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Gildo Onorato es el secretario de organización del Movimiento Evita. En la casona de Rodríguez Peña casi Corrientes, analizó el impacto de los Precios Cuidados y la inflación sobre los trabajadores precarizados y cómo moderarlo.
Agencia Paco Urondo: ¿Qué lectura hace de los Precios Cuidados?
Gildo Onorato: Los Precios Cuidados tiene varias ventajas. Le ponen un límite a las grandes cadenas, es un guiño para las clases medias, es una respuesta a una coyuntura compleja y organiza a la militancia. Pero no limita la concentración de las grandes cadenas comerciales, porque ellas son las que tienen acceso a esos precios preferenciales. ¿Cómo compiten los almacenes contra los híper y los mayoristas? No compiten. Pensá que los trabajadores informales no hacen una gran compra mensual en un híper sino que periodizan su consumo de otra manera. Así que los Precios Cuidados no logran proteger los ingresos de los humildes.
APU: ¿Cómo le parece que se podría proteger esos ingresos?
GO: El precio de los almacenes se traslada a los trabajadores. Si (con la devaluación) el trabajador formal perdió 4 o 5% de su salario, ¿cuánto perdió el trabajador informal o quien recibe subsidios estatales? Hay que construir mercados populares alternativos, descentralizar el Mercado Concentrador, como los Mercados Argentinos que estamos llevando adelante desde el Movimiento Evita o como lo que plantea Alberto Samid.
APU: El gobierno nacional ha planteado que comparte esas iniciativas y de hecho Samid asumió como directivo en el Mercado Central. ¿Por qué le parece que no se avanza en ese sentido?
GO: Muchas veces no es asumido como un problema porque existen otras urgencias. La concentración de la economía es un problema estructural. Faltan dólares: se los llevan las trasnacionales. Trasnacionales como todas las grandes cadenas comerciales. Como las cadenas automotrices y las ensambladoras de electrodomésticos. Recién con la nacionalización de YPF se comenzó a revertir la salida de divisas por energía debido a otra multinacional, Repsol. El kirchnerismo ha llevado adelanta grandes avances con políticas activas distributivas, que nosotros llamamos salario indirecto. Logramos conquistas con las que soñábamos en los 90. Bueno, ahora hay una nueva agenda social que urge: el trabajo con derechos, mejorar la salud y la educación, el regreso al campo.
APU: ¿Qué impacto sobre imagen de gobierno puede tener la escalada inflacionaria en los barrios?
GO: El hombre de a pie adjudica sus problemas al gobierno. En los recientes discursos, Cristina Fernández de Kirchner le puso apellido a los especuladores. Esto permite dar una discusión en el territorio. Y es por eso que, incluso con sectores críticos al gobierno, se privilegie la estabilidad. No hay amenaza al gobierno desde los barrios, pero hay luces amarillas. Lo que hay que tener en claro es que no alcanza con salarios indirectos suministrados desde el Estado. Hay que construir lugares alternativos de consumo.