Rubén Pereira
“Hay que Armarse con la Luz para Vencer la Oscurana”
“Señor” Luis Almagro.
Hemos recibido con profundo estupor e indignación su panfletaria e irresponsable carta, en la que demuestra su patológica parcialidad e inobservancia con los nuevos paradigmas de la democracia participativa, protagónica y ciudadana y con la total y absoluta transparencia del sistema electoral venezolano.
Lamentamos que su posición sesgada y manipulada, se fundamente en una subordinación política y no en el discernimiento de ideas y pensamiento propio, que garantice la aproximación a la justicia, el respeto así mismo y al mínimo sentido común, para tratar de creer en su buena fe para el desarrollo del proceso electoral más confiable, seguro y transparente del mundo.
No objetamos que usted muestre los colmillos de su intransigente predisposición y parcialidad política, pero suponíamos que debería haber tenido, más o menos claro, que el rol que desempeña como presidente de una institución, por cierto, severamente cuestionada y desprestigiada, trascienda completamente de sus caprichos e intereses personales y grupales y demanda un mínimo de respeto a los países y pueblos que la integran, sea del poder económico o de gobierno hegemónico.
En su carta panfletaria e irrespetuosa se contradice de forma y fondo, de cuerpo y alma en relación al concepto filosófico de la eficiencia democrática. Es prisionero de su concepción trasnochada de democracia autocrática y representativa.
Hubiésemos esperado que en su carta panfletaria e irrespetuosa, usted se pusiera a tono con los aires de libertad, de justicia, de paz y de teoría de liberación, exigidos por los nuevos tiempos y cambio de época y que de la misma, surgiera que están cubiertas todas las expectativas de una nueva orientación de la OEA, tanto y en cuanto a la democracia participativa, protagónica y ciudadana por encima de su desgastada concepción de democracia autocrática, representativa y primitiva. Digan lo que digan, más allá de las difamaciones e injurias, esta más que comprobado, No hay en el mundo, un sistema más justo, transparente y confiable, que el sistema electoral venezolano.
La Secretaria General de la OEA, que caprichosa y subjetivamente usted preside, es sectarea e indiferente al espíritu y esencia democrática, a la voluntad y libre albedrio del pueblo de ir al proceso electoral normal y pacíficamente. Su sesgo político e inobservancia a la constitución, leyes, normas y reglamentos electorales, lo hace incurrir en una grave e irresponsable falta en su rol de trabajo. Esta respaldando, haciéndose eco de un sector que reiteradamente viene atentando en contra de la seguridad de estado, del bien común, de las instituciones y del buen funcionamiento del proceso electoral venezolano.
Esta faltando grave e irresponsablemente a su trabajo, porque no está tomando en cuenta las condiciones objetivas en que se desarrolla el proceso electoral.es sospechoso y preocupante, que sin conocimiento de causa, emita resultados de un análisis prejuiciado, amañado, adulterado y falsificado de la realidad. Se esta convirtiendo por ignorancia o manipulación en tonto útil, en vocero oficioso de la oposición venezolana.
En este escenario. Usted ve para un solo lado, ya sea por complicidad o desconocimiento. Ese hecho pareciera la esencia de su conducta.
Usted esta a cargo de la Organización de Estados Americanos.OEA,por cierto, una institución con un historial repudiable. Usted debería de ser garante de objetividad, imparcialidad, equilibrio y balanza de justicia, en usted, deberían confiar todos los pueblos y gobiernos de nuestro continente.Lamentablemente.la OEA, sigue estando en deuda con los nuevos tiempos y con el cambio de época, con la democracia participativa, protagónica y ciudadana, más allá de sus caprichos personales e intereses grupales. Una elección legitima, legal, confiable, objetiva y transparente, como la que se realiza en Venezuela, necesita que todos los actores e instituciones involucradas jueguen limpio, que no se predispongan con análisis y juicios “sesudos” de laboratorios politiqueros, que no se vinculen con trastiendas, matrices de opinión tendenciosa y manipulada. El Consejo Nacional Electoral, las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas, el pueblo y el gobierno bolivariano, son garantes incondicionales al sagrado respeto soberano a la voluntad y libre albedrio de los venezolanos, del más pleno goce y disfrute de todos los derechos políticos, sociales y civiles.
Lo hemos visto insistir en su solicitud como “observador electoral” supuestamente, porque su trabajo, es velar por la justicia electoral en la región, porque la justicia electoral es requisito para el buen funcionamiento de una democracia. Todo eso suena muy bonito, pero su actitud y conducta desdice de esa sana intención. el contenido sesgado, prejuiciado y amañado de su carta panfletaria e irrespetuosa, al tomar posición por adelantado, sin ni siquiera dudar en relación a las tendenciosas e infundadas denuncias, de las cuales se hace eco, lo descalifican moral y políticamente para acompañar la transparencia de nuestro proceso electoral. Como diría Nicanor Moscoso. Presidente del Consejo de Expertos electorales de Latinoamérica (CELA)”Almagro ha descalificado y ha sellado la imposibilidad de que un organismo como la OEA, en su gestión de acompañamiento electoral, sea invitado” Como diríamos en Venezuela “ a lo chacumbele,se autoexcluyo”, el contenido de su carta temeraria, prevaricadora y difamatoria, atenta en contra del normal funcionamiento del proceso electoral.
