».

«¿Quién se beneficia con esto? -concluye el documento- Las empresas monopólicas de algunos sectores y el sector financiero. La sola herramienta de la discusión paritaria para actualizar el salario ya no basta para sostener la igualdad.»

 

Durante su discurso en el multitudinario acto por el Día del Trabajador y en contra de las políticas de ajuste de Mauricio Macri, el titular de la CTA de los Argentinos anticipó que las centrales obreras se movilizarán el miércoles próximo hasta el Congreso para que «los compañeros diputados» le den la media sanción restante a la «ley para proteger el trabajo», la cual será «un triunfo de la unidad» de los principales sindicatos del país.

«Hoy empieza una historia distinta. El movimiento obrero unido está de pie pidiendo respeto al trabajo y al trabajador», subrayó Hugo Yasky y advirtió que «si el Presidente pretende vetarla, este acto va a ser una miniatura comparado al que le vamos a hacer» para que revierta esa medida.

«No queremos volver a ver en las escuelas a los pibes pidiendo un plato de comida ni a compañeros revisando tachos o jubilados pidiendo (dinero) para llegar a fin de mes», enfatizó el dirigente a la vez que subrayó que «al país lo ponen de pie los que trabajamos».

También rechazó la vigencia del Protocolo de Seguridad, impulsado por el ministerio que encabeza Patricia Bullrich, y dejó claro que «no queremos que la fuerza sea la respuesta» a las demandas de los trabajadores.