Paul Craig Roberts
Washington es el causante del conflicto que se ha estado arrastrando durante un tiempo. Rusia estaba demasiado débil como para hacer algo al respecto cuando el gobierno de Clinton llevó a la OTAN hasta sus fronteras e ilegalmente atacó a Yugoslavia trozando al país en pequeñas partes fáciles de controlar. Del mismo modo, Rusia estaba demasiado débil como para hacer algo cuando el gobierno de George W. Bush se retiró del tratado anti-misilístico, ABM(sigla en inglés) e inició la ubicación de bases anti-misilísticas cerca de las fronteras rusas. Washington le mintió a Moscú que el propósito de las bases era proteger a Europa de los inexistentes proyectiles balísticos intercontinentales, ICBM(sigla en inglés) iraníes. No obstante, Moscú entendió que el propósito de las bases anti-misilísticas apuntaban a reducir la fuerza disuasiva nuclear de Rusia y por tanto fortalecer la capacidad de Washington para forzar a Rusia a firmar acuerdos que comprometieran su soberanía.
Para el verano del 2008 la potencia rusa estaba de regreso. El ejército de Georgia, entrenado y equipado por Estados Unidos e Israel atacó a la república separatista de Osetia del Sur durante las primeras horas del día 8 de agosto matando a personal pacificador ruso y a civiles de la población. Unidades militares rusas respondieron instantáneamente y dentro de pocas horas el ejército georgiano entrenado y equipado por Estados Unidos fue derrotado y expulsado. Georgia pasó a las manos de Rusia otra vez, provincia que había sido durante los siglos XIX y XX.
Putin debió haber enviado a la horca a MijailSaakashvili, el títere instalado por Washington, que instigó la “revolución rosa” como presidente de Georgia y haber incorporado al país en la Federación de Rusia. En cambio, en un error estratégico, Rusia retiró sus fuerzas y dejó en su lugar al régimen títere de Washington para causarle futuros problemas.
Washington está haciendo todo lo posible para incorporar a Georgia en la OTAN y de este modo agregar nuevas bases militares en las fronteras rusas. Sin embargo, en ese entonces, Moscú pensó que Europa era más independiente de Washington y confió en las buenas relaciones con Europa para mantener las bases militares norteamericanas fuera de Georgia.
Actualmente, el gobierno ruso ya no se hace ilusiones en el sentido que Europa es capaz de tener una política exterior independiente. El Presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado públicamente que Rusia aprendió que la diplomacia con Europa no tiene sentido, puesto que los políticos europeos representan los intereses de Washington y no los de Europa. El Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, recientemente reconoció que el status de Nación Cautiva de Europa ha dejado en claro que los gestos de buena voluntad de Rusia no son capaces de producir resultados diplomáticos.
Con las ilusiones de Moscú hechas pedazos en el sentido que la diplomacia con Occidente puede producir soluciones pacíficas, la realidad se ha hecho presente, reforzada por la satanización de Vladimir Putin por parte de Washington y sus estados vasallos. Hillary Clinton tildó a Putin de ser el nuevo Hitler. Mientras Washington incorpora a las antiguas partes constituyentes de los imperios ruso y soviético en su propio imperio y bombardea a siete países, grita que Putin es militarmente agresivo y que intenta reconstituir el imperio soviético. Washington arma al régimen neo-nazi que Obama instauró en Ucrania, al tiempo que alega que Putin ha invadido y anexado provincias ucranianas. Todas esas desvergonzadas mentiras son reiteradamente repetidas por la venal prensa occidental. Ni siquiera Hitler tuvo una prensa tan obediente como Washington.
Cada esfuerzo diplomático de Rusia ha sido bloqueado por Washington y se ha quedado en nada. De tal modo que Rusia se ha visto obligada por la realidad a poner al día su doctrina militar. La nueva doctrina aprobada en 26 de diciembre pasado, establece que Estados Unidos y la OTAN constituyen la mayor amenaza a la existencia de Rusia como país independiente y soberano.
El documento cita a la doctrina de guerra de ataque nuclear preventivo de Washington, al despliegue de bases anti-misilísticas, a la ampliación de las fuerzas de la OTAN y al intento de instalar armamento en el espacio sideral, como una clara indicación que Washington se está preparando para atacar a Rusia.
Por otra parte, Washington también está librando una guerra económica y política contra Rusia tratando de desestabilizar su economía mediante sanciones económicas y ataques contra el rublo. El documento ruso reconoce que Rusia enfrenta la amenaza occidental de cambio de régimen a ser alcanzado a través de “acciones que apunten al cambio violento del orden constitucional ruso, la desestabilización del ambiente político y social y la desorganización del trabajo de las instituciones de gobierno, instalaciones vitales civiles y militares y la infraestructura informativa de Rusia.” Organizaciones no gubernamentales financiadas desde el extranjero y medios de prensa rusos de propiedad extranjera, son herramientas en manos de Washington para desestabilizar al país.
La irresponsable y agresiva política de Washington contra Rusia ha resucitado la carrera armamentista nuclear. Rusia está desarrollando dos nuevos sistemas de proyectiles balísticos intercontinentales y en el 2016 desplegará un sistema de armamentos diseñado para anular los sistemas anti-misilísticos norteamericanos. Abreviando, los perversos belicistas que gobiernan en Washington han puesto al mundo el la vía de un Armagedón nuclear.
