Mario Bono
La legisladora Juana Huancahuari denunció en 2008 el traslado de la base militar norteamericana de la ciudad ecuatoriana de Manta por la de Ayacucho. En aquel momento Evo Morales llamó a consulta a su embajador en el Perú.“Es muy probable que la presencia de militares de Estados Unidos en el Perú haya sido una de las condiciones para la suscripción del TLC”, indicó la legisladora. “Se están creando las condiciones para que la población acepte en forma gradual su llegada bajo acciones seudo humanitarias y con la complacencia de algunas autoridades regionales”
Después de que el gobierno de Alan García negara esa posibilidad reiteradamente, las Fuerzas Armadas del Perú confirmaron que estaban negociando la instalación de una base militar norteamericana en territorio peruano. Esta base se ubicaría en Ayacucho, 575 kilómetros al sudeste de Lima y tiene una superficie de 43,8 mil km², que en términos de extensión es similar a la de Dinamarca o Estonia, y una población hacia 2007 de 613 mil habitantes.
El tiempo fue avanzando y el Ministerio de Defensa del Perú inauguró durante 2013 con Ollanta Humala de presidente, seis bases militares en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). Las bases están ubicadas en las cercanías a las localidades de Quillabamba y Puyuna, en la Región Cusco. Cada una de las bases demandó una inversión de aproximadamente seis millones de soles, unos 2.16 millones de dólares al tipo de cambio corriente. Para el 2014, se planeó la instalación y apertura de otras 12 bases de similar diseño. El Ministerio de Defensa del Perú ha confirmado en febrero pasado que se concesionarán 42 hectáreas de la base, en una zona que ya ha sido determinada, para la construcción de instalaciones de soporte logístico y administrativo, así como un antepuerto.
La periodista Vicky Peláez afirmo: «De acuerdo al reciente estudio de Heritage Foundation, “2015 Index of US Military Strengh” (25 de febrero 2015), el gobierno norteamericano se siente alarmando porque uno de sus “más fuertes adversarios, Rusia, está logrando formar una asociación estratégica a través de la cooperación militar, venta de armamento, tratados comerciales e inclusive la participación en la lucha contra el narcotráfico” en Latinoamérica. Y lo está haciendo con “los países pertenecientes a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) cuyos miembros como Cuba, Ecuador, Nicaragua y Bolivia perciben EEUU como su oponente ideológico”.
Actualmente China está proponiendo invertir 40 mil millones de dólares para construir un nuevo canal interoceánico en Nicaragua que será un rival en perspectiva norteamericana al Canal de Panamá. A la vez las Fuerzas Armadas chinas están igual que las rusas cada vez más activas en la región y participan en las maniobras militares no solamente con los países del ALBA sino con Argentina.
Barack Obama decidió expandir su presencia militar en América Latina a través del aumento de las bases militares. Ahora no se trata de las grandes instalaciones para futuras invasiones convencionales sino el uso de bases pequeñas, llamadas “Lily Pad Bases” con una infraestructura que puede expandirse en el plazo, en términos operativos, muy corto. Actualmente Estados Unidos tiene alrededor de 74 bases militares en Latinoamérica y el Caribe. Según el periodista y politólogo argentino, Atilio Borón, “con 25 bases militares EEUU tiene rodeado militarmente a Brasil y con 13 a Venezuela para tener el control sobre la Amazonía y el petróleo bolivariano”.
Al día de hoy tres batallones han llegado a Perú y se espera que la dotación ascienda a 3200 militares en 2015, un portaaviones de los Estados Unidos y una verdadera amenaza para los pueblos de la Patria Grande.