Agencias
Buenos Aires, 30 de marzo 2016. – Los socios de gobierno de Mauricio Macri comparten la necesidad de retirar los subsidios públicos a los servicios básicos, pero discrepan en las formas. Tras aumentar la tarifa eléctrica hasta un 700%, el Ejecutivo se apresta también a disparar el precio del gas, del agua y del transporte la próxima semana, una decisión que rechazan algunos de sus aliados.
“No comparto los ajustes brutales de agua, gas y transporte en medio de tan alta inflación. No se puede ahogar a la sociedad que nos apoya en el cambio”, escribió en Twitter la diputada de Coalición Cívica Elisa Carrió.
“Es cierto que hay que salir de los subsidios pero no de esta forma, sin pensar en la sociedad, a la que el solo título del aumento la angustia!”, continuó Carrió, una de las fundadoras de la alianza oficial Cambiemos reconvertida hoy en una socia incómoda para Macri.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, utilizó el eufemismo de «normalización de la economía» para confirmar un «reacomodamiento de tarifas» en el primer semestre, en momento en que trascendió que el gobierno anunciará subas de hasta el 500 por ciento en el servicio de agua, de 300 por ciento en el gas y de entre 150 y 70 por ciento en el transporte.
Al exponer durante una jornada del Banco Interamericano en el Hotel Hyatt, Cabrera prometió que tras este megatarifazo «entre agosto y septiembre finalizará el proceso de normalización económica» que lleva adelante el gobierno y destacó que a partir de entonces «comenzará a bajar la inflación».
Según Cabrera, los aumentos exhorbitantes sólo tendrán incidencia en la inflación durante el primer mes porque esas subas (incrementos) «no están vinculadas a los precios relativos».
La legisladora ya había censurado la retirada de retenciones a la minería. Ahora ha dicho que intentó frenar el ajuste, pero no pudo convencer al gobierno.
Horas después de la polémica, Macri ha citado a la diputada en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de Buenos Aires, para intentar calmar los ánimos. Aun así, Carrió no ha sido la única en llevar la contraria al Ejecutivo, según reseña diario El País.
También desde la Unión Cívica Radical (UCR), integrada en la coalición gobernante, comienzan a alzarse voces en contra de la rápida retirada de los subsidios heredados de la gestión kirchnerista, que suponen una factura multimillonaria para el Estado.
“El atraso que vienen sufriendo las tarifas desde hace años no se puede resolver de golpe”, opinó el diputado radical Ricardo Alfonsín, hijo del expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989).
Como Carrió, Alfonsín cree que la corrección tarifaria debe hacerse de “forma gradual” y considera que debería haberse convocado a una audiencia pública antes de tomar las medidas.
Para intentar calmar los ánimos, el jefe de Estado argentino recibió hoy a la diputada de Coalición Cívica en la residencia de Olivos, a las afueras de la capital argentina.
Según fuentes de la Casa Rosada, la factura de la luz se triplicará a partir de abril, la del agua puede llegar a aumentar un 500 % y el transporte público incrementarse en un 70 %. A diferencia de sus aliados, el gobierno quiere concentrar todas las subidas en la primera mitad del año y centrarse en el segundo semestre en políticas para bajar la inflación, que roza el 33 % interanual, una cifra que en América Latina solo supera Venezuela.