La Jornada


José Miguel Insulza fue relecto este miércoles como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para otros cinco años, en una votación por aclamación ante la falta de rivales para el veterano político chileno.

Nada más concluir los aplausos que confirmaron su puesto, Insulza agradeció una relección que dijo recibir «con humildad pero también alegría» y defendió la validez del organismo que seguirá dirigiendo cinco años más con el compromiso de «seguir luchando por fortalecer la democracia representativa que nos hemos ganado con tanto esfuerzo».

«Una organización hemisférica tiene sentido de existir no solamente por razones geográficas, sino porque compartimos un conjunto de valores e ideas y tratamos de llevarlas a la práctica, y son esas ideas y compromisos libremente asumidos -recalcó- los que deben guiar siempre nuestra gestión», sostuvo Insulza.

Aunque la relección de Insulza estaba prácticamente garantizada no sólo por la falta de rivales sino porque el suficiente número de países miembro ya habían adelantado su apoyo al chileno, fueron varios los gobiernos que hoy reiteraron que su respaldo está condicionado.

 

Antes de la votación, el embajador permanente ante la OEA de Venezuela, Roy Chaderton, anunció su apoyo a Insulza «como gesto de buena voluntad», pero expresó unas «limitadas reflexiones» para el secretario general, al que advirtió de que la OEA «debe acostumbrarse a coincidencias y disidencias».

Asimismo, se manifestó en contra del proyecto programático de Insulza de reformar la Carta Democrática Interamericana -un requisito que por el contrario le han reclamado a cambio de sus apoyos países como Estados Unidos o el propio Chile del que es oriundo.

«Tenemos una Carta que ya empieza a ser puesta en duda por factores que aspiran a intervenir con mayor poder en las democracias disidentes», denunció Chaderton ante la Asamblea General extraordinaria reunida en la sede de la OEA en Washington.

En similares términos se pronunció su par de Nicaragua, Denis Moncada, quien llamó a que la OEA «no siga siendo un instrumento del imperio».

«Apoyamos la relección para que Insulza y Ramdin (el secretario adjunto que también aspira a la reelección) cumplan con sus funciones sin extralimitaciones ni abusos de poder ni que acepten presiones de potencias que sistemáticamente intervienen en los asuntos internos de los Estados», agregó.

Por su parte, Bolivia, miembro junto a Venezuela y Nicaragua de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), fue el único Estado que se abstuvo de la votación de Insulza, si bien dijo que no «objetaría» su relección por aclamación.