Buenos Aires, octubre 30, 2013. – La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) espió las conversaciones telefónicas en Ciudad del Vaticano y también las que se produjeron en la residencia donde se alojó el cardenal argentino Jorge Bergoglio antes del cónclave que lo eligió Papa, según el semanario italiano «Panorama».

 

El semanario, citado por la agencia de noticias EFE, menciona como fuente documentos que manejaría el ex técnico informático de la CIA Edward Snowden, que revelan que entre las 46 millones de conversaciones telefónicas que se dice que la NSA interceptó en Italia, muchas de ellas se localizaban en el Vaticano.

«Panorama», que saldrá a la venta el viernes, menciona un período desde el 10 de diciembre de 2012 hasta el 8 de enero de 2013, pero añade que el espionaje continuó tras conocerse el anuncio de la renuncia de Benedicto XVI y durante todo el cónclave para elegir a su sucesor.

Entre las conversaciones escuchadas estaban las que se producían en la Domus Internationalis Paolo VI de Roma, la residencia donde se alojó el entonces arzobispo de Buenos Aires antes de que se iniciara el cónclave que lo eligió papa el 13 de marzo de 2013.

La publicación recuerda, asimismo, que el nombre del ahora papa Francisco ya había surgido en los documentos filtrados por el portal WikiLeaks de Julian Assange.

WikiLeaks revelaba despachos de los servicios secretos estadounidenses en los que se hablaba de Bergoglio como uno de los papables en el cónclave de 2005, así como otros documentos fechados en 2007 que relataban su relación con el gobierno argentino.

Entre otros espiados se encontraría el presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el Banco del Vaticano, el alemán Ernst von Freyberg, que fue nombrado en febrero de 2013 por Benedicto XVI tras los escándalos que salpicaron a su predecesor.

La publicación explica que las llamadas captadas en el Vaticano se archivaban bajo cuatro clasificaciones: «Intenciones de liderazgo», «Amenazas al sistema financiero», «Objetivos de política exterior» y «Derechos Humanos».

Al ser consultado sobre esta información, el portavoz de la oficina de prensa del Vaticano, Federico Lombardi, afirmó que no tiene información sobre este asunto y añadió que no tienen «ninguna preocupación al respecto».