Agencias
Nueva York, 20 de agosto 2014. – La cuantiosa inversión de EE.UU. en la promoción de valores democráticos alrededor del mundo se ha visto socavada por los disturbios raciales en Ferguson, opina Robin Wright, columnista del diario ‘The Wall Street Journal’.
«El coste de la tragedia en Ferguson puede ser no sólo la imagen que EEUU tenía de sí mismo, sino también la imagen de EEUU en el mundo (…) esta crisis socava la autoridad moral que EE.UU. pretendía tener desde hace tiempo. Varios países que solían enfrentarse con la crítica severa de los informes anuales sobre derechos humanos del Departamento de Estado, ahora se dedican visiblemente a un tipo de un ‘touché’ diplomático condenando a EEUU», escribe Robin Wright, colaborador del Instituto de EE.UU. para la Paz, en su columna para el diario estadounidense ‘The Wall Street Journal’.
El pasado 9 de agosto en la ciudad de Ferguson, estado de Misuri, Michael Brown, un joven afroamericano de 18 años, fue matado a tiros por un policía a pesar de ir desarmado. Recibió seis balas, dos de ellas en la cabeza. En la ciudad, donde dos tercios de la población son afroamericanos, se iniciaron disturbios masivos. Desde entonces, la tensión no ha dejado de aumentar. Por un lado, los manifestantes se enfrentan a los agentes con piedras y botellas, mientras los policías suprimen las protestas usando gases lacrimógenos y balas de goma. El senador del estado de Georgia, John Lewis, ha pedido al presidente Barack Obama que declare la ley marcial en la ciudad.
Algunos palestinos han mandado mensajes vía Twitter para aconsejar a los manifestantes de Ferguson la forma de minimizar los efectos de gases lacrimógenos, destaca Wright. También Amnistía Internacional ha enviado a sus representantes a la ciudad, para mostrar a las autoridades que el mundo les está mirando, según declaró la propia organización.
«EEUU no pueden dictar a otros países que mejoren su historial de vigilancia policial y de reunión pacífica si no aclara antes su propio historial de derechos humanos», tuiteó Amnistía Internacional esta semana.
«Parece que las autoridades de EEUU deberían ocuparse de los problemas internos de grandes dimensiones que tienen. Esta sería una forma más constructiva y acorde a la realidad del siglo XXI, que seguir la política heredera del pasado de intervenir en los asuntos de otros países y de cambio de regímenes indeseables bajo el falso pretexto de defender la democracia y los derechos humanos», reza un comunicado en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Los disturbios de Ferguson y la reacción de las autoridades de EE.UU. a la crisis «confirma una vez más la presencia de profundos problemas sistémicos en relación a la situación de los derechos humanos y las normas democráticas en la sociedad estadounidense», comentó el representante de la Cancillería rusa para los Derechos Humanos y la Democracia, Konstantín Dolgov.
«Usar gases lacrimógenos y granadas de humo contra ciudadanos y arrestar a los periodistas es poco congruente con los discursos solemnes de la Administración estadounidense sobre la democracia y derechos humanos», insistió, a su vez, el senador ruso, Andréi Klishás. El Departamento de Estado se muestra preocupado por el juicio de los participantes en los violentos disturbios antigubernamentales en Moscú, pero no ven ningún problema en que su propia policía suprima protestas con gases lacrimógenos y balas de goma, opinó, por su parte, el parlamentario ruso Serguéi Nevérov.
En Cuba, México, China, Irán y Egipto también se han pronunciaron al respecto. El portal cubadebate publicó un artículo titulado ‘¿Renace con fuerza el Ku Kux Klan?’.
«Cabe recordar que en el país vecino es frecuente el encubrimiento y la obsecuencia institucionales ante abusos policiales extremos contra jóvenes negros», escribió el diario mexicano ‘La Jornada’ en un texto titulado ‘EU: el fantasma de la revuelta racial’. Por su parte Gabriel Guerra, exdiplomático mexicano, opinó que «las imágenes son impactantes, indignantes. Si alguien nos dijera que se trata de la antigua Sudáfrica o del sur estadounidense hace medio siglo lo creeríamos», en un artículo publicado en el diario mexicano ‘El Universal’.
El Ministerio de Exteriores de Egipto, un país que durante los últimos tres años sufrió dos golpes de estado y sigue sumergido en protestas caóticas, llamó a las autoridades estadounidenses a mostrar más moderación y hacer frente a las protestas de acuerdo con el derecho internacional. «La violencia ha sido institucionalizada en EEUU en los últimos años», escribió la agencia estatal de noticias de Irán, IRNA. También uno de los negociadores del programa nuclear iraní con EE.UU., Majid Takht Ravanchi, criticó a Washington por «un comportamiento racista».
«Obviamente, lo que EEUU tiene que hacer es concentrarse en la solución de sus propios problemas en lugar de señalar con el dedo a los demás», escribió Xinhua, la agencia estatal de noticias de China, país que recurrentemente es criticado por la Casa Blanca bajo el argumento de reprimir a disidentes y minorías étnicas.