Martín Ríos Guerra

 

Nuevamente el Frente Para la Victoria en ciudad de Buenos Aires va rumbo a una derrota segura como ocurriera en toda la historia de la política de la capital argentina, especialmente en las últimas dos elecciones en las que el candidato de la derecha, Mauricio Macri, ganara al candidato del FPV, Daniel Filmus, permitiendo así que el actual jefe de gobierno porteño se abriera paso a la candidatura a presidente para este año 2015 con reales posibilidades de ganarlas.

La elecciones primarias PASO  se realizarán el 26 de abril, mientras que las elecciones generales serán el 5 de julio (primera vuelta) y el 19 de julio (segunda vuelta) donde el kirchnerismo resolvió la postulación del presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, como uno de los precandidatos a jefe de Gobierno y la lista para legisladores será encabezada por el siempre ministro de Trabajo, Carlos Tomada.

Además de Mariano Recalde, la legisladora Gabriela Cerruti y el funcionario Gustavo López (Concertación FORJA) competirán por la jefatura de gobierno y adherirán a una única lista, encabezada por Tomada.

Por otro lado, el diputado nacional Carlos Heller y el legislador Aníbal Ibarra también serán precandidatos por el Frente para la Victoria pero, tras acordar con el ex canciller Taiana  referente del Movimiento Evita, anunciaron que irán a las PASO con una lista común de postulantes a legisladores (encabezada por Edgardo Form) con una segunda lista.

En una estrategia de crear listas sin participación de los diversos sectores que forman parte del kirchnerismo muestran el sectarismo de un espacio político que se muestra como progresista al momento de enunciar algunos aspectos de su pensamiento y acción pero que a la hora de decidir a precandidatos y precandidatas a jefe de gobierno y en la conformación de listas de legisladores, muestra su rostro profundamente opaco y excluyente de vastos sectores que participan de la vida ´política dentro del Frente Para la Victoria.

Estas prácticas muestran el caracter fuertemente retrógrado de las estructuras partidarias del kirchnerismo de la capital y es la evidencia de una segura derrota electoral en el distrito vidriera del país, que junto a las elecciones en Santa Fe y Córdoba, sin posibilidades de triunfos en favor del gobierno, pone en peligro una victoria del proyecto político a nivel nacional conducido por nuestra presidenta Cristina Fernández.

 

Estas «roscas» poco favor le hacen a la presidenta y al proyecto en un distrito profundamente gorila como el porteño, de alto consumo y nivel de vida que posee exigencias más elevadas que el resto del país y que no se conforma con las políticas nacionales que ne la capital poco impacto tienen.

Nuevamente el ajedrez político hacia el jaque mate, generado por la falta de liderazgos confiables, concientes, formados,  y eficientes en el principal distrito político del país, llevan al gobierno a su tercer derrota electoral y ponen a Macri en el podio de la candidatura a presidente, pues su partido espera alcanzar un triunfo en primera vuelta en las elecciones a jefe de gobierno, conquistar el 1ro o 2do lugar en Santa Fe y Cordoba para posicionarse en las presidenciales y arrebatar el gobierno al kircnerismo para restaurar el neoliberalismo real en el país.