Prensa Latina
7-04-14.- La Cámara de Diputados paraguaya aprobó una investigación exhaustiva de los bienes de los fiscales de la Unidad de Delitos Económicos en una acción calificada de respuesta a señalamientos de corrupción hechos a los congresistas.
El acuerdo adoptado, posterior a las imputaciones de corrupción hechas a unos ocho diputados y senadores por la Fiscalía, dio un plazo de sólo 10 días a numerosas instituciones públicas y privadas para informar de los movimientos económicos personales de los fiscales.
El órgano legislativo ordenó a 25 instituciones estatales y del sector privado entregar esos datos, entre ellas a la Contraloría General de la República, el ministerio de Hacienda, las Direcciones de Registro Público, Automotor, Comercio, Aeronaves y buques y Sanidad Animal.
Casas de cambio, financieras, bancos privados, Banco Central del Paraguay, Bolsa de Valores, cooperativas, empresas de giros nacionales, casinos y bingos de plaza y emisoras de tarjetas de crédito, tendrán que informar todo movimiento económico de los agentes del Ministerio Público.
Se trata de conocer un examen de correspondencia patrimonial de los últimos cinco años, incluyendo, además a todos los fiscales, agentes y funcionarios de la mencionada Unidad Anticorrupción.
Pidieron copias de las declaraciones juradas de cada uno, del pago al Impuesto de Valor Agregado y a los vigentes sobre la renta personal, sus bienes inmuebles y autos inscritos a su nombre o de conyugue y parientes, participación en sociedades anónimas y número de viajes al exterior.
Especial énfasis se puso también en conocer si son propietarios de extensiones de tierra y lotes de animales vacunos en algún lugar del territorio nacional.
En la exposición de motivos, los legisladores aseguraron que algunos agentes del Ministerio Público también manosean a las personas con las persecuciones más viles por el prurito de la fama, el vedettismo y la figuración.
La decisión de los congresistas augura un mayor enfrentamiento entre los Poderes Legislativo y Judicial pues las acusaciones sobre corrupción parten continuamente de las dos esquinas.