La Tarcoteca

 

El mundo se queda pequeño para el capital. 20 años de esplendor es lo que ha tenido China hasta que el capital se ha dado cuenta de que la mano de obra es demasiado cara. Nuevos pueblos probarán el sabor del látigo.

 

¿Quiere vender más barato? Apúntese al ‘made in China+1’ el confidencial.

El famoso made in China tiene los días contados. Al menos tal y como lo conocemos. Ante el aumento de los costes laborales en el gigante asiático, la imagen de mano de obra china cosiendo zapatos e hilvanando chaquetas cada vez se corresponde menos con la realidad. Muchas de estas fábricas de producción intensiva se han mudado ya otras regiones asiáticas más baratas, como Vietnam, Camboya, Myanmar o Bangladés.

El modelo China + 1 se ha extendido en los últimos años entre las grandes multinacionales. La estrategia consiste en mantener una parte importante de su producción en el gigante asiático, pero al mismo tiempo abrir fábricas en otras regiones cercanas para ahorrar costes, diversificar la producción y evitar cualquier contratiempo que pudiera ocurrir en la República Popular.

¿Salario mínimo de 195 euros? En Vietnam no ganan ni la mitad 

Desde 2008, el salario mínimo se ha incrementado en este país [China] en torno a un 20% anual. En la ciudad de Shenzhen, por ejemplo, el sueldo mínimo ha pasado de 850 yuanes (103 euros) en 2008 a 1.600 yuanes (195 euros) en 2013. 

Además de ahorrar dinero y ser más competitivas, las compañías también quieren reducir riesgos.

Es por eso que, sobre todo en sectores intensivos en mano de obra (como confección, textil, calzado, juguetes o electrónica), otros países asiáticos han vivido un gran boom en los últimos años. En Vietnam, multinacionales como Nike, Adidas o H&M han abierto plantas de producción cerca de la Ciudad de Ho Chi Minh. En Camboya, numerosas empresas japonesas, taiwanesas y europeas se han instalado en la zona económica especial de Phnom Penh, donde cuentan con ventajosas condiciones fiscales. En Myanmar, un país que comienza a abrirse al comercio internacional, la inversión extranjera durante los primeros tres meses de 2013 superó a la inversión realizada entre enero y junio de 2012.

Las propias empresas chinas también están mudando parte de su producción al extranjero. Midea, la multinacional de electrodomésticos y aire acondicionado, abrió entre 2007 y 2008 dos plantas industriales de cerca de 70.000 metros cuadrados en Vietnam. Además de reducir costes en mano de obra, otro de los motivos para salir de China fueron los menores impuestos a la hora de exportar a otros países de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés). 

Frente a lo que pudiera parecer, China no está preocupada por esta huida, ya que, en realidad, responde en gran medida a políticas aprobadas por Pekín. Especialmente en las zonas costeras del país, protagonistas del fenómeno made in China de las últimas décadas, las autoridades locales han recibido instrucciones de librarse de las industrias más contaminantes y menos eficientes.

El límite natural del sistema capitalista tal cuál lo conocemos viene marcado por el acceso a los recursos, materiales y humanos. En un mundo con tráfico libre de mercancías y capitales el hacerse el material ya no es tan importante. Pero el movimiento de personas está restringido y regulado, siendo adscritos al territorio, como en el feudalismo, y siendo el factor determinante de la producción. Tanto es así que en tan solo 20 años está dejando de ser rentable producir en China.
Arrepentíos hermanos, el agotamiento final del mercado se acerca!