Braulio Martínez Zerpa
Absolutamente nada de lo que suceda en el mundo debe ser analizado fuera de lo que ocurra en el contexto de los acontecimientos mundiales. Verbi gracia; si hablamos del fracking, no podemos decir que es un fenómeno de un determinado país; por el contrario, debemos estudiarlo en el entorno de la guerra económica desatada por el imperio para obligar la baja de los precios del petróleo, de manera que afecte a los grandes productores de esta fuente de energía; sobre todo, de aquellos productores que son blanco específico de sus apetencias geopolíticas, como lo son Rusia, Irán y Venezuela. De la misma forma, el acercamiento del imperio hacia Cuba no podemos enfocarlo como un hecho bilateral, sino como parte de de los planes de guerra imperiales para dominar el mundo. Sobre esto debemos decir que el imperio cruzó, hace ya un tiempo, la línea de no retorno; su economía está totalmente quebrada, con una deuda trillonaria, (un millón de billones) que ellos creen que pueden subsanar emitiendo billetes sin respaldo alguno, aunque ellos saben muy bien que con unas pocas acciones económicas de Rusia o de China el Dólar se queda enterrado para siempre. La conclusión aquí es que el imperio necesita, urgentemente, una guerra a gran escala para tratar de reflotar su economía y tener el camino libre a sus macabros planes de dominación mundial. Con esto en mente volvamos al caso de sus relaciones con Cuba.
En primer lugar, existía una no relación entre EEUUAA y Cuba, el imperio se cansó de tratar de aislar a éste País caribeño, solamente separado de sus costas sureñas por 90 millas, donde cualquier misil de corto alcance no tiene que esforzarse mucho para llegar a cualquier parte de La Florida. Ellos controlan La Isla, pero no pueden controlar a dos potencias mundiales que los superan, ampliamente, en poderío. Entonces, qué sucede, pues bien acontece; y, aquí volvemos al contexto mundial que, como ya dijimos, EEUUAA necesita, urgentemente una guarra global, de grandes proporciones, que le permita, por un lado, la recuperación económica y, por el otro, que lo posibilite para el logro de su objetivo teleológico (final) de establecer su dominio mundial, pretendiendo, de paso, suplantar a El Creador. Por eso dijimos que el imperio ya había cruzado la línea de no retorno, no es posible, sin esa guerra, subsanar su bien maltrecha economía, a tal punto que el representante del Pentágono ha declarado que no tienen con qué pagar a sus Fuerzas Armadas. Cada día que pasa sus grandes contendores: Rusia y China, agrandarían, con holgura, la ventaja que les llevan. Por eso dije en uno de mis recientes artículos, que el imperio atacaría a Rusia al inicio de la primavera de este año, pero que antes lo haría con Venezuela, dado que la envergadura de un contienda de esta magnitud iba a requerir del petróleo venezolano (este artículo se encuentra publicado en Aporrea en la Página: aporrea.org/autores/BMZ). En consecuencia alerté a nuestro Gobierno, de la necesidad de prepararnos, sobre la marcha, para negarle, con éxito, al imperio nuestro petróleo; espero que estén trabajando sobre esto con la debida urgencia. Los discursos son como la poesía, agradables a nuestro oído pero totalmente inocuos frente a una invasión, en consecuencia, hay que actuar de inmediato, porque el tiempo para ello ya se nos acabó; y, si la providencia nos ha regalado un tiempito extra, caramba utilicémoslo en poner en ejecución, de inmediato, el concepto del “pueblo en armas”, que es lo único, que en estos momentos, nos puede salvar, no solo a nosotros, sino al mundo entero de la barbarie del imperio. Hay que pensar en el futuro de nuestros hijos, de nuestros nietos y en el futuro de la humanidad; pensemos que si fallamos nosotros y contribuimos al hundimiento del mundo libre, la historia nos bombardeará por los próximos siglos.
En segundo lugar, el imperio se está acercando a Cuba, no solo para impedir que sus contendores instalen, tal y como ellos (la OTAN) lo están haciendo alrededor de Rusia, bases militares dotadas de misiles de defensa y de ataque, de corto, mediano y largo alcance. Debo aclarar, que a Venezuela la tienen, también, rodeada de bases militares (7 en Colombia, 2 en Curazao, 1 en Aruba, 10 en Panamá y 1 en Costa Rica). Espero, que ahora, nos demos cuenta del por qué de la existencia de estas grandes instalaciones militares, a nuestro alrededor, que no es otro que nuestro petróleo.
De otra parte, el imperio está, igualmente, interesado en acercarse a Cuba para colocar su economía al servicio del imperio; ya los Congresistas imperiales están en Cuba inspeccionando el terreno, y no nos sorprendamos de la realización de acciones tendientes a volver a colonizar a un digno País contiguo a sus aguas territoriales. China y Rusia han mostrado interés en mantener estrechas relaciones con este País caribeño, lo que, sin duda, ha movido al imperio a relajar ciertas medidas que hagan ver a Cuba y al resto del mundo que ellos son muy humanitarios y que esto lo hacen para aliviar las penas de sus habitantes; cuando todos sabemos de las aviesas intenciones detrás de esta gran farsa. Yo les pregunto, ¿por qué el imperio dice que no retirará el bloqueo de más de cincuenta años sobre Cuba?, muy sencillo, porque así mantendría alejados a China y a Rusia de cualquier intento de montar bases militares en dicho País. Es, simplemente, un juego de ajedrez torcido donde todo lo bueno es para el imperio y todo lo malo es para el resto.
Ahora bien, analizando esto en el contexto mundial, me pregunto, qué significa este relajamiento de las sanciones imperiales a Cuba, muy sencillo, significa que estamos al borde de una gran conflagración mundial; y, cuál sería la contribución de Venezuela para que este gran derramamiento de sangre no se dé, al menos para el momento planificado por el imperio, la respuesta sería, retardar que el imperio se ponga en nuestro petróleo antes y durante la supuesta invasión a Rusia; esto supone, igualmente, la neutralización, efectiva, de nuestra oposición fascista y apátrida, que está conspirando contra nuestro País, al lado del imperio. Última pregunta, por cierto, desesperada: ¿está nuestro País preparado para ello? Si no lo estamos, entonces, hay que pedir ayuda urgente, recordando que los descuidos se pagan caro y los culpables somos todos nosotros.
Independencia y Patria Socialista.