La Jornada

Buenos Aires, 10 de abril 2010- En un contundente fallo, la segunda sala de la Cámara Nacional de Casación Penal de Argentina avaló hoy por unanimidad la decisión de comparar las muestras genéticas de los dos hijos adoptados por Ernestina Herrera de Noble, dueña de Multimedios Clarín, con la totalidad de las muestras del Banco Nacional de Datos Genéticos, que conserva las pruebas de ADN de todas las familias que buscan niños nacidos en cautiverio en centros clandestinos de detención o secuestrados junto con sus padres durante la dictadura militar.

Esta decisión judicial era esperada con enorme expectativa, ante una serie de maniobras judiciales que retrasaron más de ocho años la solicitud de las Abuelas de Plaza de Mayo, que buscan a sus nietos robados por los militares que se apoderaron del gobierno entre 1976-1983.

Esa trágica operación del robo sistemático de niños fue quedando al desnudo en la medida en que las Abuelas comenzaron a recuperar a sus nietos, después de una larga lucha, recurriendo a creativos y conmovedores recursos.

Hoy había emoción, lágrimas y esperanza en la casa de las Abuelas al celebrar el fallo, y mediante un comunicado exigieron al juez federal de San Isidro, Jorge Bergesio, «que ordene al banco de datos comenzar las pruebas los antes posible» para saber si Marcela y Felipe Noble Herrera, cuyas adopciones en 1976 fueron ilegales, son hijos de desaparecidos.

Se le recordó al juez que el fallo de dicha cámara, al rechazar el pedido de los abogados de los hijos adoptivos de Noble en este caso, Alejandro Carrió y Jorge Anzorreguy, señala que las apelaciones presentadas por estos litigantes llevan su firma y no la de ambos jóvenes como corresponde. De acuerdo con la legislación, «los abogados patrocinantes no estaban facultados para apelar en lugar de Marcela y Felipe».

Además solicitó al juez Bergesio que ambos litigantes sean apartados de la causa y denunciados ante el colegio público que los agrupa.

El recurso de la defensa intentaba frenar la comparación de las muestras de la forma en que se hace normalmente. Los abogados de Noble exigían que sólo se cruzaran las muestras de ADN con dos familias, con lo cual lograron aumentar las sospechas sobre su apropiación.

La defensa aún puede presentar un recurso ante casación para llegar a la Corte Suprema. El cotejo de evidencias de ADN ha permitido encontrar a 101 hijos de desaparecidos, de unos 400 que busca Abuelas.

La justicia ya comprobó la falsedad de las versiones de Herrera Noble sobre la adopción en mayo de 1976 de una niña recién nacida, que dijo haber encontrado en una caja en la puerta de su casa. Sus testigos en este caso resultaron también falsos. Ni Noble vivía en ese momento en el lugar que informó ni su vecina era la mencionada en el proceso legal. Además, otro testigo que supuestamente «cuidaba la casa vecina» resultó ser el chofer de confianza de la familia Noble.

En el caso del niño intervino la juez Ofelia Hejt, que lo «entregó en guarda» a Noble pero en forma irregular, ya que no figuran las circunstancias del nacimiento. La justicia comprobó que no existió la supuesta madre que lo dio en adopción.

Precisamente basado en estas pruebas en el año 2002, el juez Roberto Marquevich ordenó detener a Noble, ante todas las negativas de colaboración. El caso terminó con la escandalosa destitución del magistrado en un juicio político que impulsaron los letrados de Clarín, apoyados por sectores de poderes mediáticos y políticos.

El remplazo de Marquevich fue Bergesio, quien no hizo nada en siete años, hasta que debió ser presionado por la cámara y denunciado por atrasar la justicia y en febrero pasado ordenó cruzar las muestras de los jóvenes con todo el Banco Nacional de Datos Genéticos.

Pero para ello hubo allanamientos, en los cuales los policías enviados demoraron hasta una hora para entrar y llevarse ropa, cepillos de dientes, cabellos de los jóvenes y todo pudo ser cambiado, lo cual fue denunciado por Abuelas.

En diciembre último, Marcela y Felipe se sometieron voluntariamente a un estudio de ADN en el Cuerpo Médico Forense, que depende del Poder Judicial, pero se intentaba que sólo se cruzaran los datos con dos familias. Ahora habrá que cumplir lo que indica la justicia.

«Ante todo esto nosotros comenzamos a hablar de hijos apropiados», expresó Estela Carlotto al relatar todos los pasos para no llegar a esta situación, que fueron rechazados por Noble. Pero aún muchas Abuelas sienten que «el gran poder» buscará otros mecanismos para tratar de continuar burlando a la justicia.