Rafael Guillén Beltre
Las declaraciones recientes del Presidente Rafael Correa del Ecuador advirtiendo a los pueblos del hemisferio, principalmente a las naciones con gobernantes «progresistas», sobre un plan de arrase de estos, realmente me sorprendieron, tuve que leerla varias veces para asegurarme que fueron hechas por El y en la fecha actual, no lo creía.
¿Por qué digo esto? Es que resulta bien extraño que este drama sorprendiera a los líderes progresistas de América Latina y el Caribe ¿No lo vieron venir? Luego del golpe de Estado a Manuel Zelaya en Honduras, la muerte súbita de Ernesto Kirchner de Argentina en el año 2010, el anuncio desde Cuba del Presidente Hugo Chávez en junio del 2011 de la presencia de células cancerígenas en su organismo, el golpe de Estado a Fernando Lugo en Paraguay, seguido del anuncio del fallecimiento del Presidente Chávez en marzo del 2013 ¿No fueron suficientes hechos como para darse cuenta del remate al proceso de liberación de los Pueblos del Continente.
Agréguenle a esta lista luctuosa la traición de algunos gobernantes al proceso, integrándose a la Alianza del Pacifico creada en el año 2011 para hacerle frente al Alba y al Celac, donde nunca debieron estar ni Perú ni Chile, Humala y Bachelet. Solo imagínense si existía un plan definido para dar al traste con la recuperación de la soberanía de los Pueblos en la región.
Con el arribo de Barak Obama a la Presidencia del Imperio Norteamericano se abrió la más cruenta agenda contra los Presidentes Progresistas de América Latina y el Caribe, su fin recuperar el patio trasero, con sus enormes riquezas. Bajo ese nuevo rostro de piel negra, se quiso maquillar el desastre que provocó la gestión de su antecesor George Bush, la humanidad siempre ingenua y manipulable por los medios de comunicación masivos, cayó en el hechizo del nuevo Rey del Capitalismo Salvaje.
Sin merito alguno, le otorgaron el Premio Nobel de la Paz, tamaña contradicción, a un gobernante de la guerra, quien aprendió un poco del populismo practicado por algunos falsos gobernantes para ganarse el corazón de sus gobernados y construir mucha adhesión en el mundo, llegándolo a catalogar como un hombre sencillo porque come hamburguesas, bebe cervezas, entra a cualquier restaurante y responde cartas espontaneas.
Obama convertido en una estrella en el firmamento de las naciones, alcanzo su estrellato gracias al color de su piel, el primer presidente negro en alcanzar la Presidencia de los Estados Unidos, se convirtió en un símbolo indiscutible, igualado a Martin Luther King, de un Imperio afanado en recuperar su imagen devastada por las campañas de guerra atroces realizadas por su antecesor. Ha sido justamente en su administración donde se han logrado objetivos geopolíticos tan codiciados como terminar con lo que ellos consideraban la amenaza de Chávez y la Revolución Bolivariana para la América Latina.
En la administración del Presidente Obama el chavismo se convirtió en una de las tres preocupaciones mundiales del Imperio Norteamericano (leer a Eva Golinger). Con Obama cayo Zelaya, con evidencias contundentes de la mano imperial detrás de todos los eventos que se dieron en Honduras en el 2009; igual paso con Fernando Lugo en Paraguay, y ni decir con el asesinato de Hugo Chávez. El imperio ha sido tan versátil durante la administración de Obama que logro agenciarse el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la heroica y revolucionaria Cuba, un hecho histórico sin precedentes, justo en el tiempo donde la presencia de Cuba en todos los gobiernos progresistas de la región es preeminente.
De esta forma la tea revolucionaria más ardiente de la región disminuía su incandescencia, una sombra cubre las tierras de Bolívar y Martí, de Allende y el Che, de Fidel y Chávez; el diseño geopolítico de Cuba cubrió de tibieza el proceso revolucionario del Continente, o es parte de un paso táctico para la sobrevivencia a futuro del proceso de liberación de los pueblos, o sencillamente el nuevo conductor de Cuba el Presidente Raúl Castro está aplicando un nuevo librito, muy distante del de su hermano el Comandante Fidel Castro. Llama la atención que Obama y Fidel no se reunirán, durante la visita pautada para este domingo 20 de marzo, según las informaciones oficiales dadas a conocer por el Departamento de Estado del Imperio Norteamericano.
Los Presidentes de cualquier nación tienen acceso a informaciones privilegiadas ¿Cómo es que Rafael Correa, un hombre bien informado, inteligente y de una capacidad sin discusión, no advirtió todo esto antes? No lograran lavar sus manos los que admitieron por omisión todo cuanto está aconteciendo con el sueño bolivariano de independencia, soberanía y unidad para nuestros pueblos.
Ningún Cóndor por invencible y feroz que se muestre podrá escaparse del grito de libertad de los pueblos. No podrán vencernos, serán vencidos, lo verán. Chávez no fue tan tonto dejo un ejército silencioso diseminado por todo el mundo. Es el tiempo.
Venceremos!