El ex coronel Larry Wilkerson fustigó que los intereses de las trasnacionales se habían adueñado del aparato de seguridad de Estados Unidos (EU), al haber puesto bajo su control al complejo militar industrial: hoy es más pernicioso de lo que imaginó Eisenhower. Increpó el papel de Lockheed Martin en abastecer armas a los regímenes represivos de Medio Oriente y de incrementar deliberadamente las tensiones en la península coreana con el fin de aumentar sus ingresos (http://goo.gl/G3ysjh).
Wilkerson no es un personaje cualquiera: fue director ejecutivo del ex secretario de Estado general Colin Powell durante la presidencia de Baby Bush. Refiere un escrito de 1935 del mayor general Smedley Butler La guerra es una estafa (https://goo.gl/IhQZkR), el marino más condecorado de su generación, quien criticó la maquinaria de guerra de EU que libra sus guerras más para asegurar las ganancias de las trasnacionales de lo que lo hace para asegurar y proteger el American Way of Living.
¡El coronel comenta que su visión hoy no se encuentra lejos de la teoría de Butler de hace 81 años! Wilkerson sugiere que la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte con Bill Clinton –después de que Baby Bush y James Backer habían asegurado a Mijail Gorbachov y luego a Boris Yeltsin que no avanzarían ni un milímetro (¡supersic!) al Este– se debió a las presiones de Lockheed Martin, Raytheon y Boeing, así como de otros, con el fin de incrementar su red de potenciales ventas de armas. ¡Los mercaderes globales de la muerte!
Asevera que a partir de la mitad del siglo XX, “el complejo militar industrial de EU ha pasado de ser una simple manufacturera de armas para acoplarse con los think tanks” –al unísono de organizaciones no lucrativas legales y exentas de impuestos– que promulgan el ambiente bélico y pretenden ser imparciales, con editoriales y propuestas de política que apoyan la agenda de la infraestructura militar-industrial y que son seguidas a pie juntillas por el Congreso y la rama ejecutiva.
Afirma que existe proclividad en el Congreso para bendecir seguido la utilización de la fuerza debido al dinero que obtienen de los contratistas y cabilderos de defensa. Vienen las incendiarias frases nodales: En muchos aspectos ahora son los intereses privados quienes se benefician mayormente del uso de nuestra fuerza militar, sea con contratistas privados de seguridad que están todavía desparramados en Irak o Afganistán, o mediante los principales contratistas de defensa como Lockheed Martin.
El crítico portal Salon cita al periodista australiano Antony Loewenstein, quien detalla cómo EU privatizó sus guerras en Irak y Afganistán: Existen 30 mil contratistas militares que trabajan para el Pentágono en Afganistán y que superan a los soldados en una proporción de tres a uno. Existen miles más en Irak (http://goo.gl/SJp277).
Wilkerson arremete contra Hillary Clinton, quien declaró que es tiempo para EU de comenzar a pensar en Irak como una oportunidad de negocios para las trasnacionales de EU (http://goo.gl/uPZMZp), con el fin de beneficiar a JP Morgan y a ExxonMobil.
No constituyen ningún secreto las fétidas conexiones de Hillary con la industria del gas y el petróleo, en paralelo a las trasnacionales armamentistas de la muerte (http://goo.gl/PQCozR).
Wilkerson es muy severo con Dick Cheney, el pugnaz vicepresidente de Baby Bush, quien fue a la guerra con el fin de hacer dinero para Halliburton (http://goo.gl/cXMmXt). ¿De allí provendrá el axioma bélico de los neoconservadores straussianos sobre la guerra permanente; es decir, los ininterrumpidos ingresos de los mercaderes de la muerte como Lockheed Martin, Raytheon y Boeing?
El coronel sentencia sin tapujos que somos los mercaderes globales de la muerte. Hemos privatizado (¡supersic!) la última función publica: la guerra.
El feroz portal Zero Hedge colocó en relieve una declaración del temerario coronel de que “el imperio estadunidense se encuentra en un grave problema cuando EU sigue la trayectoria clásica del declive de los imperios, por lo que necesita pasar a una transición de ser una de las máximas potencias para enfocarse más en estrategias de cooperación internacional (http://goo.gl/O0EVRr)”.
¿Qué sabe el coronel que no sepamos?
Sus axiomas son demoledores: La historia nos dice que probablemente estemos acabados cuando el resto del mundo está despertando al hecho de que EU es: 1. Estratégicamente inepto y 2. No es más el poder que solía ser. Y que la tendencia se intensificará.
Los síntomas internos del declive son notorios: La concentración de la corrupción y el papel desproporcionado de los intereses financieros –lo cual es más que obsceno en las primarias de EU, donde los rebeldes de ambos partidos, Bernie Sanders y Donald Trump, simbolizan a mi juicio el canto de cisne del imperio estadunidense.
Wilkerson comenta que los imperios al final concentran su fuerza militar como el todo (sic) y el final de todo (sic) el poder… y finalmente usan más fuerzas mercenarias que fuerzas ciudadanas cuando los imperios al final quiebran ética y moralmente… y se arrojan a los brazos de los banqueros y los financieros que conducen el imperio: cuando los imperios declinan no pueden siquiera gobernarse a sí mismos. ¡Tremendo!
Sobre la negociación nuclear de EU con Irán arremetió que el ex vicepresidente Dick Cheney había enloquecido al oponerse y haber exhibido una insana postura paranoide (http://goo.gl/Ewfyc0).
Divulga que hoy existe una ruptura entre el abordaje bélico de la CIA y el Pentágono en Siria que juzga se debe más bien a la ignorancia (http://goo.gl/R5tZ9b). ¡Otra señal más de la decadencia!
EU sigue siendo el número uno en la venta de armas del mundo con más de 50 por ciento del mercado controlado (http://goo.gl/sWM5S1). En forma aterradora, el Estado racista/ apartheid de Israel era en 2014 el séptimo exportador mundial de armas, detrás de Gran Bretaña, Alemania y Francia.
La industria de ciberseguridad es hoy uno de los principales pilares de la venta armamentista donde descuellan Intel (http://goo.gl/cVXZNq) –ingresos: 55 mil 400 millones de dólares, vinculado a Fundación Clinton y a NSA–, Lockheed Martin (http://goo.gl/nIoPDY) –ingresos: 46 mil 132 millones, vinculado a Fundación Clinton, a la hija de Cheney y NSA–, Northrop Grumman (http://goo.gl/QIT9m2) –ingresos: 23 mil 526 millones, vinculado a NSA, BlackRock y a CFR–, Raytheon (http://goo.gl/1CNr32) –ingresos: 23 mil 347 millones, vinculado a BlackRock y NSA–, Boeing (http://goo.gl/mA5FHt) –ingresos: 96 mil 114 millones, vinculada a NSA, a Fundación Clinton y a CFR– y General Dynamics (http://goo.gl/ykvyW9) –ingresos: 30 mil 852 millones de dólares, vinculado a NSA.
¡Todo queda en famiglia!
Según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (Sipri, por sus siglas en inglés), el gasto militar global aumentó a 1.7 millones de millones (trillones en anglosajón) de dólares en 2015. EU dilapida 36 por ciento de todo el presupuesto total de armas en el mundo. Esta cifra, a mi juicio, está subestimada, ya que el Pentágono oculta otro tanto de su gasto militar en I&D de las Universidades (https://goo.gl/QnMjCw).
El negocio militar sigue siendo uno de los principales del planeta, detrás del petróleo y el narcotráfico.