Elías Martínez
Así de incómodos nos sentimos nosotros, los latinoamericanos, cada vez que gigantes como Goliat se acercan a los David, porque aunque exista un supuesto negado de invasión tras de sí, sabemos que siempre existirá una relación de fuerzas innegable.
No es el caso de Rusia ni de China, cuyos acercamientos y relaciones bilaterales han sido por excelencia de cooperación, transferencia de tecnología, lucha contra el hambre y la exclusión y un elemental principio de respeto mutuo entre los pueblos, los grandes y los chicos.
Así de preocupados debieron sentirse los hermanos de Irak, Afganistán, Irán, Colombia, Haití y cientos de generaciones mas, regadas en las paginas pasadas y recientes de la humanidad, al ver acercarse al gigante estadounidense a sus fronteras en una supuesta lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, el hambre y la esclavitud. Vaya usted señor Obama y revise la historia marcada por su imperio, y solo verá lo que queda de una plantación de maíz o trigo arrasada por las langostas,…..muerte y desolación.
Esa medicina que trajiste al mundo, de la mano de tus padres fundadores, la que albergaba voluntades integradoras, la que ayudó a la humanidad a desarrollarse, la que sembró de esperanza a millones en la búsqueda del sueño americano, sucumbió ante las ansias de poder de los republicanos, de los descendientes del ku klus klan, del apartheid y del imperio romano, que ahora quieren conquistar a sus hermanos, colonizar en un siglo prohibido de esclavitud y donde además del cóndor imponente que te representa, también vuelan diversas las águilas y cóndores andinos, las aves majestuosas del amazonas y los tepúes, el águila esplendorosa de la cordillera suramericana y las palomas blancas que representan la libertad del hemisferio, libre de cercas, muros, bases o jaulas fabricadas, con un mensaje torcido, de lo que significa ser libre y soberano.
Amargo ha sido ese brebaje de supuesto alivio, el que le diste al mundo empobrecido y donde hoy lloran viudas y hasta ancianos, donde no florece vida que matasteis, bombardeando hospitales, caseríos, escuelas y hasta caminos. Probad Obama tu veneno, el de saberse solo y perdido. ¿Qué se siente tratar de reformar un sistema de salud privatizado y palpar en carne propia, las amenazas de muerte y las traiciones de tu bancada? ¿Qué se siente Obama perder liderazgo nacional e internacional y tu juego de piernas ensayado tantas veces desde el congreso, ya no da resultado?
Estas a tiempo todavía de levantar ese prestigio ganado en la fundación de tu país, cuando en vez de cerrarte entre leyes migratorias y muros odiosos, te abriste al mundo. Recoge tus brazos guerreristas y no siembres de terror a tus hermanos, haciendo más difícil tu supervivencia golpeada, al mantener unos cimientos enfermos de ambiciones, en un camino sin retorno hacia el olvido.
Patria, Socialista o Muerte……Venceremos