Francisco Sierra Corrales

 

Hoy, desde el gran Brasil, nos llegan malas noticias, por culpa del progresismo reformista, la derecha amenaza seriamente con regresar y revertir los pequeños y muy tímidos cambios que se han dado en nuestro continente, a pesar de las inmensas luchas y las altas cuotas de sangre que han derramado nuestros pueblos para que se realicen las revoluciones ansiadas y necesarias, pendientes desde la época de nuestra independencia política de las metrópolis de la Península Ibérica.

Indiscutiblemente que están jugando un rol nefasto y decisivo en esta involución, aparte de la inconsecuencia y falta de decisión y objetivos claros del denominado progresismo, que uno de los mas light, es el Brasileño de Lula Da Silva, y la labor instigadora que desde afuera hace el imperialismo yanqui; una plutocracia, los más ricos del país, beneficiarios y en su mayoría becarios del imperio anglosajon, quienes hacen el encargo por Washington, vendiendo con ello a nuestros pueblos, esta claque pro- imperialista son los peores enemigos de nuestros países, regiones y ciudades y emulan a las oligarquías realistas criollas, quienes hicieron que nuestra independencia hace 200 años fuese lo más sangriento posible, en donde muy poca participación tuvo el ejercito de Fernando VII, por el contrario esta clase vende patria y entreguista les hacia la tarea: y una vez conquistada la independencia, después de haber hecho lo imposible por impedirla, estas mafias se plegaron a ella y desde adentro fueron un factor de conspiración para impedir que se consolidaran verdaderas Republicas para luego volvernos hacer caer en el coloniaje anglosajon, primero con Inglaterra y hoy con USA.

Los errores de la historia, cuando no se aprenden de ellos, los pueblos están condenados a repetirlos, y se hace pertinente, de seguir esta plutocracia representando al imperialismo yanqui en contra de cualquier asomo de independencia e igualdad de nuestros pueblos, revivir los decretos de guerra a muerte de nuestros libertadores, que unieron a nuestras masas y definieron los contendores, paso previo e indispensable para el triunfo definitivo frente al antiguo imperio colonialista Español. Hasta ahora, y por culpa del progresismo inconsecuente y esta plutocracia, que es bastante aguerrida y ambiciosa, tenemos de hecho “una guerra civil unilateral”, una guerra civil en donde solo existe una parte que aprieta el gatillo y otra parte que pone los muertos.

El progresismo (La izquierda permisada, el denominado reformismo y revisionismo, las resacas del viejo sovietismo en América Latina y El Caribe), llega al poder, tras el fracaso colapso del neoliberalismo en América Latina, pero no supo aprovechar la situación, no removió las bases del sistema capitalista totalmente vencido y a pesar, que en algunos casos planteo procesos constituyentes para evitar los sabotajes obstruccionistas institucionales de la derecha, vivido con Salvador Allende en Chile y se hicieron nuevas constituciones de avanzada, como ha sido el caso de Venezuela; pero esas “nuevas” constituciones se han quedado en letra muerta, no ha predominado para nada el estado social de derecho, hijo del nuevo constitucionalismo inmerso en procesos constituyentes sino que ha seguido teniendo vigencia eficaz el estilo y la forma del derecho supuestamente desplazado, “el estado de derecho burgués”.

Este estado de derecho burgués, es el que predomina aun en los estados en donde se han convenido procesos constituyentes, como Venezuela (Aunque debo exculpar a Ecuador ha aplicado la democracia directa en referéndums consultivos que han derogado viejas leyes y han creado nuevas), y ha sido peor aún, en los países de gobiernos progresistas en donde no se ha hecho ni siquiera los procesos constituyentes sino que predominan las viejas leyes de corte burgués y neoliberal.

