Las declaraciones dueron emitidas por el comandante militar británico a cargo en las Islas Malvinas, mayor Peter Biggs, cuando volvió a agitar el fantasma de una eventual «agresión».
Autoridades de gobierno y militares británicas mencionan el riesgo supuesto de un ataque militar como el de 1982 cada vez que hay un reclamo argentino relativo a las islas, pese a las declaraciones reiteradas de Buenos Aires sobre que esa alternativa está descartada por completo.
«Me dará lástima por aquellos que nos enfrenten», amenazó el invasor británico.
Argentina ha tenido grandes logros políticos recientes en torno al tema: consiguió respaldo de los gobiernos de América Latina y el Caribe en su rechazo a la exploración petrolera por Gran Bretaña, así como de Estados Unidos, cuya secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo el lunes en Buenos Aires que su gobierno auspicia que ambas partes se sienten a negociar, lo que Londres rechaza.
En ese contexto, The Times reportó hoy que la soldado Sam Brownlee, de 22 años, afirmó que las Malvinas «están mejor preparadas» que durante la guerra de 1982, iniciada debido a la decisión de la dictadura militar de entonces en Argentina de recuperar las islas por la fuerza.
Brownlee dijo que en caso de que tropas argentinas decidieran «invadir» las islas, «enfrentarán una recepción hostil».