NASSER

Estoy sudando, es extraño, el clima ha estado fresco. Se vienen a mi mente los recuerdos de la Academia Militar, los compañeros entrañables, los que cayeron y los que me acompañaron en la victoria de la conformación de la organización de los Oficiales Libres. Voy a llamar a mi asistente para que ajuste los ventiladores, la emoción de los recuerdos hacen que me falte el aire y estoy comenzando a respirar en bocanadas. Ya vienen a acomodarlo. Desde Oficiales libres dimos el golpe de Estado al reyzuelo y proclamamos la República que hemos gobernado a través del Consejo de la Revolución durante estos años de construcción y lucha. Tengo que cambiarme la ropa pues estoy empapado de sudor y me siento un poco incomodo, hasta me duele un brazo y un poco el estomago. Tengo la convicción de que haber recuperado para nuestro país el Canal de Suez dio un zarpazo al imperialismo franco-británico. Nunca me lo perdonaran ni a mí ni a mi pueblo. Pero la revolución socialista continúa, ahora estamos consolidando la unión de los países árabes. Me duele el pecho como si tuviese una tonelada sobre mí. Soy un hombre joven apenas tengo 52, así que voy a esperar a que pase este dolor, no debe ser nada. Puede ser el cansancio, acabo de llegar de una reunión urgente de la Liga Árabe donde insistí en la necesidad de llegar a acuerdos, no podemos continuar divididos y peleando entre nosotros si queremos triunfar en la idea socialista. El Mossad, ha hecho hasta lo imposible por impedir el avance del socialismo en Egipto y del panarabismo. A pesar de su superioridad militar creen que podrán derrotarnos. No podrán. Este profundo dolor en el pecho me hace pensar en ellos. ¡Oh Al-lah! haz mejor el mundo, alarga mi vida en cada acto bueno y haz de mi muerte un consuelo contra todo mal.

(Monólogo ficticio de Gamal Abdel Nasser, militar y estadista egipcio y el principal líder político árabe de su época. Fue presidente de Egipto desde 1956 hasta su extraña y repentina muerte en 1970 horas después de una reunión extraordinaria de la Liga Árabe. Debido a su carisma e influencia en los países árabes fue eliminado de forma silenciosa por el Mossad, la agencia de inteligencia israelí).

EL PAPA JUAN PABLO PRIMERO

Me sorprendió que me eligieran, sentí el rubor tibio en mi rostro. Pronto supe que debía ejercer el cargo con determinación y entusiasmo. He decidido que el lema de mi papado será la expresión en latín Humilitas que significa humildad. Jesús, mi maestro enseñó: Bienaventurados los pobres, bienaventurados los perseguidos, pero si yo hubiese estado allí, junto a él, le hubiera susurrado al oído: ¿No ves que todos aspiran a las riquezas y comodidades? Catón prometió a sus soldados los higos de África, y César las riquezas de la Galia y, bien o mal, encontraron seguidores. Tú prometes pobreza, persecuciones. ¿Quién crees que te seguirá?
Ahora que he sido nombrado Papa, no tengo tiempo que perder, debo profundizar las reformas de Juan XXIII, resumidas en el concilio vaticano 2do, nadie que se diga católico puede aspirar a la riqueza material más allá de la satisfacción de sus necesidades. Lo importante no es que uno escriba sobre Cristo, sino que muchos puedan amar como él. En honor a mi maestro, no permitiré ese rito aberrante de coronación papal ni mucho menos usare la tiara. Pero no todo será simbólico, también debo poner en orden las cuentas del Banco Vaticano que a nombre de la iglesia evade impuestos y hace compras ilegales en el mundo. En cuestiones de dinero la Iglesia debe ser transparente, debe obrar a la luz del sol, en ello va su credibilidad. La Iglesia no debe poseer riquezas. Tendré que discutir con ese obispo norteamericano que hoy día tiene la administración. Son las 6 y media de la mañana, alguien está tocando la puerta. ¿Quién es? Hablando del rey de roma y este que se asoma.

(Monólogo ficticio del Papa Juan Pablo I que solo duro 33 días en su cargo en 1973. Fue encontrado muerto en el vaticano por Marcinkus, a las 6:45 de la mañana por el arzobispo estadounidense administrador del Banco Vaticano en ese momento. La residencia de Marcinkus no era dentro de Vaticano, no conocían que él fuera un madrugador. Su presencia en el Vaticano a aquella hora nunca ha sido explicada. Hoy día se conoce la conexión del banco Vaticano-CIA como canal de financiamiento de los EEUU para infiltrar la Europa comunista).

