Miguel Ángel Guaglianone Rodríguez
La situación geopolítica mundial se encuentra hoy en un momento coyuntural, focos de tensión, reordenamientos de fuerzas sociales y políticas, conflictos de alta y baja intensidad, enfrentamientos y acuerdos a nivel diplomático, injerencia incontrolada por parte de los países centrales (fundamentalmente los EE.UU.), conforman un panorama de alta fluidez, en constante proceso de cambios. La globalización genera además una interrelación de alta complejidad que coloca a nuestro sistema-mundo en lo que se denomina estado caótico, una situación que según la Teoría del Caos, pone a todo el sistema en una situación de total impredictibilidad, ya que en estas condiciones mínimas alteraciones en cualquier variable interna (aún de las aparentemente menos importantes) es capaz de modificar dramáticamente todo el sistema. Es la vigencia de lo que se ha denominado el efecto mariposa.
En esta situación cualquier suceso o cambio, aún en aéreas geopolíticas aparentemente no importantes, es capaz de provocar efectos en cascada o tipo dominó, que saltan por encima de cualquier previsión. Algo de esto se está dando en estos momentos con la situación en Irak. Un país del cual aparentemente la guerra, invasión y destrucción de su gobierno, sus instituciones e infraestructuras por parte de los Estados Unidos, y la instalación de un gobierno títere complaciente a los intereses de Washington, parecían haber dejado solamente una tierra arrasada donde solo reinaba la paz de los sepulcros. Y sin embargo de golpe y porrazo aparece un contingente militar que se apodera de ciudades importantes del país y parece avanzar hacia la toma de Bagdad, sin que el ejército iraquí parezca tener hasta el momento la menor capacidad para detenerlo. Esto genera una conmoción a nivel global, el gobierno de Obama se declara muy preocupado por la situación y propone la creación de una fuerza humanitaria, pero sin embargo aclara que los Estados Unidos no están dispuestos a realizar ninguna acción militar para apoyar al gobierno de Nuri Al-Maliki que ellos promovieron. Rusia, China e Irán, entre otros, declaran su total apoyo al gobierno iraquí y su condena al grupo responsable del ataque, el Ejército Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
En otro análisisi comenzamos a analizar la situación específica de Irak que continuaremos en la medida que el proceso se vaya desarrollando, pero aquí nos centramos en cómo esta situación se ha convertido rápidamente en un nuevo y claro ejemplo de cómo funciona la hegemonía mediática que ejercen las cadenas corporativas de medios de comunicación que manejan la información y la opinión a nivel mundial y de cuál es el verdadero panorama de la oculta Guerra de Cuarta Generación.
El conejo que sale de la chistera
En forma repentina, sin que aparentemente se tenga idea de dónde salió, aparece en la escena política una fuerza armada que casi unánimemente tirios y troyanos se apresuran a calificar de terrorista. Sin embargo, en la medida que va fluyendo la información es posible apreciar cómo, más que un grupo terrorista (que funciona normalmente en forma clandestina) lo que parece estar actuando es un verdadero ejército (compuesto por unos 12.000 combatientes, según distintas fuentes que coinciden en la apreciación). Cuando empiezan a llegar las imágenes, es posible apreciar como parte de sus fuerzas tienen armas al nuevo estilo mercenario proporcionadas en la región por EE.UU., Arabia Saudí, Qatar y otras monarquías aliadas, a los grupos orientados a combatir gobiernos no complacientes (Libia, Siria, Irak, etc.). Un armamento consistente sobre todo en vehículos civiles pick-up de doble cabina con armas de alto poder (ametralladoras pesadas, lanzacohetes, etc.) montadas sobre sus plataformas. Hasta ahí esto corroboraría la hipótesis de un grupo terrorista, sin embargo también nos llegan noticias tales como que en la frontera Siria, la aviación de Damasco atacó y neutralizó un convoy del EIIL de diez y nueve blindados que daba apoyo a su frente en ese país. Este tipo de armamento ya no es el usual en un grupo terrorista, más bien se trata de equipamiento característico de una fuerza del tipo ejército. Igualmente, cuando investigamos un poco, descubrimos que el EIIL controla y gobierna desde hace tiempo una extensa zona geográfica que abarca parte de Irak y parte de Siria, que no son en absoluto un grupo clandestino.
¿Cómo es posible que el mundo no conociera antes la existencia de una fuerza beligerante de este nivel, hasta que ella amenaza con tomar la capital iraquí?
