Bill Weinberg
Desde que en Siria comenzó la guerra hace más de dos años, hemos estado buscando las voces de la resistencia civil que dentro del país defienden un futuro democrático y laico para su pueblo. Aunque marginadas por actores armados totalmente inflexibles que han llegado a dominar el escenario, esa resistencia civil continúa existiendo en la Siria arrasada por la guerra de estos últimos meses. Pero las voces “antibelicistas” que se alzan ahora en EEUU han demostrado ser muy pocos conscientes de esas voces progresistas sirias, hasta el punto de ni siquiera molestarse en saber si existen y mucho menos en conocer sus perspectivas acerca de la inminente intervención militar o su oposición a la misma. Hoy quiero ofrecerles tres artículos aparecidos en Internet dirigidos a los comentaristas occidentales “antibelicistas”, dos son de palestinos con vínculos familiares en Siria, el tercero es de un sirio. Contienen duras declaraciones:
En The Human Province, un bloguero que se identifica sólo como “Sean” y que al parecer escribe desde Beirut, ofrece una “Carta abierta sobre Siria a los narcisistas occidentales”. Sean dice que tenía una extensa familia en el campo de refugiados palestinos en Yarmuk, cerca de Damasco, que se han visto obligados a escapar al Líbano convirtiéndose en refugiados por segunda vez…
“El conflicto actual en Siria no sólo me interesa por su aspecto teórico, sino también por motivos personales. A este último interés se debe en parte que yo tenga tan poca paciencia con algunas de las retóricas que contemplo desde hace bastante tiempo en los círculos izquierdistas occidentales, donde este conflicto no parece ser sino un linchamiento retórico a fin de acumular puntos ideológicos. Esto se refleja muy bien en la difusión de un artículo de Robert Fisk, quien se pregunta: ‘¿Sabe Obama que está luchando al lado de Al-Qaida?’ Esta superficial y simplista opinión nos asegura que si EEUU ataca Siria, ‘EEUU se habrá situado entonces del mismo lado de Al-Qaida’. Es la otra cara de la retórica que resultaba tan obvia en la fase anterior a la guerra contra Iraq, que equiparaba o confundía cualquier oposición a una guerra estúpida con el apoyo a Saddam Hussein. Bien, ¿se van dando cuenta? Hay montones de opiniones perfectamente “cualificadas” que podrían situarle a Vd. en el mismo lado que Al-Qaida. Por citar sólo una: si Vd. está en contra de los ataques con aviones no tripulados contra Yemen, Pakistán y Somalia, como es mi caso, entonces, según esa lógica, Vd. se encuentra también ‘en el mismo lado que Al-Qaida’.
Esa es la caricatura del izquierdismo que funciona a golpe de vísceras, donde todo gira siempre y en todas partes alrededor de EEUU. El narcisismo de tal postura puede llegar a aturdir la mente. En una posición ideológica así no basta con ser críticos de las acciones y motivaciones de EEUU, como deberíamos ser, es además necesario que repitamos como papagayos los convencionalismos de los enemigos de Washington. (El mismo fenómeno puede verse en determinados círculos islamófobos y de derechas.) En función de esta narrativa, la militarización del levantamiento en Siria no fue sino un plan estadounidense, no una reacción previsible ante una represión salvajemente violenta de un movimiento de oposición mayoritariamente pacífico llevada a cabo por las fuerzas de seguridad del régimen baasista. Todo este conflicto no es, continúa tal argumento, sino una creación de Washington, y quizá también de Riad, y la oposición siria está compuesta tan sólo de islamistas sectarios sedientos de sangre considerados por lo general como herramientas de estadistas maliciosos. Tal narrativa, por supuesto, niega la potestad de actuar de los sirios, considerándoles como una especie de marionetas sin vida en espera del tirón de la mano imperialista estadounidense.