LA VIUDA DE HEMINGWAY Y FIDEL

El 2 de julio fue el día más triste. Ernest decidió irse. Al poco tiempo quise volver a la Finca Vigía donde pasamos tiempos felices. Había restricciones para entrar a la isla, así que hable con un amigo periodista que tenía conexiones con Kennedy para que hicieran una excepción. Finalmente pude viajar y al poner los pies en Cuba nos acogió la hospitalidad que siempre nos hacia regresar. Fidel nos envió al aeropuerto una cesta de frutas con una nota que decía que cualquier ayuda que necesitáramos lo buscáramos, pues el había sido admirador de mi esposo y su obra. Varias noches después Fidel llegó en un jeep a nuestra finca. Me sorprendió la escasa seguridad que lo rodeaba. Conversamos de la vez que Ernest y él fueron a pescar, de los detalles que rodeaban la casa, los libros, trofeos, animales disecados y de lo maravilloso que sería conservar aquella magia intacta en forma de museo. Estuve de acuerdo y solo le puse como condición conservar todo aquello que considerara íntimo y de valor sentimental. En aquella visita subimos a la azotea para contemplar las estrellas. La altura de la finca por estar situada sobre una colina, posibilitan que se pueda tener desde este lugar una impresionante y hermosa vista panorámica de casi toda la Habana pudiéndose contemplar hasta el distante mar en los días claros. Al llegar a los Estados Unidos comente a mis allegados que me había sorprendido de grata manera la espontaneidad y la seguridad de Fidel y de cómo corrió presuroso sin escolta alguna por las escaleras hacia el último piso. Otro líder de su importancia habría sido precedido de sus escoltas para garantizar su seguridad, sobre todo en la torre que a mi parecer era un lugar ideal para una emboscada. Al poco tiempo mi amigo el periodista que me ayudó a viajar a Cuba, me contactó de nuevo, me propuso incorporarme en una operación de la CIA para aprovechar el comportamiento desenfadado de Fidel en la torre de la Finca y asesinarlo. Por supuesto no participe y en una cena que me invitaron en la Casa Blanca aproveche para descalificar esta terrible propuesta.

(Monólogo ficticio de María Welsh, última esposa de Ernest Hemingway. Se utilizo información del libro Fidel en la mira, de Luis Adrian Betancourt ediciones Akal, 2010).

REFLEXIONES DE OTTO REICH

Mi medalla de grado fue un símbolo definitivo. Cuando tengo alguna duda, observo una vez más sus pequeños relieves: un águila que sostiene un planeta. No solo es el escudo de la Georgetown es el motivo de orgullo de mis padres cubanos, que hoy al igual que yo, son americanos. Cada mañana me afeito y me peino meticulosamente como lo he hecho siempre. Mientras me abotono la camisa voy pensando en lo que debo hacer: cada botón, un enemigo comunista, esa plaga que si no la mantenemos a raya, se reproduce como polillas. Pertenezco a la fuerza del bien que no debe descuidarse un segundo. Cuando me trajeo el saco, entonces me invade un placer, pues pienso en los que hemos exterminado. Hago trabajos específicos en los que el gobierno no quiere aparecer. El Presidente de mi país, es el jefe de nuestro comando, tiene la autoridad para hacer lo que desee con nuestro personal y sin pronunciarse públicamente utiliza el dinero del gobierno para nuestras operaciones. Somos la fuerza organizada compuesta por los más brillantes, mejor capacitados y equipados, superiores a cualquier marine o aviador del mundo. Hemos sido entrenados para operar y hacerle mantenimiento a las armas más sofisticadas que se hayan diseñado en la historia. La guerra es una medición de crueldades y los atentados deben seguir hasta que el último comunista reniegue de su causa o la abandone forzosamente con la muerte. Por ejemplo, Chávez fue un hueso duro de roer no pudimos derrocarlo. Ni aún con toda la ayuda mediática que brindó Cisneros ni con el golpe de Estado. En estos días me reí declarando que yo no soy un conspirador, que yo hasta había salvado a Chávez poniéndolo en alerta de un atentado que le haríamos. A ese tipo teníamos que sacarlo del medio como fuera, no podíamos permitir un Nasser en nuestro patio trasero. Así que, activamos el comando de inoculación biológica, ellos hacen su trabajo sin huellas alguna. A los días escuche gozoso las declaraciones de Obama: Chávez no representa un problema para la seguridad nacional de los Estados Unidos. Esa noche dormí tranquilo, todo estaba consumado, habíamos triunfado una vez más.

(Monólogo ficticio de Otto Reich, cubano – americano ex alto funcionario en las administraciones de los presidentes Reagan, Bush padre y Bush hijo).

7 de Enero 2014, Todos los martes a las 8:10 am por la 104.9 FM Makunaima Kariña, www.trincheraderosas.org.ve / trincheraderosas@gmail.com / @trincheraDRosa