Ancianos abandonados
 
Pedro Echeverría V.

 

1. Ayer se publicó que “más de la mitad de la población mundial de 65 años o más -unos 300 millones de personas- está excluida de los cuidados de larga duración (CLD), advirtió un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esa exclusión se debe a la falta de cobertura social para financiar el cuidado de los ancianos y a la carencia de personal especializado. El gasto público más bajo se registra en África, donde la mayoría de los países invierten cero por ciento del PIB en CLD. En América Latina los países con mayor déficit en la cobertura de los cuidados de larga duración son Brasil, Argentina, Colombia y México. El estudio afirma que la falta de atención hacia las necesidades de CDL pone de manifiesto la discriminación por razones de género y edad.

2. El viejo, el anciano, el abuelo –en la sociedad capitalista- cumple el mismo rol que el resto de la familia entre las clases sociales. Si bien en las antiguas civilizaciones no complicadas como la actual, la vejez era honrada y reconocida como una etapa plena de sabiduría y como se ha escrito: “En la Antigua Roma, el Pater familias era el varón más antiguo de la familia, el abuelo, bisabuelo, quien detentaba importantes poderes, siendo algo así como un rey dentro de la estructura familiar”; hoy en un capitalismo –cuyo único objetivo es conseguir o acumular dinero- como el estado no paga bien a los jubilados, la sociedad consumista y productivista en la que vivimos tampoco predica con el ejemplo y en muchas ocasiones no se le atribuye a los abuelos el real valor de lo que han aportado y se los considera como una carga..

3. La realidad es que dentro de cualquier plan de gobierno de Estado o nación, hay que asegurar que todos los habitantes de un país tengan garantizado o asegurado la alimentación, la vivienda, la salud y la educación. Lo demás, aunque depende de la organización y riqueza de una nación, quizá puede estar al rango se segunda importancia. Sin embargo muchas veces nos dicen que “la población creció mucho” y el presupuesto público no alcanza. Ese tipo de informes falsos o tontos no los puede dar ningún gobierno que por sus estudios de población tiene obligatoriamente que calcular y prever para varias décadas. ¿Cómo que no alcanza para jubilaciones, pensiones, viejos o ancianos, hospitales o educación porque “ya somos muchos? ¡Somos muchos, trabajamos más y producimos mucho más!

4. Para no variar, México siempre aparece en listas negativas: desempleo, emigración, pocas inversiones en salud, educación y vivienda, inseguridad, asesinatos y ahora en la falta de atención y cuidado de sus ancianos. El discurso de gobierno y empresarios de que “no hay dinero”, que “estamos en crisis” y hay que “hacer sacrificios” se repite para engañar al pueblo mientras los millonarios acumulan más riqueza. Nunca hay dinero para inversión o asistencia social, pero se dilapidan gigantescos capitales para pagar intereses de deuda, para invertir en negocios que han fracasado o de plano para inventar construcciones que lleven a multimillonarios desvíos en beneficio de particulares. Se evita presupuesto para asistencia social o para ancianos.

5. En México, como en Brasil, Argentina y Colombia, el problema de los viejos y ancianos de más de 65 años es el mismo del todo el sistema capitalista donde el 80 por ciento de la población vive en la pobreza junto a sus ancianos; un 15 por ciento de clase media se la rifa con sus ancianos y sólo el 5 por ciento de millonarios tienen a sus ancianos en las mejores condiciones de riqueza. ¿No es acaso lógico explicarse las condiciones de los ancianos africanos que viven en la miseria total respondiendo a las condiciones de ese continente súper explotado y saqueado? Hay incluso un pensamiento fascista que plantea eliminar a todos los seres que no producen riqueza material porque a los sesenta años no tienen fuerzas para trabajar.

6. En países industrializados o de medio desarrollo, los viejos se enfrentan a problemas tales: a) Los sistemas actuales de trabajo no tienen tareas que ofrecer cuando los individuos pierden sus energías. Los vemos de acomodadores de mercancía, de lava coches, pidiendo limosna o jardineros, b) Por desempleo o simple sustitución, es cada vez mayor el número de personas que salen de la etapa productiva antes de considerárselos ancianos, c) Las familias no pueden hacerse cargo de los mismos por razones de economía familiar o porque la pareja debe salir a trabajar, d) Porque los robos, asaltos e inseguridad están a la orden del día. Por cualquier cosa los ancianos no parecen tener cabida en esta sociedad de la competencia.

7. Se ha publicado que en países ricos y altamente especializados han surgido modernos centros residenciales para ancianos con asistencia médica y psicológica de vanguardia, con jardines, centros recreativos, talleres, etcétera. Lo mismo puede decirse de zonas residenciales donde obviamente se mantiene a un dos o tres por ciento de abuelos ricos privilegiados con todas las atenciones de médicos y enfermeras. La bronca es ese 80 por ciento de abuelos en el mundo y en México que está abandonado a su suerte por las familias proletarias explotadas que no les alcanza su ingreso para satisfacer sus necesidades humanas. Por ello me ha parecido que la publicación es un recordatorio, una llamada de atención a los dominadores de la sociedad capitalista.

 

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com