Usted se hace vocero y utiliza a la OEA, de la cual Venezuela, aún es parte como que si fuese una franquicia de la oposición venezolana. El Consejo Nacional Electoral, le otorga garantías a todos por igual, lo que jamás podrá hacer, es satisfacer los caprichos e intereses antidemocráticos de algunos sectores que vienen transitando el camino de la anarquía y la desestabilización. Pretensión destemplada es ir en contra de valores y principios constitucionales, legales y normativos que rigen el proceso electoral. Los criterios legales y morales que presume esgrimir, están años luz alejados de su predisposición epistolar. Debería ser obligación de la OEA, asumir una postura de mayor respeto y equilibrio en el concierto de las relaciones internacionales.
Si mirara para todos los lados y no solo para su ombligo, estaría siendo consecuente con la objetividad e imparcialidad que su cargo demanda, Usted está comprometido con la insensatez y subjetividad, que no garantiza las plenas garantías democráticas. Usted falta negligente e irresponsablemente a su deber y obligación al hacerse eco de difamaciones, manipulaciones e injurias en contra del estado venezolano y el proceso electoral.
Su trabajo no es sabotear las elecciones justas, confiables y transparentes que se desarrolla en Venezuela, garantías y transparencia que se viene desarrollando a partir de 1999,se hizo lo necesario y se seguirá haciendo lo necesario, porque mas nunca vuelva a nuestro proceso electoral ,el fatídico axioma “acta mata voto”, es una cuestión de valores, principios y de justicia electoral.
Hacerse eco del saboteo, difamación e injuria en contra de la justicia y transparencia del proceso electoral venezolano, más que injerencia, es una canallada, una afrenta a nuestra soberanía e independencia, hacerse eco, atender chismes y reclamos sesgados e infundados es mucho más que una injerencia. Su miopía política. Requiere urgentemente de una visita oftalmológica. El problema no es que ve para otro lado, el meollo, el centro, la gravedad del problema, es que está viendo para un solo lado. Usted no está actuando por omisión y menos por inacción, Usted está actuando como vocero activo de la oposición venezolana.Usted, no está actuando a favor del pueblo, de los ciudadanos venezolanos, usted actúa deliberada y ciegamente a favor de sus propios intereses. En Venezuela. y usted lo sabe. Esta mas que garantizado el goce y disfrute de elegir y ser elegido libre, soberana y plenamente. Lamentamos que en otros procesos en la región no estén garantizados esos derechos, lo cual debería llamarlo a la reflexión, atención y ocupación.
Es por lo anterior que todos sus alegatos y fundamentos infundados para intervenir en nuestro proceso electoral lo descalifica moral y políticamente de acuerdo al más mínimo sentido común. Su evidente predisposición de tratar de desacreditar y descalificar nuestro proceso electoral, nos llevan a confirmar que un acompañamiento electoral bajo su tutela estaría mas cercano al saboteo, a la descalificación per se y brindaría desasosiego e intranquilidad a todos los venezolanos, antes, durante y después del proceso electoral.
Definitivamente, lo que esta fehacientemente demostrado es su desnivel y desequilibrio emocional y democrático. Sus condiciones generales del proceso y campaña electoral, no es más que una defensa a ultranza de todos los desatinos,desaciertos,
Luis Almagro, su posición es mucho mas insulsa que su antecesor. A quien o a quienes pretende engañar, A quien o a quienes, le está haciendo el mandado.
Es un horrendo crimen moral, hacerse cómplice de quienes mientes descaradamente. Es un horrendo crimen moral, tratar de presentar como victimas a victimarios. Pacíficamente la oposición ha generado violencia y muertes en Venezuela.
Al menos, haga lo imposible por mejorar su miopía política, esta viendo irracionalmente a un solo lado.
Ratificamos por todo lo expuesto en su panfletaria, prejuiciada e irrespetuosa carta, que esta descalificado moral y políticamente para acompañar el proceso electoral mas transparente, objetivo y confiable en el mundo.
Los venezolanos. Somos un pueblo en Almas por la vida, la paz, la libertad y la justicia social, en contra de las Armas de la muerte, la guerra, la esclavitud y la exclusión social.
Luis Almagro. Qué vergüenza con uruguayos universales como nuestros Mario Benedetti y Eduardo Galeano. Con respeto a la verdad y a la historia, debemos decirle que su alma, conducta y pensamiento están patas pa rriba.
Que vergüenza! De lo profano a lo ridículo. NO PASARAN.
rubenpereira.alba@gmail.com