Luis Padilla Charpentier
Agencia Andes
 
José acaba de perder cuatro hectáreas de café. Narra que la planta crece pero cuando debe cargar la fruta, una mancha rojiza ataca a las hojas y las debilita, eso sucede con el contacto de la planta con la lluvia que, asegura, está envenenada de los vapores tóxicos que emiten las piscinas de petróleo que supuestamente estaban remediadas por Chevron.
José Medardo Shingre es el campesino que dio su testimonio el pasado 24 de septiembre, en el contexto del 68 período de sesiones de la Organización de Naciones Unidas, donde, con un discurso franco, develó la situación de constante precarización de la vida de unos 30.000 campesinos amazónicos, afectados por la negligente operación y remediación petrolera.
Su actividad de campesino no rinde, a veces, ni 10 dólares diarios, pero sus gastos, en cambio, lo obligan a comprar cosas que una persona de cualquier ciudad de Suramérica o Estados Unidos no necesitan, como agua embotellada para beber.
 
Diariamente para beber, un campesino de esta zona gasta un bidón que cuesta 2,50 dólares. Así, también, Donald Moncayo, otro campesino de la zona, narra que debe gastar unos 48 dólares mensuales en energía eléctrica (en Quito, es común pagar unos 15 dólares por el servicio, si se tiene un televisor, una secadora, un horno eléctrico…) pero lo determinante en ese rubro es el consumo de la bomba de agua con la que sacan el líquido de una cisterna para bañarse.
A eso se añade que una persona de la zona, donde son comunes enfermedades de piel, eccemas, ulceraciones, resequedad; gasta unos 70 u 80 dólares mensuales en medicamentos.
Cuánto contraste existe en ese breve cuadro de gastos de muchos campesinos amazónicos y los salarios de la directiva de la empresa que los condena a la pobreza. El CEO (Jefe Oficial Ejecutivo) de Chevron, John S Watson recibió, en 2012, pagos de su empresa por 32,22 millones de dólares.
Su salario cifró el año anterior 1,67 millones de dólares, pero a eso se añade premios de Stock (7 millones), premios de Opción (9,8 millones), compensaciones de un plan no equitativo de incentivos (3,48 millones), cambio en el valor de pensión no calificada y ganancias de compensaciones aplazadas (9,94 millones) y otras compensaciones (225.435 dólares).
Su jefa financiera, Patricia Yarrington, se endosó 10,40 millones de dólares en 2012; George Kirkland, vicepresidente de la empresa, obtuvo el año pasado 18,75 millones de dólares sumados todos sus premios y salario.
Michael Wirth, vicepresidente ejecutivo de Chevron, ganó 8,83 millones de dólares en 2012 y el vicepresidente y consejero general, Hewitt Pate, se hizo el año anterior de 5 millones de dólares de sueldo.