Russia Today

 

Moscú, 4-03-14. – «Lo que pasó en Ucrania es un golpe anticonstitucional y una toma armada del poder. Pero nadie puede comprender para qué se llevó a cabo», ha comunicado este martes el presidente ruso, Vladímir Putin.

 

«En aquel momento Víktor Yanukóvich aceptó todas las condiciones de la oposición: volver a la versión anterior de la Constitución y elecciones anticipadas, entre otras”, subrayó Putin y destacó que nadie puede comprender para qué se necesitaba la toma armada del poder. «Hoy en día solo el Parlamento del país es parcialmente legítimo. Los demás no, incluido el nuevo presidente. El único presidente legítimo es Yanukóvich, aunque lo es solamente jurídicamente, pese a que no tenga ningún poder real», puntualizó.

Al mismo tiempo ha destacado que actualmente no hay razón alguna para el uso de fuerzas militares de Rusia en Ucrania, aunque sí existe esa posibilidad. Sin embargo, subrayó que de momento lo único que ha hecho Moscú ha sido reforzar sus instalaciones militares en el territorio ucraniano para protegerlas de riesgos potenciales, debido a las amenazas crecientes que estaban recibiendo.

«Solo un caso extremo podrá servir de motivo para usar la Fuerza Armada de Rusia: si los habitantes de las regiones de Ucrania del este piden oficialmente nuestra protección, será legítimo recurrir a todos los medios a nuestro alcance. Ya tenemos una solicitud oficial del presidente legítimo de Ucrania. […] No pretendemos imponer nada, pero desde luego, no podremos quedarnos parados si vemos que empiezan a perseguir, eliminar, someter a maltratos a la población rusófona. No querríamos de ningún modo llegar a esto», afirmó el presidente. «En ningún momento vamos a estar en guerra con el pueblo ucraniano. Si tomamos la decisión de introducir las tropas, será solo con fines de protección», subrayó y descartó que puedan producirse víctimas entre la población civil.

En cuanto a la reacción internacional en relación a la postura rusa, el mandatario insistió en que todas las amenazas contra Moscú son «contraproducentes». Aseguró que la situación económica actual supone interacciones muy tensas entre todos los jugadores y admitió que en caso de introducirse sanciones internacionales contra Rusia, sus intereses financieros se verían afectados, pero puntualizó que se trata de un arma de doble filo: los países que establezcan esas sanciones también serán víctimas de esta política.