Earle Herrera

The Washington Post ha hecho un inesperado ejercicio de sinceridad. O de cinismo. El influyente diario analizó cómo los medios occidentales hubieran cubierto la muerte del joven afroamericano, Freddie Gray, asesinado por la policía gringa, en el caso de que Baltimore estuviera en otro país.

Les resumo las conclusiones del análisis: 1) habría numerosas entrevistas con analistas que predecirían una “primavera” en el país del crimen. 2) EEUU y la UE habrían condenado el auge del racismo, la persecución a las minorías y la brutalidad policial. 3) La ONU habría emitido una resolución condenando la militarización, la violencia policial y la corrupción del sistema judicial. 4) Los grupos mundiales de defensa de derechos humanos habrían pedido “facilitar asilo a las minorías étnicas procedentes del país represor” (faltó acotar: cualquier semejanza con la campaña contra Venezuela es pura coincidencia).

En verdad, The Washington Post pudo ahorrarse su análisis si revisa el tratamiento que ese diario y demás medios mundiales dan a lo que ocurre en nuestro país. No tenía que esperar que la policía estadounidense asesinara a otro joven afroamericano. A raíz de la ola de violencia desatada desde febrero de 2014 en Venezuela, lo que predice el Post en caso de que Baltimore estuviera fuera de Estados Unidos (en Caracas, por ejemplo), se queda corto. Desde entonces, solo los medios de EEUU han emitido más de 200 mensajes en contra de la patria de Bolívar.

A las conclusiones de The Washington Post hay que agregar el decreto ejecutivo de Obama, las leyes contra Venezuela del Congreso estadounidense, los remitidos de la Cidh, HRW y SIP, los premios a los victimarios para ponerlos como víctimas, la confabulación de ex presidentes de la derecha latinoamericana y mundial, la injerencia del parlamento europeo y del gobierno de Rajoy, más los alaridos de Hollywood, la industria cultural transnacional y el show business planetario.

El análisis de The Washington Post, por su pedestre cinismo, parece habérselo encargado ese diario al señor Fernando del Rincón, de CNN, con un toque de Fox, Univisión, ABC y El País de España.