LO JURIDICO COMO FACTOR DE RETROCESO:

Precisamente en uno de los aspectos en donde el denominado progresismo, tanto los “duros” (Los que han hecho procesos constituyentes), como los light (Brasil, Argentina, etc.),  han hecho menos, después del aspecto económico, en donde no le han tocado ni un pelo al andamiaje hecho por el imperialismo militaro-financiero yanqui, amos del mundo, es en el aspecto jurídico, digo jurídico aquí, porque no solo incluye lo judicial, conexos y afines (Tribunales, fiscalías, policías, órganos auxiliares y administrativos de justicia) sino que incluye la doctrina y lo académico, en donde propiamente se forja el derecho, y es precisamente en este sitio en donde la clase conservadora y regresionista, monopoliza el pensamiento que es el insumo para las decisiones, aun en contra del propio estado popular y las acciones judiciales cooperantes o en armonía con un “golpe suave”.

A pesar que en Argentina hubo decisiones lucidas como la que ordenó desmantelar el monopolio del grupo Clarín, reconstruido o en vía de reconstrucción por Macri, al igual que en Brasil. El progresismo, en estos dos países no le toco ni un pelo a la infraestructura jurídica mantenedora y conservadora de los intereses del aparato económico como político del imperialismo militaro financiero gringo y la plutocracia local servil.

En Venezuela, aunque aparentemente el progresismo a la venezolana (El Chavo-Madurismo), controla la cúpula del poder judicial, ese no es un control ideológico, mucho menos doctrinario jurídico, ni siquiera es político porque muchos de esos Magistrados son de derecha, el control es netamente clientelar, por lo que en un cambio de viento, el tribunal supremo se voltea radicalmente.

Los casos del Fiscal Nisman en Argentina, en donde este primero, actuando deshonestamente y sin pruebas contundentes decide hacerle cargos al estado Argentino por el caso de la mutual AMIA (Acto terrorista en contra judíos),y luego se suicida y jueces y fiscales, acompañados de una fuerte presión mediática, nacional e internacional, querían a troche y moche inculpar a la presidenta Argentina del momento Cristina Fernández de Kirchner; igualmente ocurre en Brasil actualmente, motivo de este escrito, en donde fiscales y jueces “independientes” (El termino correcto sería actuando “independientemente”, es decir, por su cuenta y a interés político), en base a una vivienda lujosa del ex-presidente Lula Da Silva y con motivo de la investigación a la petrolera estatal-PETROBRAS, han querido encarcelarlo por corrupción, y otra vez fiscales y jueces, actuando “independientemente” pero de la justicia y el derecho.

Los hechos anteriores, demuestran que en las dos potencias suramericanas mencionadas, dentro del poder judicial, existen mafias (En Venezuela la denominamos “Tribus”) con plena autonomía e independencia de acción a favor de la extrema derecha, sin que existan mecanismos de regulación y contrapeso controlen o moderen a estas mafias.

QUE HACER

El tema no es nuevo, y recobra vigencia porque son acciones judiciales, con claros tintes políticos golpistas, buscan un Putsch; en Argentina fueron decisivos para el triunfo electoral de la derecha, y en Brasil, es el zarpazo que le quieren dar al PT y a la presidenta Dilma Rousseff para consumar el tan ansiado por ellos “golpe suave”, el impeachment o juicio presidencial con destitución, “un lugazo”, a lo paraguayo.

Por no ser nuevo el tema, en varios artículos, míos anteriores, he venido planteando las posibles soluciones, opinando que los gobiernos surgidos de los fracasos-colapsos del neoliberalismo, aunque hayan llegado al gobierno por elecciones, surgen de una ruptura del orden constitucional anterior y han debido proclamar y aplicar el estado social de derecho y hacerlo derecho vivo, eficaz, vigente, mucho más en el caso de quienes hicieron procesos constituyentes con ese fin, como debería pasar en Venezuela. Un estado social de derecho en rebeldía y antagonismo permanente con el “estado de derecho burgués”.

Hace años escribí un artículo titulado “Corte Suramericana de Garantías Constitucionales”, propuse que UNASUR  en contraposición con los pro-gringos organismos derivados de la Convección Americana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH; Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “La Comisión”; y CIDH; Corte Interamericana de Derechos Humanos, “La Corte”), es decir, del Ministerio de Colonias del Imperialismo Yanqui, tuviera sus propios mecanismos supra-nacionales de resolución de conflictos, este Tribunal de Garantías Constitucionales, ya solo empezando con el nombre marcaba distancia con las CIDHs, ya mencionadas, puesto que prevalecía el criterio colectivo y de sociedad, de estado garantista por arriba del individualismo y egoísmo liberal burgués de derechos humanos.

