Esteban Montes

 

Gran decepción ha causado la derrota electoral del kirchnerismo a manos del neoliberalismo en los sectores progresistas de la Patria Grande latinoamericana. Luego del triunfo de Tabaré, Correa, Bachelet y Dilma, nos encontramos con esta debacle del peronismo argentino en manos de un representante de la derecha hispanoamericana, Mauricio Macri.

 Por qué el kirchnerismo entregó el gobierno al neoliberalismo?

Varios son los factores que determinaron el resultado: las políticas económicas del cristinismo en contra de las clases medias argentinas puede considerarse una causa para ponerse en contra a un porcentaje del electorado,  quien se ha visto perjudicado por el impuesto a las ganancias y el cepo cambiario.

La ineficiente política comunicacional no logró contrarrestar a los laboratorios de guerra psicológica montados en el grupo clarín y la conexión del gobierno con la gente real se vió reemplazada con encuentros con la militancia juvenil en cadena nacional y twitts desde la cuenta @CFKArgentina, perdiéndose el pulso verdadero de las sensaciones y demandas del pueblo, pues se perdieron muchos votos también en sectores medios y bajos de la sociedad.

Los factores de poder económico le propinaron al gobierno de Cristina una furibunda andanada de golpes que en los últimos dos años demolieron las defensas del kirchnerismo y a su dirigencia que no ha estado a la altura de los acontecimientos y no dió la talla del actual momento histórico por el que atraviesa la región.

El grupo político del gobierno denominado La Cámpora y las organizaciones sociales preexistentes, no han juntado los votos necesarios para imponer el proyecto político iniciado por Néstor Kirchner en 2003, provocando el retroceso de las fuerzas populares en el sur del continente y abriendo el camino a nuevas experiencias neoliberales como las de Menem-De La Rúa-Cavalo, en la década de los 90s.

Cristina entrega así sus doce años de gobierno a la derecha argentina que en conexión con los gobiernos neoliberales del continente intentarán ser el nuevo mejor alumno del capitalismo en la región: un suicidio colectivo de la sociedad que con memoria corta empleó el voto del odio, racista, xenófobo y clasista, para expulsar del gobierno al peronismo del siglo XXI y sus conquistas políticas, económicas, sociales y culturales que quedarán ahora en manos de la mano invisible del Mercado.