Esta semana Monsanto pagó 930 millones de dólares por la empresa climática Climate Corporation, que determina los riesgos de las futuras condiciones climáticas. Según varios expertos, el gigante quiere difundir su actividad por todo el mundo.

Al anunciar la compra de la firma climática, el gigante estadounidense Monsanto explicó en un comunicado que The Climate Corporation «tiene un conjunto básico de herramientas de apoyo en beneficio de los agricultores».              

The Climate Corporation, fundada en 2006 por un equipo de ingenieros de Google, no solo vigila el clima hiperlocal, sino también ofrece una gama de posibilidades para el monitoreo, evaluación y gestión de riesgos climáticos. 

La empresa reúne la friolera de 50 terabytes de datos en tiempo real. Los datos se obtienen de las previsiones meteorológicas, análisis del suelo y otras fuentes. La compañía recoge datos de 2,5 millones de lugares. Teniendo en cuenta estas cifras, no debe sorprender que la corporación sea básicamente la única en este mercado. 

Lo que Monsanto quiere lograr son mil millones de acres de tierras de cultivo por todo el mundo  
 

Con la capacidad de pronosticar los fenómenos de la naturaleza y la calidad del suelo para ayudar a los agricultores con sus cosechas, Monsanto pretende crear lo que un ejecutivo suyo llamó «el siguiente nivel de la agricultura». 

Ser capaz de utilizar los mapas de campo, datos sobre suelos y semillas en pleno trabajo y dar a los agricultores un indudable beneficio adicional, según la empresa. Los agricultores podrán acceder a FieldScripts -un software basado en la ciencia satélite de Monsanto- desde sus dispositivos móviles mientras están sentados en sus tractores. Por el momento, la versión de prueba del software está siendo ensayada por alrededor de 160 agricultores de Estados Unidos a través de 40.000 hectáreas de tierra, de acuerdo con el diario ‘Financial Times’

¿En busca de un monopolio mundial?

«El año pasado, Monsanto pagó 250 millones de dólares por The Precision Planting, el programa que impide que los agricultores siembren semillas a diferentes profundidades y con diferentes espacios una de otra, por lo que las diferentes partes de una finca suelen obtener un tratamiento diferente», cuenta el periodista y profesor Quentin Hardy en su blog en el diario ‘The New York Times’. «La compañía también planea vender los productos de las cosechas -aseguradas con ayuda de The Climate Corporation- a los agricultores a nivel internacional.  En efecto, lo que Monsanto espera lograr son unos mil millones de acres de tierras de cultivo por todo el mundo […], y conseguir una interacción internacional sin precedentes a base de sus productos y posiblemente vender nuevos servicios basados en sus ideas», escribe Hardy.   

 Hicieron que la gente aceptara su tecnología, pero la cosecha promedio no aumentó, sino se redujo   

Para el futuro próximo Monsanto pronostica un posible aumento en las ganancias de 20 millones de dólares para toda la industria. El presidente y director ejecutivo de Monsanto, Hugh Grant, dijo que «todos se benefician cuando los agricultores son capaces de producir más con menos recursos».       

Jeffrey M. Smith, un investigador de OMG (organismo genéticamente modificado) en el Instituto de Tecnología Responsable en una entrevista concedida a RT, acusó a la empresa de tratar de tomar el control total de la oferta de semillas del mundo para impulsar las ganancias, al tiempo que oculta los efectos de los OGM en el ecosistema y la salud humana.  

«Los expertos en alimentación mundial y la erradicación de la pobreza en realidad tienen un informe, llamado ‘I –Stat’, patrocinado por la Organización Mundial de la Salud de la ONU, que concluye que los transgénicos en su forma actual no tienen nada que ofrecer en la alimentación del mundo o la erradicación de la pobreza. Monsanto hizo esta promesa [de ayudar a resolver los problemas de la alimentación y pobreza] para promover su tecnología, hacer que la gente pruebe y acepte la tecnología, pero de hecho, la cosecha promedio no aumentó, sino se redujo, de acuerdo con estudios independientes», explicó Smith.