G1globo/Agencias/MS

 

 

 

Río de Janeiro, 6 abril 2010 – Torrenciales lluvias causaron inundaciones y deslaves que han cobrado la vida de al menos 79 personas en el estado brasileño de Río de Janeiro, además de interrumpir el transporte público y paralizar comercios y escuelas, dijeron autoridades el martes. La mayoría de los decesos fue por deslizamientos de tierra, según bomberos. En la capital fluminense, al menos 26 personas murieron sepultadas por aludes en comunidades pobres de la ciudad, donde ya se han registrado 180 deslizamientos de tierra y se informa de unos 20 desaparecidos. En el municipio vecino de Niterói, 14 personas fallecieron sepultadas por aludes, mientras que en la localidad de Sao Goncalo se reportaron 9 víctimas, según el Gobierno estatal.

«Sacamos a por lo menos 40 heridos (y los llevamos) a hospitales del estado, además de atenciones proporcionadas en el lugar. Aún hay varios desaparecidos y nuestros efectivos se están movilizado íntegramente», dijo el sargento Monteiro, del Departamento de Relaciones Públicas del Cuerpo de Bomberos. Las fuertes lluvias que comenzaron el lunes son consideradas las más fuertes de los últimos 30 años en la ciudad y la previsión es que continúen durante todo el día. Muchas personas no consiguieron volver a sus casas el lunes, pues el transporte público fue afectado debido a inundaciones registradas en varias partes de la capital y de la región metropolitana.

 

«La situación es crítica. Son vías muy inundadas y paradas. La orientación para la gente es que no salga de casa y eviten los desplazamientos», dijo en declaraciones por teléfono el alcalde de Río, Eduardo Paes. En una rueda de prensa posterior, Paes informó que cayeron en promedio 288 milímetros de agua en la ciudad en menos de 24 horas y que hay al menos 10.000 residencias en lugares de riesgo, principalmente en cerros y favelas. «Es la mayor lluvia entre las grandes tragedias de la historia de Río de Janeiro», agregó Paes. El presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, canceló una visita que realizaría al barrio Complexo do Alemao, en la zona norte de Río de Janeiro, donde inauguraría obras del gubernamental Programa de Aceleración del Crecimiento. «La situación es crítica. Son vías muy inundadas y paradas. La orientación para la gente es que no salga de casa y eviten los desplazamientos», dijo en declaraciones por teléfono el alcalde de Río, Eduardo Paes.

La Laguna Rodrigo de Freitas, en la zona sur, se desbordó e inundó pistas en su entorno. La Plaza de la Bandera se anegó al inicio del temporal y cubrió varios automóviles que estaban en el lugar o que trataban de cruzar por la región. La calle Jardín Botánico, en la zona sur, y vías adyacentes también estaban totalmente inundadas. Los habitantes de Copacabana salían a trabajar el martes en la mañana caminando con agua a la altura de las canillas en las principales calles del barrio. Equipos de apoyo y rescate de Defensa Civil y del Cuerpo de Bomberos encontraban dificultades para llegar a los lugares de mayor riesgo. Había varias informaciones de deslizamientos de tierra en toda la capital fluminense.