Agencias
Washington, octubre 5 de 2013. – El presidente Barack Obama renovó el sábado un llamamiento a los republicanos en el Congreso para acabar con cinco días de estancamiento y aprobar un proyecto de ley de financiación sin condiciones, al sostener que el cierre del Gobierno de Estados Unidos está teniendo un impacto «desgarrador» en los ciudadanos.
Los republicanos en la Cámara de Representantes se han mantenido firmes en su negativa de financiar y reabrir al Gobierno hasta que los demócratas acuerden aplazar la implementación de la reforma de la salud del presidente Obama, conocida como Obamacare.
En su discurso semanal por radio, Obama intensificó la presión sobre los republicanos, describiendo el impacto que el cierre de la administración federal está teniendo en varias personas que han perdido el acceso a los servicios gubernamentales o han sido temporalmente desplazados de sus empleos.
«Kelly Mumper, empleada de educación con tres niños en las fuerzas armadas, fue una de los 150 trabajadores que tuvo que dejar de atender a 770 niños en un centro de educación preescolar en Alabama», dijo el presidente.
«Estoy extremadamente preocupado por el bienestar de estos niños», dijo Obama, al citar a Mumper en una carta que ella le escribió.
Obama relató otra historia sobre Julia Pruden, una mujer de Dakota del Norte que dijo que no obtendría un crédito para comprar una casa bajo un programa de desarrollo rural del Departamento de Agricultura en el evento de una paralización del Gobierno.
«Estas son sólo algunas de las muchas cartas desgarradoras que he recibido de ellos en las últimas dos semanas- incluyendo más de 30.000 en los últimos días», dijo. «Sé que los republicanos en la Cámara de Representantes están oyendo el mismo tipo de historias», agregó.
El estancamiento, que comenzó al inicio del nuevo año fiscal el jueves y que cerró casi por completo las operaciones esenciales del Gobierno, es el último de una serie de confrontaciones sobre el presupuesto entre Obama y los republicanos en el Congreso.
En el pasado, los republicanos han insistido en llevar a cabo recortes en el gasto a cambio de llegar a acuerdos sobre el presupuesto o elevar el límite de endeudamiento del Gobierno. Su actual postura apunta a desbaratar el Obamacare, que expandirá la cobertura de salud a millones que no tienen seguro médico.
Los republicanos argumentan que la ley es una intrusión masiva del Gobierno a la medicina privada que disparará las primas de cobertura médica.
Obama y sus seguidores demócratas prometieron no hacer esas concesiones a cambio de un acuerdo para reabrir las operaciones del Gobierno. Una reunión entre Obama y líderes del Congreso de ambos partidos el miércoles no vio a ninguna de las partes dar su brazo a torcer.
Los republicanos también están buscando concesiones a cambio de elevar el límite de endeudamiento del país de 16,7 billones de dólares, que se alcanzará el 17 de octubre. Si no se eleva el techo de la deuda, Estados Unidos entrará en un el impago de deuda, lo que, según funcionarios y economistas, tendría consecuencias seriamente dañinas para el país y las economías globales.
Los republicanos culpan del estancamiento a la Casa Blanca, al sostener que el presidente se está negando obstinadamente a comprometerse. El presidente ha dicho que está abierto a ceder en los temas del presupuesto, pero no bajo la amenaza de una paralización, y que elevar el límite de la deuda- y evitar un incumplimiento de pagos- no es negociable.
El presidente canceló un viaje de siete días a Asia la próxima semana para lidiar con la crisis en Washington.