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Vila Vila, 13-10-15.- El presidente Evo Morales entregó al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, las «Contribuciones Previstas y Determinadas” de Bolivia para salvar a la Madre Tierra (Pachamama), detalladas en 10 puntos, que forman parte de la propuesta de Bolivia para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 21), que se realizará en París a fin de año.
«Hay un debate en el mundo sobre la Madre Tierra, la Pachamama, y los gobiernos tenemos la responsabilidad de entregar un documento a las Naciones Unidas. (El nuestro)  llamado Contribución Prevista Determinada Nacionalmente del Estado Plurinacional de Bolivia, está preparado para cuidar la Madre Tierra”, dijo el Mandatario.

Según Morales, la propuesta plantea en el primer punto adoptar un nuevo modelo «civilizatorio” en el mundo, sin consumismo, «guerrerismo”, mercantilismo ni capitalismo, construyendo y consolidando un orden mundial para el «vivir bien”.
El segundo punto propone la construcción de un sistema climático basado en la responsabilidad con la Madre Tierra y con la cultura de la vida, para la realización plena de la humanidad.
El tercer punto plantea incentivar la protección de los derechos de la Madre Tierra, de forma articulada con los derechos de los pueblos.
El punto cuarto de la propuesta boliviana  defiende los bienes comunes y universales, como mares, agua, espacio atmosférico, promoviendo el acceso de los pueblos al patrimonio común.
El quinto aboga por la eliminación de patentes de las tecnologías y el reconocimiento del derecho humano a la ciencia y tecnología de la vida. El sexto pide a los gobiernos del mundo concebir el agua como un derecho humano. El séptimo ratifica la constitución de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Madre Tierra, «para facilitar que los países cumplan sus compromisos internacionales con el cambio climático”, en respeto a los derechos de los pueblos.
El octavo prevé destinar recursos de la maquinaria militar de las potencias imperiales y de los promotores de la guerra, para financiar las acciones de los pueblos contra el cambio climático.

El noveno punto aboga por la erradicación de la mercantilización de la naturaleza y de los mercados de carbono, que promueven millones de negocios climáticos, pero no resuelven el problema de la crisis climática.
Por último, explicó que el décimo punto promueve la descolonización de los recursos naturales, de visiones coloniales ambientales sesgadas, y que ven a los pueblos del sur simplemente como guardabosques de los países del norte.