Esta es la razón por la que las discusiones sobre Siria por estos lares no suelen ser discusiones sobre Siria. Son realmente discusiones sobre el “capitalismo estadounidense” o sobre el “imperialismo estadounidense”; elijan lo que más les guste. Por tanto, permítanme que sea muy claro: si su opinión acerca de Siria es realmente una opinión sobre Estados Unidos, no tengo el menor interés en escucharla y podría afirmar, con toda seguridad, que la mayoría de los sirios (o al menos todos los que yo conozco) que se enfrentan con la artillería del régimen… tampoco…
Para que no se les ocurra acusarme de cómplice de la intervención estadounidense, permítanme aclarar algunas cosas más. Además de poner en peligro las vidas de mi familia, los propuestos “ataques punitivos”, que parecen ser casi inevitables, no van a mejorar nada sobre el terreno y sí pueden empeorarlo todo, por eso estoy en contra de ellos. Mi opinión sobre las intervenciones estadounidenses en general, y en este conflicto en particular, es que no se puede confiar en que EEUU actúe más que siguiendo sus intereses y, para empezar, se tiene a menudo una comprensión lamentablemente miope de esos intereses. Así pues, no, a Washington no le importan realmente nada todos esos niños asesinados la pasada semana en un ataque de armas químicas, al igual que no le preocuparon los iraníes o los kurdos asesinados en otros episodios anteriores. Por consiguiente, mi sensación es que a la despiadada y despiadadamente miope realpolitik de Washington, lo que más le gustaría es dejar que sus enemigos lucharan indefinidamente en Siria hasta reducir el país a cenizas, como están haciendo.
Pero, por favor, no digan que el conflicto en Siria tiene que ver con la oposición a Estados Unidos. Tiene que ver con Siria (*) y lo que podría realmente ayudar a los sirios, ya saben, la gente que existe realmente y que muere por decenas de miles en esta guerra brutal, es que se mostraran solidarios con ellos, pero si no se sienten capaces, entonces háganme un favor y cállense la boca.”
Tomamos también nota de la vergonzosa traición de Robert Fisk a la oposición siria. Otro comentarista palestino, Talal Alyan, escribe un artículo titulado “Siria no es una novia desechable” en el Huffington Post:
“Tuvo que aparecer la posibilidad de una respuesta occidental a la masacre con armas químicas para que Siria volviera a llamar la atención de los medios. Y cuando las puertas se abrieron, parecía como si todo el mundo hubiera desempolvado su viejo eslogan de la guerra de Iraq y lo hubiera reciclado para Siria.
‘Manos Fuera de Siria’ es el mantra. Pero uno no puede sino preguntarse dónde estaban esas voces cuando las huellas de la intervención rusa, iraní o de Hizbollah plagaron de cicatrices el paisaje sirio protegiendo a la dinastía Asad de amenazas diplomáticas o militares. Si lo que les preocupa es la vida de los inocentes sirios, ¿dónde estaban esas voces y sus cómodos eslóganes cuando esa dinastía arrojó al exilio a más de un millón de niños sirios, robándoles la familia, la infancia y la dignidad?
La repentina avalancha activada en el discurso sobre Siria ha revelado algunos aspectos desagradables del movimiento antiintervencionista; ha demostrado una vez más su tendencia a dictar a los pueblos de otros países qué es lo que más les conviene, como si los sirios no estuvieran familiarizados con la coreografía geopolítica o carecieran de inteligencia para comprenderla. Esos mismos grupos protestan todo el tiempo contra sus propios gobiernos por hacer lo mismo.
También ha quedado claro lo poco que muchos de esos grupos conocen sobre Siria.
‘A esta oposición no le interesa crear una democracia’, se declara en un artículo del equipo del Green Shadow Cabinete, un grupo dirigido por Jill Stein y Cheri Honkala, los candidatos presidenciales del Partido Verde [EEUU] en las últimas elecciones.
No, ésta no es la posición de las personas que se oponen a la intervención porque se preocupan por los sirios, son las perspectivas de quienes no pueden captar un conflicto cuando éste queda fuera de su confortable visión del mundo de “todo lo que Occidente apoye es malo”. Es un comentario banal afirmar que las intenciones y motivaciones occidentales podrían estar impulsadas por el egoísmo. Sin embargo, es un pensamiento secundario para quienes se enfrentan a la brutalidad del régimen de Asad. Cuando te enfrentas a una masacre, tu primera consideración es la supervivencia, no lo que tu supervivencia podría implicar respecto a las intenciones de Occidente. Pero es este esencial elemento el que parece estar ausente de muchas de las conversaciones.”
Y, por último, el sirio Racan Alhoch, del blog Racanarchy, ofrece un artículo con el muy irónico título de “El caso de las ‘Manos Fuera de Siria’”…:
“No es ninguna sorpresa para mí que los defensores de ‘Manos Fuera de Siria’ hayan mantenido sus manos fuera de Siria desde hace ya casi tres años. Mientras los destituidos y oprimidos ciudadanos de Siria que tomaban las calles pacíficamente pidiendo el cambio eran liquidados con ametralladoras, Vds. mantuvieron sus manos fuera de Siria. Cuando los destituidos comprendieron que nadie daría un paso para protegerles porque no contaban con el favor de nadie, cogieron pequeñas armas para defenderse y Vds. mantuvieron sus manos fuera de Siria. Cuando Asad empezó con las campañas de bombardeos aéreos y ataques de artillería contra los civiles de Homs y salieron a la luz por todas partes fotos de mujeres y niños masacrados, Vds. mantuvieron sus manos fuera de Siria. Después de que los escuadrones de la muerte de Asad entraran en los indefensos pueblos de civiles de Banias pasando a cuchillo a más de mil seres humanos, Vds. mantuvieron sus manos fuera de Siria.