El Tribunal Sur Americano, en principio, propuesto, con su etapa de mediación y de juicio propiamente tal, seria instancia de apelación, una vez agotada la vía nacional, en los casos litigiosos no solo de derechos fundamentales sino que incluiría la jurisdicción comercial, civil, penal, del trabajo y administrativo (En Venezuela jurisdicción especial por la parte estatal), y producto de no tener metida las “sucias manos” tanto el imperialismo como las transnacionales del gran capital, sus decisiones serian sabias, por ser desprendidas del prejuicio y del interés del imperialismo militaro-financiero yanqui, como los son la CIADI y otros del mismo tenor, Corte Penal Internacional y Corte de La Haya, ya que se fundamentarían en el Estado Social de Derecho.

Contiguo a la corte garantista de la América del Mediodía, debería haber una universidad con facultades de ciencias económicas, sociales, políticas y jurídicas, elaborando los cimientos del estado social de derecho y perfeccionándolo, repito, en contraposición y en lid, con el estado de derecho burgués.

Esa Corte, su sede natural debió haber sido Caracas, pero producto de la traición de Hugo Rafael Chávez Frías y su entorno al pensamiento bolivariano revolucionario y socialista, por violar los principios de la sabiduría incaica (No flojear, al no impulsar la liberación económica, no mentir, al tener un doble discurso y ser falso; y no robar, la corrupción se los tragó), Venezuela pierde la primogenitura que había ganado cuando Bolívar y la luz de la comuna se traslada hacia los Andes suramericano. Quito, Ecuador, el centro de La Tierra, pudiera ser la sede tanto de la Corte de Garantías Constitucionales, como de la Casa que Vence la Sombra (Universidad), en donde se le daría cuerpo tanto al sistema como a la doctrina del Estado Social de Derecho.   

Y ya para concluir, con respecto al título de este escrito.

Lo plástico aquí no tiene que ver con lo que entendemos desde finales de los 70 como tal, lo superfluo, la nimiedad, lo cursi, en base a la canción de Rubén Blades, tiene que ver más con los mártires y héroes que lucharon en contra del fascismo-franquismo para defender a la Republica Española de un golpe de estado violento subsidiado por Hitler y Mussolini; quienes hasta el último respiro de sus vidas, en su lecho mortuorio y desterrados en Nuestramérica manifestaron que “en la hora plástica estuvieron del lado correcto de la historia.”.

Brasil no se perderá jamás, pero si debe dejar de tener la influencia decisiva que tiene el reformismo del partido de los trabajadores, el equivalente al PSUV de Venezuela y al Peronismo Argentino. Estas letras van dedicadas, con fuerza, al Frente Popular del Brasil, un organismo de carácter nacional que agrupa a los movimientos sociales de la Amazonia, quienes contragolpearon duro y contundentemente tomando todas las calles del Brasil, demostrando capacidad de convocatoria.

Pero por la derecha volvió actuar la mafia judicial y ha ordenado una cautelar para que Lula Da Silva no tome posesión como Ministro, la decisión pudiera estar “conforme a derecho”, pero en este momento, en Brasil ningún derecho, hoy, está fuera de la política, y esta decisión le da oxigeno a la derecha, a la plutocracia defensora de los intereses yanquis y enemiga de su propio pueblo y país, quien fue rebasada por las movilizaciones del pueblo en la calle que no quiere un golpe de estado parlamentario.

No sería raro, que ante la pérdida de primogenitura de Venezuela, por la traición del chavismo, la antorcha de la comuna se traslade al Gran Brasil, y desde allí salga la nueva luz para el planeta tierra, el día de la comunidad, el séptimo día, que ambos no son otra cosa sino el fin de la propiedad privada y de todo sistema de explotación del hombre por el hombre en donde nadie será extranjero en ningún lado y en donde el hombre no será desheredado, cero conjeturas bíblicas atrasadas y oscurantistas.

Viva el Gran y Bello Brasil.

Los Sin Tierra, Sin Techo y Sin Trabajo Vencerán.