Página12
18 de junio 2015.- El gobierno socialista de Venezuela criticó a la empresa Procter & Gamble con sede en Estados Unidos por cobrar precios desorbitantes por productos de higiene femenina vendiéndolos a un quinto del sueldo mínimo mensual.
La empresa con sede en Cincinnati introdujo una nueva marca en su mercado venezolano llamada Always Postparto, vendiendo a 1289 bolívares la caja. Eso equivale a 3,50 dólares en el mercado negro o 228 dólares al cambio oficial del gobierno. Usuarios en las redes sociales se alarmaron porque la caja de ocho tampones y el paquete de seis unidades de toallas sanitarias Always Postparto de la firma pasaron a costar unos mil 400 bolívares, apenas 7 dólares al tipo de cambio oficial más alto, pero equivalente a casi una semana de salario mínimo mensual.
La ministra para la Mujer y la Igualdad de Genero, Gladys Requena, les dijo a los periodistas: “Esto es un acto criminal contra el pueblo de Venezuela. Es hora de denunciar a Procter & Gamble, que está jugando su parte en esta guerra económica contra el pueblo de Venezuela”. Requena llamó a las mujeres a manifestar su descontento.
El gobierno del presidente Nicolas Maduro culpa con frecuencia a las empresas extranjeras y a los opositores políticos apoyados por Estados Unidos, de dañar la economía de Venezuela acaparando mercancías, contrabandeándolas y aumentando los precios desmedidamente.
Sin embargo, Procter & Gamble dijo en una declaración que las toallas higiénicas Always Postparto son solamente una de una sarta de marcas que hay en ofertas, ofreciendo su producto básico Always a 19,7 bolívares, casi un 7000 por ciento más barato. Las toallas Post parto son un producto especializado para mujeres que han dado a luz recientemente.
“El compromiso de P&G de Venezuela durante 65 años de historia en el país siempre ha sido ofrecer los mejores productos para los consumidores venezolanos”, decía la declaración publicada en los medios locales.
La enorme disparidad de precios se ha convertido en algo común en Venezuela, donde algunos productos están sujetos a estrictos controles de precios pero los importadores a menudo cobran a los otros al equivalente en el mercado negro.
Muchos productos son, por un lado, absurdamente baratos para aquellos que tienen dinero fuerte para comprar bolívares en el mercado negro y, por otro, terriblemente caros para la mayoría que cobra en la moneda local.
El sueldo mínimo en Venezuela es de 6747 bolívares por mes. La inflación anual el año pasado fue del 69 por ciento y los economista consideran que esa cifra pueda llegar a una cifra de tres dígitos en 2015.
Los venezolanos están sufriendo una severa crisis económica, con gran desabastecimiento de productos básicos, las largas colas son moneda corriente afuera de los negocios y muchos que ahora ganan para vivir, revenden sus escasos bienes para logrando ganancias.
Por otra parte, más de 200 trabajadores han sido despedidos de la ensambladora de automóviles chino-venezolana Civetchi para evitar su sindicalización, denunció Donald Campos, secretario general del Sindicato de Ensambladores del estado Carabobo. Indicó que de los 500 trabajadores con los que se inició la firma, sólo quedan 280.
La empresa incurrió en una ilegalidad, ya que en Venezuela está vigente un decreto que garantiza la inamovilidad laboral, afirmó el dirigente sindical. Agregó que los trabajadores estaban subcontratados por nueve meses y fueron despedidos tras sufrir acoso laboral y ser acusados de robo de partes automotrices.