Asimismo, y como era de esperar, la única vez que Vds. pusieron sus manos empapadas de sangre sobre Siria es cuando aparecía algún video esporádico difamando al pueblo doliente… Entiendo su postura, de verdad que la entiendo. Vds. viven dentro de una burbuja donde todo parece tener sentido. Asad tiene a su gente de las relaciones públicas trabajando incansablemente… y, por tanto, es un soldado contra la tiranía, contra la opresión, contra el capitalismo, contra Occidente y contra Israel. Me imagino que una vez que uno se ha acostumbrado a una vida de simplón, supone una difícil transición convertirse en un ser humano pensante. Los seres humanos pensantes comprenden que ese paradigma del campo de ‘Manos Fuera de Siria’ no ha conseguido liberar ni un centímetro de la cada vez más reducida Palestina. Tampoco han logrado éxito alguno a la hora de parar las guerras en Afganistán o en Iraq. Por tanto, se me ocurre plantear la pregunta: ¿para qué son Vds. buenos realmente?
Todos los temores que podrían albergar contra una intervención militar en Siria se han materializado ya hace mucho tiempo. Ciudades enteras han quedado arrasadas, hombres, mujeres y niños han sido brutalmente mutilados, torturados, violados y asesinados. ¿Qué tienen ya que perder los sirios en estos momentos? ¿Unos cuantos edificios más arrasados? ¿Unas cuantas vidas más perdidas? ¿O acaso es Occidente, al que tanto odian, el punto conflictivo de vuestras débiles mentes?
Una vez más, mientras Rusia, China, Hizbollah, Liwa Abu Fadhl al Abbas y diversas milicias sectarias de todas las partes del mundo han estado ayudando a Asad a masacrar a los destituidos de Siria, Vds. mantenían sus manos fuera de Siria. Háganle un favor a los sirios y mantengan sus manos fuera de nuestra revolución. Regresen a sus casas y a sus vidas privilegiadas lejos de la carnicería y sigan navegando por sus foros conspirativos. La revolución sigue su marcha y aunque el mismo diablo se levantara de las profundidades del infierno para ayudarnos sería acogido con los brazos abiertos, porque no nos han dejado otra opción.
Si nos hubieran escuchado hace un año, hace dos años, los “progresistas” de Occidente podrían haberse ahorrado esta merecida reprimenda. ¿Siguen todavía ahí? ”
* * *
N. de la T.:
(*) Por su interés, se adjunta la traducción del artículo referido:
“Lo que deberían y no deberían hacer los progresistas que tanto discuten sobre Siria”
(Ramah Kudaimi, en: http://mondoweiss.net/2013/08/dos-and-donts-for-progressives-discussing-syria.html )
Con Siria atrayendo de nuevo la atención de los medios debido al horrendo ataque con armas químicas de la pasada semana que mató a cientos de seres y a las amenazas estadounidenses de atacar militarmente, expongo a continuación lo que, bajo mi punto de vista, las organizaciones/activistas antibelicistas radical/progresistas de EEUU deberían y no deberían hacer mientras Vds. piensan en la respuesta adecuada:
No digan ni insinúen en modo alguno que ambas partes están equivocadas y que no está claro a quién apoyar en caso de que intervengamos militarmente. Esto es un insulto para todos los sirios que han salido y continúan saliendo a las calles y protestan tanto contra el régimen como contra esas fuerzas que están pensando en utilizar este tiempo de guerra para afirmar su propio poder sobre otros. La cantidad de grupos progresistas que en EEUU se suben al vagón de “ambas partes son malas” para no tomar partido son una vergüenza. Hay un millón de niños que se han convertido en refugiados y eso es culpa del régimen. Es el régimen el que bombardea ciudades con aviones; es el régimen el que lleva gobernando el país durante décadas mediante la fuerza bruta. Cualquier declaración que no reconozca esto es de nuevo un insulto para los que tanto han sacrificado.
