Entrevista exclusiva para The Guardian
Ciudad Caracas / Aporrea.org
09/04/14.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha acusado a Estados Unidos de usar una sucesión de protestas callejeras para orquestar un golpe a cámara lenta, al estilo de Ucrania, contra su gobierno y ponerle la mano al petróleo venezolano.
En una entrevista exclusiva para The Guardian, manifestó que lo que él denomina una revuelta de los ricos fracasará debido a que la Revolución Bolivariana de Venezuela está más profundamente asentada ahora que cuando rechazó el golpe de Estado respaldado por EEUU contra Chávez en el año 2002.
Venezuela ha tenido que hacer frente a continuas protestas violentas desde principios del mes de febrero, que comenzaron cuando los líderes de la oposición lanzaron una campaña para derrocar a Maduro bajo el slogan de La salida.
Tratan de vender al mundo la idea de que en Venezuela hay protestas, una especie de Primavera Árabe, declaró. Pero en Venezuela ya tuvimos nuestra primavera: nuestra Revolución, que le abrió el camino a la Venezuela del siglo XXI.
El conflicto ha cobrado la vida de 39 personas y ha sido un reto importante para el gobierno de Maduro.
EEUU niega estar involucrado y declara que Venezuela está usando la excusa de una amenaza de golpe de Estado para actuar con contundencia contra la oposición. Human Rights Watch y destacados representantes de la Iglesia católica de Venezuela han condenado la gestión de las protestas por parte del Gobierno, mientras que Amnistía Internacional ha denunciado violaciones de los derechos humanos por ambas partes.
Maduro manifestó que Venezuela se está enfrentando a un tipo de guerra no convencional que Estados Unidos ha perfeccionado a lo largo de décadas, y mencionó una serie de golpes de Estado o intentos de golpe de Estado respaldados por EEUU desde 1960 (Brasil) hasta 2009 (Honduras).
El líder sindical, en declaraciones desde el palacio presidencial de Miraflores, dijo que la oposición en Venezuela ha tenido el objetivo de trancar todas las ciudades principales del país, un poco copiando, de manera muy mala, lo que sucedió en Kiev, donde fueron trancando las avenidas principales de las ciudades hasta que hicieron ingobernable a Kiev, Ucrania, y derrocaron al Gobierno democrático. La oposición venezolana tenía un plan parecido.
Tratan de acrecentar problemas económicos, a través de una guerra económica, para desabastecer el mercado de productos y disparar una inflación ficticia.
Además, crean problemas de carácter social, molestia, insatisfacción política y violencia, y buscan la imagen de incendios para justificar un proceso de aislamiento internacional e incluso de intervención.
Hablando sobre las mejoras sustanciales de protección social y la reducción de la desigualdad durante la última década y media, Maduro manifestó que en la época en la que yo era sindicalista no había ni un solo programa para proteger la educación, la salud, la vivienda y los salarios de los trabajadores. Era el reino del capitalismo neoliberal. Hoy en Venezuela es la clase obrera la que sostiene la estabilidad política de la Revolución: es el país en el que los ricos protestan y los pobres celebran su felicidad social.
La reciente relajación de los controles sobre la moneda parece haber tenido un efecto positivo, la economía continúa creciendo y la tasa de pobreza sigue disminuyendo.
Alrededor de dos mil doscientas personas han sido detenidas (ciento noventa continúan arrestadas) durante los dos meses de revueltas en los que los líderes de la oposición llamaron a encender las calles con la lucha.
A la pregunta de cuánta responsabilidad por los asesinatos corresponde al Gobierno, Maduro respondió que 95% de las muertes fueron debidas a grupos de extrema derecha en las barricadas, y puso como ejemplo a tres motoristas que murieron debido a un cable tendido por los manifestantes de lado a lado de una calle. Maduro declaró que ha establecido una comisión para esclarecer cada uno de los casos.
El Presidente venezolano manifestó que los medios de comunicación globales se han acostumbrado a promover una realidad virtual de un movimiento de estudiantes que es reprimido por un gobierno autoritario, ¿Qué gobierno no ha cometido errores políticos o económicos? Pero, ¿justifica esto quemar universidades o derrocar a un gobierno elegido democráticamente?.
Las protestas que han sido producidas en zonas acomodadas, han incluido incendios provocados en edificios del Gobierno, universidades y estaciones de autobús. Leopoldo López, quien participó en el golpe del 2002, y dos alcaldes han sido arrestados y acusados de incitación a la violencia.
Maduro ha insistido en que esto no es criminalizar la disensión. La oposición tiene garantías totales y derechos. Tenemos una democracia abierta. Pero si un político comete un crimen, llama al derrocamiento de un gobierno legítimo y usa su posición para bloquear calles, quemar universidades y transportes públicos, los tribunales actúan.
El mes pasado, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, declaró que Venezuela está librando una campaña de terror contra sus propios ciudadanos. Sin embargo, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y los estados pertenecientes a Mercosur apoyaron al Gobierno de Venezuela y apelaron al diálogo político.
Cuando se le preguntó al Presidente de Venezuela sobre la evidencia de la implicación norteamericana en las protestas, Maduro respondió: ¿No son cien años de intervención en Latinoamérica y el Caribe suficientes: contra Haití, Nicaragua, Guatemala, Chile, Granada, Brasil? ¿No es suficiente el intento de golpe de Estado de la administración Bush contra el presidente Chávez? ¿Por qué tiene Estados Unidos 2.000 bases militares en el mundo? Para dominarlo. Le he dicho al presidente Obama: nosotros ya no somos su patio trasero.
Maduro señaló que la evidencia de la implicación pasada y presente de EEUU en Venezuela se encuentra en las comunicaciones recogidas por Wikileaks, las revelaciones de Edward Snowden y en documentos del Departamento de Estado de EEUU. Estos documentos incluyen comunicaciones del embajador norteamericano en las que se esbozan los planes americanos para dividir, aislar y penetrar el gobierno de Chávez, así como los importantes fondos que el Gobierno de EEUU transfirió a la oposición venezolana durante la pasada década (algunos a través de agencias como USAID y la Office for Transitional Initiatives), que incluye 5 millones de dólares para apoyo directo en el presente año fiscal.
Las alegaciones del presidente Maduro se producen una semana después de que se revelara que USAID financió en secreto un sitio web dedicado a redes sociales desde el que se alentó la protesta política y se apoyó tumultos en Cuba, país aliado de Venezuela, bajo el título Asistencia para el desarrollo. Representantes de la Casa Blanca reconocieron que esos programas no son únicamente para Cuba.
El Presidente ha manifestado que aceptaría una mediación del Vaticano si la oposición condena la violencia. Sin embargo, rechaza las acusaciones de que tanto él como el movimiento chavista han sido demasiado polarizadores.
Yo no creo que en una democracia la polarización sea mala. Parece que es una moda, de un tiempo para acá, tratar de convertir la polarización en una enfermedad. Ojalá se polarizaran todas las sociedades democráticas del mundo. Una democracia solo puede funcionar si su sociedad está politizada.
La política no es para cuatro élites de un partido de centro izquierda y un partido de centro derecha, y las élites que se distribuyen la riqueza, dice Maduro.
En Venezuela hay una polarización positiva porque hay una politización general y las grandes mayorías toman partido por las políticas públicas. Hay que aceptar que hay una polarización negativa que pretende desconocer la existencia del otro, que pretende acabar con el otro. Nosotros creemos que esta polarización negativa hay que superarla con el diálogo nacional.
Video Fuente: https://youtube.com/user/sucreranda2?feature=hovercard