Prensa Latina

 

Buenos Aires, 2 de febrero de 2014.  – La oposición, nucleada en los grandes medios y en sectores económicos concentrados, promueve un golpe de mercado en Argentina para generar procesos de depreciación de activos financieros y reales, advirtió hoy el jefe del Gabinete, Jorge Capitanich.

«El arco opositor en Argentina está integrado por grupos mediáticos y económicos concentrados. No es una oposición de carácter político. No tiene sustentabilidad desde el punto de vista de la construcción de una alternativa», afirmó Capitanich en entrevista con el diario Tiempo Argentino.
 

Alertó que esos sectores, articulados también con grupos de poder internacional, atizan procesos sistemáticos de agresión, y lo hacen de diversos modos, desde el rumor hasta la acción psicológica sobre la población. Intentan, advirtió, generar un debilitamiento, perspectiva que implica la posibilidad de influir en las decisiones.

«Por eso se producen -dijo- los golpes de mercado, los ataques especulativos, con el objeto de establecer procesos de depreciación de activos financieros y reales. Eso les permite adquirir esos bienes a un precio determinado, promoviendo una mayor concentración, y así tener una mayor sofisticación en los mecanismos de influencia».

Ejemplo de esas manipulaciones fue la compra hace dos semanas por el ejecutivo de la petrolera Shell en Argentina, Juan José Aranguren, quien adquirió al amparo de esa empresa alrededor de tres millones de dólares a 8,40 pesos cuando se cotizaba a 7,24, y así dar un golpe especulativo desestabilizador al mercado monetario.

Esa acción se combinaba con la creciente especulación en el mercado marginal de divisas. Ante tales artimañas el gobierno optó, en un esfuerzo por controlar el ambiente monetario, autorizar la venta oficial regulada de divisas a la población y permitir una fluctuación administrada.

Capitanich defendió la política cambiaria, a la que definió como «un tipo de cambio con flotación administrada» que busca «establecer un tipo de cambio de convergencia razonable» y que a la vez permita la «prevención sistémica frente a ataques especulativos».

Entre los principales objetivos que busca la medida, mencionó la necesidad de recuperar «la competitividad de las economías regionales» y «aumentar el volumen de exportaciones».

Consultado sobre los desafíos hacia adelante, el funcionario dijo que las reservas del Banco Central están en un nivel aceptable y apuntó al autoabastecimiento energético, a la industrialización por sustitución de importaciones y al aumento y diversificación de las exportaciones.

En su opinión, Argentina tiene tres cuestiones que resolver en los próximos tres años, que están en proceso de solución, una de ellas recuperar el autoabastecimiento energético, y al unísono fomentar una industrialización acelerada sobre la base de la sustitución de importaciones.

Con eso se garantizaría la sustentabilidad en la balanza de divisas, y tercera, hay que seguir expandiendo las exportaciones, aumentarlas y diversificarlas, señaló el jefe de ministros.