Agencias

 

7-3-14.-El economista estadounidense Joseph Stiglitz, premio nobel de economía 2001, afirmó este jueves que la economía de España se encuentra en una «depresión» que es «peor» que la crisis de 1929, conocida como la Gran Depresión, a la vez que apuntó a la desigualdad y el desempleo como prioridades.

«Varios países de Europa están en una depresión, la gente no habla de ello porque a veces es incluso de mala educación usar la palabra depresión, porque es deprimente, pero la realidad es que hay varios países en Europa, incluidos Grecia y España, que están en una depresión», afirmó Stiglitz.

El nobel de economía, que participó este jueves en la conferencia anual sobre economía progresiva organizada por el grupo de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo (PE), añadió que la recesión que sufren las economías de estos países «es peor que en la Gran Depresión».

 

Crisis y desigualdad

 

También recalcó que los ingresos per cápita en muchos de estos países son menores que los niveles anteriores a la crisis, y apuntó que la desigualdad también ha crecido en los últimos años. «Una de las cuestiones que hacen preocupante la desigualdad es que no sólo era muy alta antes de la crisis, si no que la recesión la está haciendo incluso peor», aseguró.

Esta mayor desigualdad afecta a las clases bajas, pero también las medias, que se ven especialmente golpeadas por el alto nivel de desempleo, y apuntó en concreto a la respuesta que se está dando en la Unión Europea (UE) a este problema. Una de las cosas más importantes es dar un trabajo a la gente que está en las clases bajas, y es de las cosas que peor está haciendo Europa .

«Una de las cosas más importantes que podemos hacer es dar un trabajo a la gente que está en las clases bajas, y esto es una de las cosas que peor está haciendo Europa», afirmó, a la vez que defendió que se amplíe el mandado del Banco Central Europeo (BCE) para que se centre en aspectos más allá de controlar la inflación.

Stiglitz recalcó que la desigualdad no se refiere sólo a los ingresos sino que también tiene que ver con cuestiones como el acceso a la Educación o la Sanidad y la igualdad de oportunidades, y que para combatirla no solo hay que centrarse en la expansión económica.

«Es cierto que el crecimiento no tiene por qué beneficiar necesariamente a todos. No deberíamos centrarnos en el Producto Interior Bruto», afirmó, a la vez que lamentó que no se hayan tenido en cuenta los efectos de la desregularización antes de la crisis sobre el aumento de la desigualdad.

Stiglitz advirtió también que la desigualdad «daña la democracia» y lamentó que cada vez más se avance hacia una situación en la que «un dólar (equivale a) un voto», en lugar del tradicional «una persona, un voto».

El nobel defendió que los gobiernos jueguen un «papel importante» a la hora de garantizar que los ingresos que se generan en los mercados globales «se distribuyan de una manera más igualitaria».