Artículo publicado el 10-01-2014
Daniel Salgar Antolínez,
Elespectador.com
Una orden judicial obligó al Ministerio de Defensa israelí a publicar una “lista parcial” de sus ventas de armas en el exterior. El ministerio reveló que durante 2012 suscribió acuerdos de US$3,83 billones con estados asiáticos y pacíficos, tratados de US$1,73 billones con estados europeos, uno de US$1,1 billones con Estados Unidos y otros de US$604 millones con estados africanos y de US$107 millones con latinoamericanos. Con el argumento de proteger su seguridad nacional y la de sus clientes, Israel reveló una lista limitada de sus compradores, en donde sólo aparecen EE.UU., España, Reino Unido, Corea del Sur y Kenia.
Sin embargo, como explica el periódico israelí Haaretz, la lista de clientes es mucho más larga e incluye regímenes represivos, lo cual revive una vieja polémica en cuyo centro no sólo ha estado Israel sino también EE.UU. (que tiene como principal cliente de su armamento a Arabia Saudita, uno de los regímenes más represivos del planeta). El director de Haaretz, Aluf Benn, ha dicho que “el Ministerio de Defensa (israelí) quiere ocultar la lista completa para evitar el debate público sobre la moralidad de vender armas a regímenes dictatoriales, además de otros fallos preocupantes en el control de su división de exportaciones”.
Una lista más larga se conoció hace pocos meses por vía indirecta, a través de un reporte oficial del gobierno británico. Haaretz indica que el Ejecutivo israelí tuvo que dar a Reino Unido la información sobre sus clientes de armamento para poder comprar componentes fabricados en ese país que se instalarían en productos bélicos que luego vendería a otras naciones. En el informe, que cubre desde 2008 hasta 2012, aparecen 41 compradores, entre ellos Colombia, India, Singapur, Turquía, Vietnam, Corea del Sur, Japón, Suecia, Portugal, Australia, Nueva Zelanda, Holanda, Alemania, Tailandia, Macedonia, Bélgica, Brasil, Chile, Suiza, Ecuador, México, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Guinea Ecuatorial, Polonia, Argentina y Egipto. Además se incluyen estados que ni siquiera tienen relaciones con Israel, como Pakistán, Argelia, los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos. El reporte también señala que el gobierno británico no aprobó la venta de sus componentes a Rusia, Sri Lanka, Turkmenistán y Azerbayán.
Es bien conocido que Israel es una potencia armamentística, que desarrolla algunos de los productos bélicos más avanzados del planeta y que está entre los principales vendedores de aviones no tripulados (drones). Colombia, entre otros países de Suramérica, es cliente de los drones israelíes, usados en principio para labores de vigilancia e inteligencia.
Además de Haaretz, varias organizaciones han criticado a Israel por sus ventas de armas y por utilizar a Palestina como un laboratorio experimental para el desarrollo de material bélico que luego se vende a otros países. Entre ellas está la organización International Jewish Anti-Zionist Network (IJAN), que el año pasado publicó un informe llamado El rol de Israel en la represión mundial, donde señala al Estado israelí de perpetuar la guerra y la ocupación a través de la exportación de “armas, tecnologías, entrenamiento y técnicas usadas por gobiernos y corporaciones en contra de poblaciones alrededor del mundo”.
Dicho informe dice que, históricamente, “Israel ha armado y entrenado a los regímenes del apartheid de Sudáfrica y Rodesia, los regímenes coloniales en Oriente Medio y África del norte y dictadores en América Central y del Sur y Asia”.
En cuanto a Latinoamérica, el reporte indica que en Nicaragua Israel proveyó el 98% de las armas que Somoza utilizó para asesinar a 50.000 nicaragüenses. Que vendió misiles, jets de combate, vehículos blindados y expertos contrainsurgencia a las dictaduras en Honduras y El Salvador. Que durante la década de los 50 vendió armas de menor alcance al dictador Rafael Trujillo de República Dominicana, quien subyugó a la población bajo un régimen de terror de 31 años. Que a fines de los 70 y principios de los 80 ganó más de US$1.000 millones vendiendo armamento a las dictaduras de Argentina, Chile y Brasil. El Espectador consultó a los representantes del gobierno israelí en Colombia sobre este reporte, pero no obtuvo respuestas.
Israel es el bastión de Occidente en Oriente Medio y tiene como principal aliado a EE.UU. Miembros de IJAN le explicaron a este diario que la importancia de Israel para Washington es un reflejo de la creciente importancia del petróleo y el comercio de armas en la economía mundial. “EE.UU., el árbitro principal de la energía en el mundo, es el proveedor de fondos más grande de Israel. De esta relación, Israel obtiene los recursos para mantener un estado colonial de asentamientos en Palestina, y EE.UU. obtiene acceso a los recursos de la región. EE.UU. ofrece hasta un 18% o casi una quinta parte del presupuesto militar de Israel”.
Otro foco de las críticas se dirige contra el programa nuclear israelí. Aunque dicho programa se mantiene oficialmente en secreto, los expertos de la IJAN dicen que ha sido un programa internacional desde su génesis, con la ayuda de Francia durante la década de 1960, su crecimiento mediante la cooperación con Sudáfrica durante la década de 1970 y su diversificación estratégica con ayuda alemana desde la década de 1990 hasta hoy. “Francia ofreció apoyo técnico significativo mientras que fue patrono de Israel desde 1950 hasta 1967. Sudáfrica e Israel se ayudaron mutuamente a lo largo de la década de 1970. Por ejemplo, a cambio de óxido de uranio concentrado de Sudáfrica, Israel dio a ese país 30 gramos de tritio en 1977 y 1978 para ayudar al régimen del apartheid a aumentar el rendimiento de las bombas nucleares. Desde el principio de la década de 1990, Alemania ha vendido a Israel los submarinos de la clase Dolphin capaces de lanzar misiles con cargas nucleares”.
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@DanielSalgar1