Cony Sturm
Fayerwayer
24-12-13.- En un documento de 191 páginas de «Resumen de Evidencias«, el gobierno de Estados Unidos presentó su caso en contra de Kim Dotcom, casi dos años después de el allanamiento a la mansión en Nueva Zelanda. El documento reúne e-mails, conversaciones por Skype, datos financieros y más información que busca mostrar a MegaUpload como una red criminal diseñada para distribuir material con copyright.
Según el informe, el plan de MegaUpload era impulsar tráfico a sitios de terceros que enlazaban al servicio, en los cuales se ponían avisos publicitarios. Así, no había búsquedas directas en el servicio, algo que acarrearía problemas.
Aunque había ingresos por publicidad, la idea principal era hacer que los usuarios pagaran una suscripción premium al servicio, cortando la reproducción de video después de 72 minutos, para que no pudieras terminar de ver una película. La mayoría de los ingresos provenía de suscripciones, alcanzando hasta USD$150 millones.
MegaUpload recibía miles de requerimientos para eliminar archivos de parte de los dueños del copyright, sin embargo, la compañía retiraba las URLs que enlazaban al material, pero nunca borraba el contenido mismo, dejándolo accesible si el usuario creaba una nueva URL para compartirlo. Tampoco cerraron las cuentas de usuarios que resultaban «infractores reiterados», con hasta decenas de miles de requerimientos para bajar sus contenidos.
En cuanto a recompensas, se ofrecía USD$1 por cada 1.000 descargas de un contenido, más algunos bonus para los que más subían material. En 2009 y 2010 se pagaron USD$1,1 millones en recompensas de este tipo. El programa se cerró en 2011 tras una demanda a Hotfile por el mismo tema.
En uno de los e-mails, empleados de MegaUpload discutían trasladar contenido pornográfico hacia el sitio hermano Megarotic. Sin embargo, explicar la medida a los usuarios resultaba complicado. «Podríamos estar disparándonos en el pie con esto, ya que prueba que vimos el archivo… y por lo mismo, no somos el ‘tubo tonto’ que decimos ser. Los dueños de copyright pueden usar esto contra nosotros», afirmaba el CTO de MegaUpload, Mathias Ortmann.
Gran parte de las pruebas fueron confiscadas por las fuerzas policiales de Estados Unidos, aunque los fiscales también convencieron a varios ‘heavy users’ de MegaUpload para que testifiquen contra Kim Dotcom y sus colegas, explicando cómo usaban el servicio.
El objetivo de este documento es hacer que Dotcom sea extraditado de Nueva Zelanda a Estados Unidos. Hasta el momento, el creador de MegaUpload se ha mantenido en la isla por procedimientos legales que no le impiden seguir trabajando – de hecho lanzó Mega en el intertanto. La próxima audiencia para extradición está fijada para julio de 2014.
El documento también revela las cifras financieras del negocio. Dotcom, que era dueño del 68% de la compañía, ganaba más de USD$42 millones en 2010. Mathias Ortmann, con 25% de la empresa, conseguía sobre USD$9 millones, el diseñador Julius Bencko (2,5% de las acciones) ganaba más de USD$1 millón, y el programador Bram Van Der Kolk (también 2,5%) lograba más de USD$2 millones. El jefe de marketing, Finn Batato, que no era accionista, ganaba USD$400.000.
Según el abogado de MegaUpload, Ira Rothken, el documento no tiene mérito. «Las acusaciones parecen estar en torno a las políticas de MegaUpload respecto a las infracciones de usuarios, retiros y cosas como los programas de recompensas. Todas esas cosas son civiles en naturaleza y no pueden ser consideradas criminales en Estados Unidos», afirmó. De este modo, Dotcom no debería ir a la cárcel, que es lo que buscaría EE.UU.
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