IGOR ZAREMBO/SPUTNIK
Desde marzo de 2011, la República Arabe Siria (RAS) sufre un conflicto armado que ha costado la vida a más de 220.000 personas, según estimaciones de la ONU, o más de 330.000, según la ONG «Observatorio Sirio para los Derechos Humanos», que realiza el seguimiento desde el Reino Unido.
Las tropas gubernamentales sirias se enfrentan a distintas facciones armadas, entre ellas los terroristas del Estado Islámico (EI) y del Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda.
EEUU insiste en la destitución del presidente sirio, Bashar Asad, y en relación con eso se opone a la prestación de cualquier ayuda a su régimen.
Entre tanto Rusia por su parte ha instado en más de una ocasión a la llamada «coalición internacional» que de manera infructuosa viene empleando aviones cazas para bombardear las supuestas posiciones terroristas, pero el pueblo advierte, que en muchas ocasiones sus bombas caen en zonas civiles en donde es muy difícil determinar quién es quién.
Rusia por su parte suministra al Gobierno de la República Árabe Siria armas ligeras, lanzagranadas, blindados y otro armamento, según publica el jueves pasado el periódico «Kommersant» citando a fuentes del sector de la cooperación técnica militar.
Rusia cumple sus contratos de armas con Siria dentro de la legalidad
Según fuentes militares rusas, explican: «En estos momentos se realiza o está a punto de concluir la entrega a Siria de varios lotes de armas ligeras, lanzagranadas, transportes blindados de personal BTR-82A, camiones militares Ural y otro armamento necesario para librar combates locales y trasladar a efectivos del Ejército sirio».
Los envíos se realizan «de conformidad con el derecho internacional, cumpliendo con los trámites pertinentes y en el marco de contratos vigentes» entre Moscú y Damasco, aseguran los interlocutores del diario.
De acuerdo a estas fuentes, parte de los suministros son financiados con fondos que el Gobierno sirio había transferido como adelanto del pago por sistemas antiaéreos S-300PMU-2 que Rusia «decidió no entregar tras unas consultas con Israel».
Los envíos rusos «deben ayudar considerablemente al Ejército sirio en su lucha contra el Estado Islámico», aseguran.
Entre tanto Washington, la cual ha sido sorprendida por los envios de Rusia, de ayuda humanitaria y militar a la RAS, considera inaceptable la ayuda militar de Rusia al Gobierno de Bashar Asad, dijo a «Kommersant» el portavoz de la Embajada de EEUU en Moscú, William Stevens.
«Es inadmisible prestar cualquier tipo de apoyo al régimen de Asad, ya que esto le permite evitar la búsqueda de un diálogo constructivo para poner fin al conflicto», afirmó. El portavoz de la legación estadounidense mostró su rechazo a la propuesta de Moscú de que las fuerzas gubernamentales sirias participen en la lucha internacional contra los yihadistas.
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