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patente de corso

 

 

La patente de corso, era un documento entregado por monarcas por el  por el cual el propietario de un barco tenía permiso de la autoridad para atacar barcos y poblaciones de naciones enemigas. A cambio de tener permiso para efectuar actividades delictivas amparado por la ley debía depositar una fianza y compartir parte del botín obtenido con el gobierno de la nación que le había otorgado la patente de corso. Las patentes de corso se abolieron en 1856 en el Tratado de París, que dió fin a la guerra de Crimea.

Sin embargo justo en esa época empezó a nacer una versión  de la patente de corso más adaptadas a los tiempos modernos. La licencia bancaria.

¿Sorprendidos?

Bueno os ilustraré con un ejemplo:

Esta semana John T. Hoang’s un contable de una pequeña gestoría en los EEUU acaba de ser condendado a una sentencia de 4 años de prisión federal por ayudar a sus clientes a preparar declaraciones de la renta que falseaban sus ingresos y por lo tanto cometer fraude fiscal. La sentencia, a parte de los 4 años de prisión incluirá 2 años adicionales de libertad supervisada, 240 horas de trabajos comunitarios, pagar $331.896 de multa y ya no podrá nunca jamás como responsable de su gesotria ni como contable público.

John T. Hoang ha cometido un delito y le ha caído todo el peso de la ley sobre sus espaldas.

Este mismo lunes se conocía también que el banco Credit Suisse se declaraba culpable de haber ayudado a sus clientes a defraudar cerca de $10 mil millones a la Hacienda norteamericana. ¿Ejecutivos del Credit Suisse en la cárcel? Cero, ¿Podrá seguir desarrollando el Credit Suisse su actividad en los EEUU? Sin duda.  Credit Suisse sólo tendrá que pagar una multa de $2.600 millones al Gobierno de los EEUU y su cargos quedan olvidados. ¿Véis ahora la similitud con la antigua patente de corso? Desempeñas de forma sistemática  una actividad ilegal, pero nadie va a la cárcel cuando te pillan sólo tiene que compartir parte de tu botín con el Gobierno.

Además se da la siguiente paradoja. Parece muy complicado poder imaginar que una persona con antecedentes penales pueda entrar a trabajar en un banco, lo que si parece que es totalmente factible que un Banco condendado en firme por cometer delitos siga operando con total normalidad.

Los directivos siguen cobrando sus sueldos y sus bonus, el banco sigue operando, nadie va a la cárcel y sólo los accionistas del banco son los que acaban pagando entregando a su cuenta parte del botín.

Si creéis que los de Credit Suisse es el único ejemplo estáis equivocados.

Por el mismo caso UBS fue sólo condenado a pagar $750 millones. Por blanquear $7.000 millones del dinero del nacotráfico HSBC sólo pagó una multa de 1.200 millones de libras. (ríete de Silk Road).  Barclays, Deutsche Bank, Société Générale y RBS pagaron una multa de €1 mil millones por manipular el Euribor. Y suma y sigue. ¿Banqueros en la cárcel por manipular el precio de las cosaso ayudar a defraudar miles de millones de euros? Cero.

Parece que el que comete los delitos es el banco y no las personas que lo componen y que el banco es una especie de ser vivo con conciencia y capacidad de toma de decisiones. Cómo el banco es demasiado grande para caer sin causas un hueco en el sistema, todo se arregla con una multa que la cuenta de resultados del banco pueda resistir y a seguir operando con su licencia bancaria. Business as usual.

Bueno además en España los jueces ya han tomado nota sobre lo que les pasa como se les ocurra meter a un banquero en la cárcel. El que acaba procesado en tiempo récord es el juez.