Pedro Echeverría V.
1. El gobierno peruano de Alan García mandó a prisión el pasado lunes –con lujo de violencia- al líder minero Antonio Quispe. Éste venía encabezando manifestaciones de los mineros por el respeto de sus derechos y por la libertad de Pedro Condori, secretario general del sindicato, encarcelado hace seis meses. ¿Puede alguna persona parecerle extraño, sorprenderse, por la actuación de los gobiernos de Perú, México, Colombia y otros gobiernos que de manera abierta defienden los intereses de los grandes capitalistas y que actúan como súbditos del los gobiernos yanquis? Hace 25 años, cuando García asumió por primera vez la Presidencia de Perú se llegó a pensar que representaba una alternativa antiimperialista que beneficiaba a los trabajadores, pero al poco tiempo, antes de entregar su gobierno, se vio que era un simple presidente al servicio del capital y del imperio y que había realizado una serie de fraudes; incluso tuvo que exiliarse.
2. En México sucede exactamente lo mismo: el líder campesino Ignacio del Valle y una decena de sus compañeros de San Salvador Atenco, llevan casi cinco años en prisión y ha sido condenado con penas que jamás podrán cumplir (112 años a Del Valle) por jueces –exactamente iguales a los de Perú- que sólo sirven a las indicaciones del presidente de la República en turno. Al líder del sindicato de electricistas (Esparza) y al líder de los mineros (Gómez Urrutia), se les ha estado preparando acusaciones tontas e imbéciles –como se hizo en 2004 contra López Obrador para eliminarlo de la candidatura presidencial- para meterlos a la cárcel. ¿Podría alguien pensar que esta brutal represión contra los mineros de Perú y los trabajadores de México es pura casualidad? ¿En qué se parecen Alan García y Felipe Calderón? Obviamente esos presos ni son los primeros, ni son los últimos y tampoco los únicos en Perú y México.
3. Quienes deberían estar en la cárcel son esos gobernantes (los García, Fujimori, Toledo, Salinas, Fox, Calderón) que con sus políticas han llevado a la pobreza, la miseria y, a muchos a la muerte, a millones de seres humanos. Durante sus gobiernos han saqueado a sus respectivos países es obvio, pero que con sus políticas les hayan causado gigantescas calamidades, está a la vista al ver las condiciones de vida de la mayoría de los habitantes de esas naciones. ¿Quién va a meter a la cárcel a esos personajes si sus compinches de partido y clase política siguen gobernando y en el poder? Realmente es doloroso e indignante que a los directos productores de las riquezas de un país –a los trabajadores- se les persiga y se les encarcele por el sólo hecho de reclamar sus derechos y defender la vida de sus familias. Lo que siempre sucede es que a los trabajadores nos dividen, nos enfrentan y nos golpean uno a uno.
4. Quizá ayude a las luchas de los trabajadores explotados, perseguidos y encarcelados la noticia que el próximo 19 de abril deben reunirse en Caracas cientos de organizaciones de trabajadores y políticas. Se pretende crear una gran organización que busca unir las luchas sociales en el mundo. Le han llamado la V Internacional en honor a otras cuatro internacionales que jugaron un importante papel en el mundo. La Primera fundada en 1864 por Marx y Bakunin en Londres, la II proclamada en 1889 por Berstein y Kaustky en Alemania, la III que organizó Lenin en 1919 en Rusia, la IV que creó Trotsky en 1938 y esta V que en abril pretende crearse en Venezuela con la convocatoria de Hugo Chávez. Quizá no salgan los acuerdos y se organicen las luchas socialistas que todos deseamos, pero no puede dejarse de reconocer los esfuerzos para la creación de una Internacional que ayude a plantear y luchar por otras alternativas de los pueblos que vean que otro mundo es posible.
5. ¿Cómo podemos permitir que la internacional de los explotadores y opresores del mundo, encabezados por el gobierno de los EEUU y los de otras grandes potencias sigan imponiendo sus políticas económicas y no encuentren ninguna resistencia de los trabajadores? Aunque esta V Internacional sólo llegara a durar diez años no puede haber duda que será una gran experiencia y una ayuda a las luchas de los pueblos. ¿Cuánto años han durado los “foros social mundial” que al iniciarse el siglo XXI reunieron cada año en Brasil y otros países entre 50 y 100 mil luchadores sociales? ¿Cuántos participantes de esos foros se manifestaron en decenas de países para protestar y tratar de impedir acuerdos lesivos a los intereses de los trabajadores? Sin duda habrán muchos problemas a resolver en las reuniones internacionales de Caracas, tales como las formas más inteligentes para enfrentar las agresiones imperialistas, etcétera, pero esa es la tarea.
6. Me encantaría que esa misma tarea de organización que tiene la V Internacional: la de conciliar posiciones políticas y organismos de lucha, se convierta en la tarea que en cada país deberíamos cumplir para aglutinar posiciones y organizaciones de trabajadores y de izquierda social. Quizá ese sea un magnífico resolutivo: que en cada país –como fue la consigna de la III internacional- se funde una filial de la Internacional que tuviera la capacidad para agrupar y coordinar las luchas sociales. El objetivo del Foro Social Mundial que en sus tres primeros años tuvo como sede Porto Alegre Brasil no fue nunca concentrar fuerzas sino, al contrario, ser totalmente abierto y con ese objetivo cumplió su papel en una década. La V Internacional, aunque busque concentrar fuerzas no podrá centralizar mandos porque ese modelo ha sido desechado por la realidad. Es urgente coordinar fuerzas de trabajadores a nivel nacional y mundial, pero ya no podrán funcionar las órdenes arriba-abajo.
7. La batalla por la libertad de los trabajadores del mundo, perseguidos y encarcelados en Perú, México, Colombia y otros países capitalistas, por las grandes burguesías explotadoras y opresoras, no puede olvidarse. Pero para ganarlas hay que poner el acento en poderosos movimientos de las masas trabajadoras. Las leyes valen un carajo porque fueron hechas y son puestas en práctica por la misma “justicia” de los poderosos. No debemos permitir que a los luchadores más honestos y entregados a las causas de los trabajadores sigan persiguiéndolos, encarcelándolos e, incluso, asesinándolos. Tenemos la obligación de buscar todas las experiencias que haya en el mundo para que los trabajadores se organicen en grandes fuerzas para aplastar a los gobiernos opresores. Por eso ahora me alegra la convocatoria a la fundación de la V Internacional que puede ser un paso importante ante las agresiones burguesas.