Panorama

 

16-11-15.- La caída de los precios del petróleo local a niveles mínimos —hasta los $ 37 por barril— y la escasez de divisas le pasaron «factura» a la economía de puertos del país. En los dos últimos años, se registra una disminución del 33,4% en la disponibilidad de recursos para traer «mercancía» desde el extranjero al pasar de $ 45.151 millones a apenas unos $ 30 millardos.

Más allá de los números, la «merma» de la actividad portuaria también se evidencia en los muelles de los principales centros receptores de contenedores foráneos de Venezuela, ubicados en Vargas, Carabobo y Zulia. Las labores se registran a «media máquina» y ese ha sido el escenario en la mayor parte del año, según comentan los propios trabajadores.

 

«Cada vez es menos el arribo de buques con contenedores en Puerto Cabello. Hace tres años las embarcaciones hacían colas para descargar la mercancía, ahora hay muy pocos muelles activos. La actividad de descarga se redujo en más de un 60% al mes (…) y son muy pocas las empresas aduanales que quedan activas. Los que siempre llegan son los barcos contratados por el Gobierno para traer maíz, repuestos, medicinas, maquinaria pesada. La actividad privada casi desapareció», dijo un trabajador portuario.

En el Puerto de Maracaibo la situación es similar, según comentaron fuentes del sector. «La actividad portuaria va en franco retroceso. En el primer semestre la recepción de buques bajó un 65% como consecuencia de la disminución de las importaciones. De unos 60 u 80 buques que se atendían semanalmente en los muelles operativos, ahora solo se registran una entrada de entre 10 y 20 embarcaciones. De lo poco que llega, 80% son barcos del sector público con materias primas como maíz, soya, trigo, incluso carne u otros productos terminados».

A inicios de mes, el presidente Nicolás Maduro aseguró que la nación cerrará el año con una cifra «considerable» para importaciones, a pesar del descenso del precio del crudo. «Venezuela, en un año económico difícil, como este 2015, importará para su economía algo más de $ 30.000 millones. En un año de actividad a buen ritmo, puede importar entre $ 40.000 y $ 45.000 millones», dijo en un acto público.

Los propios datos del INE indican que en 2006 las importaciones hacia el país oscilaron en $ 30.559 millones, luego tocaron un máximo de $ 54.767 millones (2012), para luego descender bruscamente en 31.807 hasta octubre de 2014.

Incluso, el informe más reciente del Bank of America señala que las importaciones han caído 13,2% en 2015. Agregó el ente que la «contracción» es producto del declive de los precios del petróleo, que siguen sin retomar la senda de los $ 50 a poco de culminar el año.

«Entre enero y septiembre de 2015 las importaciones fueron 43,2% menos que en el mismo período de 2012, y se convierte así en el recorte de compras externas más grande que se ha producido en la historia de Venezuela», recalcó el banco, que además vaticinó que en 2016 se registrarán más reducciones en la adquisición de bienes fuera del país.

El economista Víctor Maldonado informó a este rotativo que «ante la caída abrupta de los precios del petróleo, el Gobierno se ha visto en la necesidad de reducir sus compras externas. Solo se está enfocando en traer lo esencial como alimentos, medicinas e insumos para el sector agrícola, industrial, automotriz y petrolero. Las cuentas no dan, los números no cuadran porque no están entrando suficientes divisas y por eso vez los puertos vacíos».

Explicó que «por otro lado tenemos un sector privado con poca actividad en el área de las importaciones. No reciben dólares a Bs. 6,30 por dólar, son pocas las subastas en el Sicad y el funcionamiento del Simadi es nulo en materia de entrega de divisas para quienes ofertan. En 2014, los privados coparon el 62% de la actividad y el público apenas un 38% (…) lo más probable es que este año las cifras se invirtieron en una relación 70%-30%, a favor del Ejecutivo».

«Acá el problema es de fondo. Si vas a disminuir las importaciones tienes que fortalecer el aparato productivo nacional para que exista una compensación de fuerzas. No traigo de afuera, pero produzco materia prima e insumos acá adentro. Lamentablemente, eso en los últimos 40 años no ha sucedido y seguimos teniendo una economía de puertos (…)», añadió Maldonado.

Ya la escasez de productos importados se siente en los distintos comercios, como las ferreterías. «Ya casi no hay mercancía que ofrecer porque no hay divisas, los inventarios son escasos. Taladros, bombas de agua, llaves, implementos eléctricos (…) de marcas buenas y reconocidas de Estados Unidos desaparecieron de los anaqueles. Para final de año tendremos muy poco que vender porque no hay productos», dijo Gonzalo Díaz, dueño de una reconocida ferretería en la COL.

Desde el sector privado también alertan sobre lo grave de la situación. La presidenta del Consecomercio, Cipriana Ramos, puntualizó, recientemente, que «las importaciones entre los meses septiembre y octubre de 2015, cayeron 50% respecto al año pasado, esto significa que no tenemos mercancía. El problema no es cuánto importes, o cuántos dólares tenga el Gobierno, el problema es que tienes que racionalizar y administrar lo que tienes», afirmó.

En agosto pasado, el presidente Maduro ordenó constituir comisión de alto nivel para ejecutar plan de sustitución de importaciones de productos e insumos que pueden ser fabricados en el país.

«Estamos en la mejores condiciones de romper esa dependencia parasitaria donde todo lo queremos de afuera. Pedimos el apoyo a Fedeindustria, a los empresarios para producir las cosas que traemos del exterior (…). Hay que difinir un plan de acción y seguir ese camino», concluyó el Mandatario, al reconocer que esa tarea sigue siendo la «materia de arrastra» en Venezuela.