Allí es donde aparece el poder de la hegemonía comunicacional y la creación de lo que llamamos la realidad virtual. Esta fuerza armada no ha estado mencionada ni referida por las cadenas corporativas de medios, aunque se trate de un contingente que viene operando desde hace por lo menos diez años. Y como no se menciona en los medios, no existe, no forma parte de la realidad. Es la desaparición por ocultamiento. Un ocultamiento que no es casual, ya que aparentemente aunque este grupo parece reunir combatientes de diferentes orígenes, su columna vertebral (visto a través de entrevistas de la propia CNN con ellos) parece tener origen en el derrotado ejército de Saddam Hussein y en su desaparecido partido Baath. Por supuesto que a nadie de los que manejan el poder y la opinión pública mundial le ha convenido que el mundo sepa que en Irak permanece viva una poderosa fuerza opositora tanto al anterior ejército de ocupación estadounidense, como al gobierno y ejército títeres apoyado por Washington para poder retirar sus tropas de ocupación. A nadie tampoco le conviene que se sepa que se trata de una fuerza de orientación radical suní, que mantienen en el conflicto a gran intensidad la variable religiosa.
El control absoluto que entre siete y nueve grandes corporaciones (que trabajan asociadas) ejercen sobre la generación y difusión de información y visión del mundo a nivel global, permite estos fenómenos (manejan más del 90% de la información que se divulga en el planeta). La utilización del oblivion ii (el olvido) como forma de hacer desaparecer al adversario, es habitual en este control mediático, aunque esta utilización permanezca siempre oculta, fuera del alcance del público.
Cuando aparecen estos sucesos como los de Irak, que se salen del control político y mediático, entonces nos encontramos con estas sorpresas. No salieron estos combatientes de la chistera de un mago, solamente han sido obviados intencionalmente por los medios corporativos para que no existan.
La Guerra de Cuarta Generación
Estos son hechos que traen al primer plano de atención a la Guerra de Cuarta Generación que se está librando en el planeta. Una guerra que fue declarada (y definido su modelo teórico) por los países centrales (sobre todo EE.UU. e Israel) y que el poder central practica en toda intensidad (sin que su propia hegemonía mediática reconozca siquiera su existencia) sobre el resto del mundo, como herramienta para mantener la dominación.
Esta guerra está planteada oficialmente desde los años 80 del siglo XX. Se trata de una guerra de nuevo cuño, donde el enfrentamiento se realiza a nivel socio y psicológico. Donde no se combate frontalmente, sino que se busca la dominación a través de la alienación. Donde el precepto utilizado es que la mejor forma de dominación es lograr que los dominados piensen y vean el mundo con los ojos de los dominadores.
Las armas fundamentales en esta guerra ya no son los aviones, los tanques, los barcos y las tropas. Las armas fundamentales son los medios de comunicación de masas. Su utilización se hace mucho más eficiente en la medida que se tiene el monopolio sobre su utilización (aunque a veces pueda compartirse la propiedad). Lo que ha sucedido en Irak es solo un ejemplo in plain sight (a plena vista) de un ejercicio cotidiano, el de la manipulación de la información y la formación para generar una realidad virtual adecuada a los intereses de la dominación y con la cual son bombardeadas diariamente las grandes masas del planeta.
La comunicación alternativa
La única posibilidad que tenemos los que estamos sometidos a este ataque constante, es desarrollar una comunicación alternativa capaz de enfrentar la hegemonía mediática. A nivel de todo el planeta se está gestando esta comunicación alternativa, aunque a estas alturas la lucha sigue siendo la de David contra Goliat.
Aunque venimos desarrollando un ejercicio, una práctica y un intento de reunir esfuerzos para aumentar nuestra capacidad de lucha, la comunicación alternativa está todavía muy lejos de poder enfrentar en igualdad de condiciones la hegemonía mediática. Por ahora nuestra pelea solo puede plantearse, a partir de la inmensa desigualdad de fuerzas, al estilo guerrilla. Utilizando medios no tradicionales como el Internet por ejemplo, o estimulando la comunicación alternativa comunitaria a nivel popular, es que estamos desplegando nuestros mayores esfuerzos.
Y no es una lucha inútil, aunque pueda parecer la acción de una pulga en el lomo de un elefante, la comunicación alternativa acumula progresivamente logros a todo nivel. Una constatación de que estamos empezando a hacer daño al enemigo, es la existencia de un hackeo sistemático, evidentemente financiado y promovido por los poderes establecidos, a las páginas web de la comunicación alternativa.
Sin embargo lo que queda por delante, para ser capaces de generar un sistema de contracomunicación capaz de enfrentar con eficacia la hegemonía mediática, es todavía un largo y difícil proceso en el cual debemos poner nuestros mejores esfuerzos. A fin de cuenta, la pelea por un mundo mejor siempre ha sido en desigualdad de condiciones, y sin embargo ha venido acumulando logros y triunfos durante toda la historia humana.
i .http://barometrointernacional.bligoo.com.ve/miguel-guaglianone-irak-la-propagacion-del-caos
ii Ver Telepolítica online, Rocco Manigieri, De la memoria y el Olvido, Monte Ávila, 2013