No mezclen Iraq y Siria. Igual de ridículos son quienes consideran Kosovo como ejemplo de intervención militar a apoyar en Siria, como terriblemente patético que tantos progresistas e izquierdistas estén sólo obsesionados con las supuestamente falsas afirmaciones de ataques con armas químicas. Hay 100.000 sirios muertos, la mayoría asesinados por armas convencionales. Y hay mil y una excusas que EEUU puede alegar para intervenir sin necesitar en absoluto simular ataques con armas químicas. Al-Qaida combatió a EEUU durante una década en Iraq y ni una sola vez desplegó esas armas. Y de repente, ¿se han puesto a utilizarlas en Siria? Y si los rebeldes tenían esas armas, ¿por qué el régimen no ha caído aún?
No se obsesionen con Al-Qaida, los islamistas extremistas, los yihadistas, etc. Ya que los progresistas del 11/S han rehuido acertadamente del uso de todas esas etiquetas en lo que se refiere a la Guerra contra el Terror de EEUU, no vamos nosotros ahora a utilizarlas a placer en lo que se refiere a Siria. La abrumadora mayoría de sirios, tanto los que han tomado las armas como los que continúan resistiendo por medios no violentos, no tienen nada que ver con los grupos extremistas y están levantándose contra todas las fuerzas que están destruyendo su país, ya sea el régimen o los supuestos grupos de la “oposición”. Es también importante comprender que el Ejército Sirio Libre no es un ejército dotado de un mando central con órdenes que llegan desde lo alto. Es un grupo de afiliados libremente que proceden de diferentes batallones y cualquiera puede afirmar que forma parte de él.
Denuncien todos los fallos de EEUU hacia Siria y el hecho de que dejar caer bombas sobre el país no es precisamente lo que el país necesita. Personalmente no creo que EEUU vaya a involucrarse militarmente. Les prometieron armas a los rebeldes y aún están por llegar. EEUU no va a implicarse en absoluto porque, como ha indicado el general Martin Dempsey en un artículo de opinión publicado en el New York Times, favorece más a los “intereses” estadounidenses que los sirios se maten unos a otros. Creo que es bueno asumir la posición de que EEUU no debe lanzarse a una intervención militar. Pero no en la onda de “Manos Fuera de Siria” postulando que se trata de una conspiración estadounidense. No se pongan a discutir que EEUU no tiene derecho a alinearse en una guerra civil. No digan que el dinero es para casa porque necesitamos más ayuda humanitaria. Preséntenlo como algo que va a conseguir poner fin a tanto sufrimiento de los sirios.
Denuncien la hipocresía estadounidense cuando juzga a Rusia por enviar armas al régimen. Precisamente la semana pasada se supo que EEUU está enviando bombas de racimo a los saudíes por valor de 640 millones de dólares. Las armas continúan fluyendo hacia Egipto, Bahrein e Israel a pesar de sus masivas violaciones de los derechos humanos. Exijan el fin de todas las ventas de armamento a todos los regímenes de la región.
No permitan que sus legítimas preocupaciones respecto al imperialismo estadounidense, Israel, Arabia Saudí, etc. le hagan mirar las fotos y videos de los niños muertos pensando que son conspiraciones. Bashar es un dictador autoritario y su record de resistencia es un poco exiguo. Sólo tienen que recordar que colaboró con EEUU en la historia de las entregas extraordinarias de la CIA. Sólo porque la CIA esté entrenando a unos cuantos combatientes en Jordania o en algún periódico israelí aparezca citado algún líder rebelde anónimo no significa que éste no sea un legítimo levantamiento del pueblo sirio contra un régimen brutal.
Pongan de relieve la valentía del pueblo sirio que toma las calles para protestar contra el régimen sirio, contra los extremistas y contra todos los que intentan destruir su lucha por la libertad y la dignidad. Como ocurre en todas partes, la cobertura de la violencia triunfa sobre la cobertura de la continuada resistencia no violenta.
Inste encarecidamente a la gente a donar ayuda humanitaria. Entre los muertos, los encarcelados, los desplazados internamente y los refugiados, entre un 40-50% de la población siria está de una forma u otra desarraigada.
No tengo soluciones reales que sugerirles que la gente pudiera apoyar. Quizá una posible opción sería luchar a favor de un verdadero alto el fuego, lo que requeriría presionar a Rusia para que le dijera a Bashar que diera marcha atrás. Sé que es un gran fallo por mi parte no tener respuesta sobre cómo resolverlo todo, pero en ocasiones la mejor línea de actuación es ser solidarios con la lucha de la gente, basta sencillamente con reconocerla.
Los sirios se merecen el mismo respeto en su lucha que todas las demás luchas en la región: Túnez, Egipto, Libia, Bahrein, Yemen y siempre Palestina.
Ramah Kudaimi es una activista sirio-estadounidense.