En los últimos meses, la Casa Blanca autorizó docenas de asesinatos de líderes de Al Qaeda y sus aliados al tiempo que el gabinete Obama ocultó la captura de prisioneros de gran significación.
El gobierno estadounidense autorizó ataques letales con más frecuencia que durante el mandato del predecesor George W. Bush en sus últimos años como Ejecutivo, comparó Now citando datos del Washington Post.
Obama ataca incluso en países donde las operaciones terrestres de Estados Unidos no son oficialmente bienvenidas o son especialmente peligrosas, indica la fuente.
De acuerdo con los medios de prensa, personal militar estadounidense también ha trabajado en estrecha colaboración en misiones antiterroristas con fuerzas locales de Indonesia y Filipinas.
Con el Premio Nobel en las manos y mientras la Casa Blanca negaba participación, el presidente Obama ordenó bombardear Yemen con misiles cruceros en diciembre pasado.
La información fue difundida por medios norteamericanos como ABC News y Examiner.com, sitio digital que confirmó la muerte de unas 120 personas, muchas de ellas civiles.
Justo un día después que Obama negara que unidades de su país estuvieran involucradas en acciones en el norte de Yemen, el jefe de Estado mandó a lanzar los cohetes, comentó Examiner.
También Al-Jazeera indicó que los ataques se efectuaron duraron tres días e impactaron en perímetros cercanos a la frontera con Arabia Saudita.
En víspera de los bombardeos, el vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, aseguró en conferencia con reporteros que Washington «no tenía ningún rol militar en ese conflicto»