Percy Francisco Alvarado Godoy
Principales direcciones de la guerra ideológica anticubana en el marco del proceso de acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.
El actual proceso de acercamiento entre las dos naciones genera un contexto peculiar en el que se irán perfilando nuevas formas en el ataque mediático contra Cuba, en la medida que los acontecimientos se manifiesten en pleno desarrollo.
Es por ello que un examen de la manera en que se irán manifestando las direcciones del ataque mediático y las actividades subversivas debe realizarse en tres escenarios diferentes.
1) En corto plazo:
● La movilización mediante campañas mediáticas de diversas matrices de opinión encaminadas a vulnerar y cuestionar cualquier manifestación de entendimiento, diálogo o medidas dirigidas al desarrollo de las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos.
Estas campañas están encaminadas a impostar el discurso político de la ultraderecha anticubana en el Congreso, los grupos mafioso-reaccionarios radicados en el exterior y los diversos líderes de los grupúsculos contrarrevolucionarios internos, generando matrices de opinión sobre la base del actuar provocador de los mismos, sosteniendo las siguientes direcciones:
– Todo proceso de acercamiento en el plano político y económico fortalece solo al gobierno cubano.
– La llamada “sociedad civil” –entiéndase la contrarrevolución interna y los grupos reaccionarios en el exterior-, deben de ser incorporados en las conversaciones bilaterales entre ambas naciones. Al igual, deben incorporarse a los llamados grupos del “exilio”.
– Usar a la contrarrevolución interna, principalmente a los mercenarios viajeros, para mantener el proceso de distorsión de la realidad cubana en diversos escenarios internacionales, como forma de presionar a la administración norteamericana y fortalecer las posturas anticubanas dentro del Congreso. En este sentido, no se descarta el empleo de estos mercenarios en foros paralelos a la realización de la Cumbre de la Celac en Costa Rica y la Cumbre de las Américas en Panamá.
● Generar fabricados eventos provocativos dentro de Cuba por parte de grupos contrarrevolucionarios con la finalidad de crear una imagen de falsa victimización ante la respuesta de las autoridades cubanas.
– Algunos de estos shows mediáticos serán protagonizados por cubanos residentes en el exterior mediante la implementación de proyectos que sirvan para cuestionar el actuar del gobierno cubano en relación con las llamadas libertades de expresión y derechos humanos, como el reciente caso en que se vinculó Tania Bruguera.
– Buscar las detenciones de los recientemente liberados “presos políticos” para poner en duda la intencionalidad y responsabilidad de la parte cubana en sus compromisos con la parte norteamericana.
– Ante brechas existentes en nuestro Código Penal actual, buscar el cuestionamiento de las medidas judiciales adoptadas por las autoridades cubanas para enfrentar a las provocaciones montadas por la contrarrevolución interna.
– Arreciar el ataque mediático en las redes sociales y en la blogosfera contrarrevolucionaria, sobre todo en temas como represión y libertad de expresión.
– Difundir rumores sobre la transparencia del actuar del gobierno cubano en el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, confundiendo y generando falsas expectativas dentro de la población.
– Vulnerar la unidad ideológica de nuestro pueblo presentando el proceso de acercamiento como muestra de una debilidad del gobierno cubano y sugiriendo un abandono de las posiciones mantenidas por la Revolución.
● Tratar de presionar al gobierno norteamericano para que éste, a su vez, ejerza presión sobre la parte cubana para permitir la legalización de aquellos medios que, como Radio/TV Martí, han sido voceros tradicionales del discurso enemigo. De esta manera, con el pretendido libre acceso a Internet, permitir la diseminación del discurso anticubano entre nuestra población.
2) A mediano plazo.
El establecimiento de una sede diplomática norteamericana en Cuba, probablemente una de las mayores en Latinoamérica, superior incluso a las misiones diplomáticas en países como México, Venezuela, Brasil y Ecuador, entre otros, crearía un ambiente propicio para:
– Validar la presencia de un numeroso grupo de agentes de órganos federales norteamericanos dedicados al espionaje y a la creación de y fortalecimiento de grupos subversivos.
– Realizar procesos de elaboración de perfiles entre los miembros de la sociedad cubana actual –artistas, intelectuales, ex militares y otras figuras-, con vistas a su posterior reclutamiento como posibles agentes de cambio dentro de la misma.
– Tratar de crear las condiciones para la conformación de sindicatos “independientes”, fundamentalmente con aquellos sectores beneficiados por las medidas de favorecimiento financiero que la apertura hecha por Obama pudiera generar en la pequeña iniciativa privada y en otros sectores de la población.
– Realizar una búsqueda sobre el terreno de líderes ajenos a la cuestionada contrarrevolución interna con vistas a ser usados como aglutinadores de sectores poblacionales con vistas a crear organizaciones que a largo plazo pudieran devenir en partidos políticos contestatarios.
– Aprovechar la brecha generacional existente en la actualidad para promover figuras contestatarias dentro de la intelectualidad cubana, así como en sectores artísticos y en sectores específicos de nuestra juventud, asociándolos a nuevos proyectos subversivos.
– Promover cursos e intercambios científicos y culturales en los que se incorporen personalidades jóvenes con los que se trabajará para ser usados como promotores de una nueva diversidad ideológica.
● A largo plazo:
– Crear dentro de la actual sociedad cubana, bajo el influjo de la ideología burguesa, el estado de necesidad de cambio, lo que representaría que asumieran posiciones de rechazo al socialismo y la búsqueda de un cambio político.
– Presentar plataformas sindicales y políticas alternativas.
– Intentar promover una ruptura a favor del pluripartidismo, del “libre sindicalismo” y a favor del desarrollo de la propiedad privada.
Esto son, a grandes rasgos, las pretendidas opciones por la que apuestan tanto la actual administración norteamericana como aquellos sectores que promueven el proceso de acercamiento hacia Cuba.