Agencias
Tres Algarrobos.- La familia de Felipe Miranda jamás hubiera llegado a juntar los 40 mil dólares para la prótesis de mano que le devolvería la felicidad a su hijo, pero tampoco imaginaba que la solución podía venir de una impresora 3D. Dos jóvenes argentinos, le diseñaron la prótesis que necesitaba el pequeño, con un costo de tan solo dos mil pesos. (200 dólares)
Felipe nació sin dedos en su mano izquierda y gracias a su prótesis ahora puede pescar, agarrar un mate e incluso practicar para ir al arco en un picado entre amigos.
El mundo de la impresión 3D dio la posibilidad a dos jóvenes argentinos de crear una prótesis económica y perfectamente funcional que le cambió la vida a un niño. Ahora y con un costo de dos mil pesos y un diseño mecánico simple, Felipe de 11 años ya disfruta de su nueva mano.
En agosto del año pasado abrió sus puertas el 3D Lab Fab&Cafe en Palermo, un espacio con impresoras 3D disponibles para que cualquiera pueda conocer cómo funcionan e incluso crear sus propios objetos o emplear diseños preexistentes en sitios web. Ese espacio fue la cuna de la prótesis de Felipe.
El prototipo inicial estuvo basado en uno de licencia abierta, cuyos “planos” estaban alojados en el sitio Thingiverse. De ahí que pudieron descargarlo, modificarlo y mejorarlo según su criterio.
La impresión 3D convierte gráficos 3D en objetos físicos. Se diferencia de la tradicional ya que en lugar de imprimir sobre una superficie plana, en la 3D se crea un objeto con volumen. «Es por ello que se habla de una especie de nueva revolución industrial: se pueden fabricar objetos a escala», explicó Marcelo Ruiz Camauër, CEO de Kikai Labs, una de las pioneras en este campo en la Argentina.
Casas, una prótesis similar a la de Felipe, y la cara de un hombre son algunas de las últimas novedades dentro del mundo de la impresión 3D, un espacio donde suele reinar además la libertad para copiar objetos e incluso las mismas impresoras. Esto hace posible que cualquiera con acceso a una impresora 3D pueda llevar su diseño o el de un tercero a la realidad. Así es el caso de Felipe
Existen varios proyectos open source de protesis para manos”, me cuenta Pérez Weiss. “Nosotros comenzamos a imprimirlos y los llevamos a Ortopedia San Juan, que es de un diseñador industrial amigo. Junto a ellos y su conocimiento comenzamos a iterar sobre esos proyectos. Los ortotesistas nos hicieron rotar dedos, modificar medidas y dimensiones y imprimimos una tercera versión, que enviamos a Felipe.
-¿Cómo sigue ahora el proyecto?
-Con ese know how que tenemos ahora estamos lanzando un app para tratar de llegar a todo el que la necesite. Y que con unos pocos pasos y preguntas, pueda por medio de la app ordenar su prótesis para imprimirla en nuestros Labs. En un principio estamos yendo hacia los casos como el de Felipe, donde tienen el movimiento de la muñeca. Pero en este último tiempo se han acercado a nosotros personas con amputaciones de todo tipo, en piernas, etc. Evidentemente hay mucha necesidad y esperamos con el tiempo adquirir mayor conocimiento y tecnología para poder ayudarlos.
Sostener que los Labs fabrican objetos digitales a físicos es correcto pero incompleto. Los Labs en todo el mundo están fabricando sueños. Ni más ni menos.