Ambos gobiernos, el ruso y el chino comprenden que su existencia está siendo amenazada por las ambiciones hegemónicas de Washington. Larchmonter informa que con el objeto de derrotar los designios de Washington de marginalizar a ambos países, los gobiernos ruso y chino han decidido unificar sus economías en una sola y fusionar sus comandos militares. De aquí en adelante, Rusia y China se desplazan juntas en los frentes económico y militar. http://www.mediafire.com/view/08rzue8ffism94t/China-Russia_Double_Helix.docx
La unión del Oso con el Dragón reduce el enloquecido sueño “del Siglo Norteamericano” de los neo-conservadores a una peligrosa tontería. Tal como lo dice Larchmonter, “Estados Unidos y la OTAN necesitarían a Miguel Arcángel para derrotar a China y Rusia y a todas luces Miguel Arcángel se alineó con el Oso y su cultura Ortodoxa. No existe el armamento ni la táctica ni la estrategia concebible en el futuro cercano capaz de dañar a cualquiera de estas economías en alza que ahora son complementarias.
Larchmonter ve esperanzado la nueva geopolítica creada por la unidad entre Rusia y China. Yo esto no lo discuto, pero si los arrogantes neo-conservadores se dan cuenta que su política hegemónica ha creado un enemigo sobre el cual Washington no puede prevalecer, ellos propondrán un ataque nuclear preventivo antes que el comando unificado ruso-chino esté operativo. Para frustrar un ataque por sorpresa, Rusia y China deberán activar una alerta nuclear total.
La economía norteamericana y en verdad toda la economía orientada hacia Occidente desde Japón a Europa, es un castillo de naipes. Desde que la recesión económica se inició hace siete años, la totalidad de la política económica occidental ha sido dirigida en apoyo de unos cuantos bancos recrecidos, hacia la deuda soberana y hacia el dólar norteamericano. En consecuencia, las mismas economías y la capacidad de las poblaciones para mantenerse se han deteriorado.
Los mercados financieros se basan en la manipulación y no en fundamentos. La manipulación no es sostenible. Al explotar la deuda, las tasas negativas reales de interés no hacen ningún sentido. Con los ingresos reales de los consumidores, el crédito real de los consumidores, las ventas reales estancadas o en caída, el mercado de valores es una burbuja. Con Rusia y China y otros países alejándose del uso del dólar para saldar sus cuentas internacionales, con Rusia desarrollando una red financiera alternativa al SWIFT, los BRICS desarrollando alternativas al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial y en otras partes del mundo que están desarrollando sus propios sistemas de Internet y sus propias tarjetas de crédito, el dólar norteamericano junto con las divisas de Japón y de Europa, que están siendo impresas en apoyo al valor de cambio del dólar norteamericano, podrían experimentar una dramática caída en su valor de cambio, lo cual haría que Occidente, que depende de las importaciones se torne disfuncional.
En mi opinión, los rusos y los chinos demoraron demasiado en comprender la maldad que domina en Washington. Por lo tanto, ambos países arriesgan un ataque nuclear adelantándose a la capacidad operativa total de su defensa conjunta. Ya que la economía occidental es un castillo de naipes, Rusia y China podrían hacer colapsar la economía occidental antes que los neo-conservadores empujen al mundo hacia la guerra. Ya quela agresión de Washington contra los dos países esta clara como el agua, Rusia y China tienen todo el derecho del mundo para tomar contra medidas.
Mientras Estados Unidos y la Unión Europea libran una guerra económica contra Rusia, esta podría alegar que al arruinar su economía Occidente estaría privando a Rusia de su capacidad para cancelar los préstamos de los bancos occidentales. Si esto no liquida a los débilmente capitalizados bancos de la Unión Europea, Rusia podría anunciar que como los países de la OTAN, reconocidos oficialmente en la doctrina militar rusa como enemigos del estado ruso, Rusia dejaría de apoyar la agresión de la OTAN contra ella vendiéndole gas natural a los países miembros de la OTAN. Si el cierre de gran parte de la industria europea, las tasas de desempleo subiendo rápidamente y las quiebras bancarias no provocarían la disolución de la OTAN y de este modo pondrían fin a la amenaza, China podría entrar en acción.
Los chinos mantienen una enorme cantidad de valores financieros denominados en dólares. Al igual que los agentes de la Reserva Federal, los bancos centrales bajan los precios mediante ventas masivas en corto en los mercados del oro a futuro durante períodos de poca actividad. China podría descargar el equivalente de fondos públicos norteamericanos de años de expansión monetaria en unos cuantos minutos. Si la Reserva Federal produce dólares rápidamente con los cuales adquirir la enorme cantidad de bonos del tesoro de tal modo que el castillo de naipes no implosione, los chinos en tanto, pueden descargar los dólares que reciban por los bonos en el mercado de divisas. Considerando que la Reserva Federal puede imprimir dólares con los cuales adquirir los bonos, la Reserva Federal no puede imprimir divisas extranjeras con las cuales adquirir dólares.
El dólar colapsaría y con él el poder del líder. La guerra terminaría sin dispararse un tiro o un misil.
Como yo lo veo, Rusia y China le deben al mundo impedir la guerra nuclear que los neo-conservadores que controlan la política exterior de Estados Unidos pretenden, sencillamente pagando con la misma moneda la guerra económica de Washington. Rusia y China tienen todas las cartas. No Washington.
Rusia y China no deben emitir ninguna advertencia. Sencillamente deben actuar. En verdad en vez de ir paso a paso, deberían disparar todas sus baterías de una sola vez. Con cuatro bancos norteamericanos reteniendo instrumentos derivativos que superan muchas veces el Producto Interno Bruto del mundo, la explosión financiera sería equivalente a una explosión nuclear. Estados Unidos sería derrotado y el mundo se habría salvado.
Larchmonter estaría en lo correcto, el 2015 podría ser un muy buen año.
Traducción Sergio R. Anacona
Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en
editorial@strategic-culture.org