22 de Septiembre.- El Secretario de Relaciones Exteriores británico, William Hague, dijo que sin duda, había británicos entre los atrapados en el ‘cruel, cobarde y brutal el asalto’ al centro comercial en Kenia, por un grupo fuertemente armado, que estuvo dirigido a los no musulmanes.

Hague reveló que el Comité de repuesta a emergencias del Gobierno (Cobra) se había reunido y que un equipo de despliegue rápido estaba siendo enviado a Kenia para ayudar.
 

En el sitio se encuentran comandos israelíes, que han cercado el centro comercial y tomado el control de las cámaras de seguridad, dijo el ministro del Interior de Kenia, Joe Lenku.

Según el Sunday Telegraph, una mujer embarazada fue uno de varios británicos atrapados en el ataque.

Dos canadienses, incluyendo la diplomática Annemarie Desloges, y dos mujeres francesas se han confirmado entre los muertos, junto al reconocido poeta y estadista ghanés, Kofi Awoonor.

El Departamento de Estado de EE.UU. también dijo que se reportaron cuatro ciudadanos estadounidenses heridos.

En su discurso de anoche, el presidente Kenyatta dijo que las fuerzas de seguridad estaban en el proceso de «neutralizar a los atacantes y proteger el centro comercial», pero dijo que era una operación ‘delicada’.

Instó a los kenianos a «mantener la calma y estar vigilantes» y les pidió donar sangre para ayudar a atender a los heridos.

«Vamos a perseguir a los responsables dondequiera que corran. Vamos a llegar a ellos y vamos a castigarlos por este crimen atroz.

«Entraron por sangre y así es como saldrán», Jonathan Maungo, un guardia de seguridad privada , dijo a Reuters.

Se entiende que los funcionarios de seguridad están investigando la posible implicación de la fugitiva Samantha Lewthwaite, «viuda blanca» de Germaine Lindsay, implicado en el ataque con bomba del 7/7 en Londres, quien es fabricante de bombas y encargada de recaudar fondos para Al Shabaab.

La corresponsal de la BBC, Anne Soy, dijo: «Este es un centro comercial de lujo, es uno de los más exclusivos de Nairobi. A menudo atrae a los extranjeros y a los kenianos adinerados, muchos de ellos de origen indio. Esta es una situación que implica raza, tribus y nacionalidades».

Compradores aterrorizados dijeron de cómo se acurrucaban en los pasillos y rogaban que los militantes no los encontraran.

Cuando el camino parecía aclarado, madres llorando, agarrando a sus niños y hombres salpicados de sangre corrieron fuera del centro comercial de cuatro pisos.

En un restaurante de hamburguesas, un hombre y una mujer yacían abrazados muertos, mientras sonaba música pop.

El testigo Elías Kamau dijo que los hombres armados dijeron a los musulmanes que se levantaran y salieran y que los no musulmanes eran el objetivo, cuando comenzaron el ataque.

Los hombres armados lanzaron granadas y abrieron fuego contra los compradores y el personal que huían aterrorizados por salvar sus vidas.

Charles Karani, de 41 años, un ingeniero de TI, dijo: «Me escondí debajo de un automóvil con mis hijas y vi como hacían filas de hasta tal vez 40 personas y les preguntaban quien era musulmán, y tenían que demostrarlo, diciendo el nombre de la madre del Profeta Mahoma. Los que se equivocaron fueron fusilados.

«Había sangre por todas partes. Dos mujeres que estaban bajo el auto conmigo, tenían heridas de bala en las piernas.

Un caballero indio que tenía una herida de bala en la cara que no parecía grave dijo, otros están muertos. Vi a cuatro personas que no se movían que indudablemente estaban muertas.