Un nuevo complot se está gestando en Miami, encabezado por varios miembros de la mafia terrorista anticubana de Miami, escuálidos golpistas venezolanos, el uribismo, la derecha venezolana y varios miembros de la extrema derecha en el Congreso USA.
Uno de los promotores de este complot es el terrorista Salvador Romaní, directivo del Colegio Nacional de Periodistas de Cuba en el Exilio, quien compareció el martes 27 de mayo de este año, en el programa “Buenos Días Miami”, de MIRATV, donde agradeció al Miami Dade College, su implicación en un plan para entrenar a contrarrevolucionarios cubanos en su institución. Por supuesto, toda esta maquinación implica directamente a la FNCA.
La prueba de este complot es una carta enviada por Salvador Romani-Orue, el pasado 22 de abril del presente año y dirigida a la representante federal y furibunda ultraderechista, Ileana Ros-Lehtinen.
En dicho documento, Salvador Romaní solicita a la Loba Feroz su ayuda para realizar una reunión conspirativa entre diputados de la derecha venezolana, los grupos mafiosos en el Congreso USA y el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, programado para realizarse la misma en la Torre de la Libertad de Miami.
De acuerdo con la misiva, estarían invitados a los encuentros el alcalde derechista Antonio Ledezma y varios dirigentes de las guarimbas venezolanas.
De la misma manera, Romaní invitó a la Lehtinen a uno de los frecuentes tertulias con la derecha venezolana asentada en la ciudad floridana –haciendo extensiva la invitación al alcalde Rick Scott-, a una cena a realizarse el venidero 25 de octubre, en el Big Five Club, emblemático sitio usado por los terroristas de origen cubano.
La relación de Romaní con la Lehtinen no es nueva. La misma ha sido una ardiente defensora de los grupos de extrema derecha venezolanos y cubanos radicados en La Florida, participando conjuntamente en conspiraciones y shows mediáticos contra las patrias de Bolívar y José Martí.
La historia de Salvador Romani, presidente de la terrorista Junta Patriótica Cubana en Venezuela, asaltante de la embajada cubana en Caracas, junto a Ricardo Koesling, Henrique Capriles, Henry López Sisco, Roberto Alonso y Leopoldo López, entre otros, fue uno de los protagonistas del ataque de la embajada cubana en abril de 2002, lo vincula a diversas acciones violentas y terroristas. Fue imputado como uno de los cómplices del asesinato del fiscal Danilo Anderson, por lo que fue detenido el 4 de noviembre de 2005, siendo posteriormente liberado con una medida cautelar el 20 de diciembre de ese mismo año.
Radicado en Miami, Romaní ha estado involucrado en acciones contra Venezuela, tal como el hostigamiento por parte de legisladores cubanoamericanos y cabecillas de grupos contrarrevolucionarios venezolanos de Miami contra cónsules de la Venezuela Bolivariana en octubre de 2012. En esta oportunidad se le vio actuando de conjunto con Roger Noriega y la misma Loba Feroz.
Posteriormente, el 26 de febrero de 2012, participó en un encuentro en el restaurante El Arepazo, en la Ciudad del Doral, del condado de Miami-Dade, con la Lehtinen, en unión de otros connotados terroristas como el militar venezolano José Colina, autor de varios atentados en Caracas.
Sin embargo, Romaní ha estado directamente a varios terroristas de origen cubano como el propio Luis Posada Carriles. Se sabe que formó parte de la célula venezolana involucrada en el plan de atentado contra Fidel Castro a realizarse entre los días 8 y 9 de noviembre, en Islas Margarita, Venezuela. Junto a él se encontraban conspirando no solo directivos de la FNCA como Alberto Hernández, Francisco José Hernández Calvo, Alfredo Domingo Otero, Arnaldo Monzón Plasencia, José Antonio Llamas y otros, sino los mismos ejecutores de las varias variantes de atentado como Francisco Chávez Abarca, Ángel Manuel Alfonso Alemán, Juan Bautista Márquez, Ángel Hernández Rojo y Francisco Secundino Córdova.
Romaní, en unión de Ricardo Koesling, Francisco Pimentel, Hermes Rojas Peralta, Pedro Morales y Nelly Rojas, esposa de este último, fueron los encargados de realizar estudios en Isla Margarita, los cuales contemplaban el descubrimiento y análisis de las medidas gubernamentales de seguridad en la misma, examen del recorrido posible de la aeronave cubana que transportaba a Fidel previo a su aterrizaje, sus vías de desplazamiento en el lugar, así como otras importantes tareas logísticas.
Este nuevo complot fabricado en Miami, propuesto por Romaní y avalado por Ileana Ros-Lehtinen, teniendo en cuenta los antecedentes de sus integrantes, desnuda otra peligrosa conspiración contra el gobierno de Nicolás Maduro.
La presencia de diputados de la derecha venezolana, guarimberos fascistas, miembros de la extrema derecha en el Congreso norteamericano y terroristas vinculados a actividades violentas, presupone la existencia de una conspiración en marcha dirigida a propiciar un golpe de estado en Venezuela, no excluyendo la existencia de planes magnicidas.
EE UU, quien se arroga el ilegitimo derecho de satanizar a naciones en una bochornosa lista de países “patrocinadores del terrorismo”, se hace de la vista gorda ante estos peligrosos y repudiables complots.