Este año, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) quiere destacar la importancia del acceso a un agua de calidad, focalizando sus esfuerzos en concienciar a los ciudadanos, pero sobre todo a los gobiernos y centros de poder, para que se comprometan activamente en la lucha contra la contaminación, el reciclaje de aguas y la recuperación de recursos hídricos.
En total, se estima que en todo el mundo siguen habiendo 884 millones de personas sin acceso al agua potable, según la ONU, un bien fundamental que repercute en la sanidad, la seguridad y la calidad de vida, especialmente de menores y mujeres. Por ejemplo, las enfermedades que se propagan por el agua causan cada año la muerte a más de 1,5 millones de niños.
Una vez más, es el África subsahariana la región en la que sus habitantes sufren las peores consecuencias por los problemas del agua.
Las repercusiones del cambio climático —como las inundaciones y sequías frecuentes o prolongadas— y el crecimiento del número de fuentes de contaminación vienen a añadirse a los retos confrontados por la calidad del agua.